La Clasificación Internacional de Patentes (CIP), establecida por el Arreglo de Estrasburgo de 1971, prevé un sistema jerárquico de símbolos independientes del idioma para clasificar las patentes y los modelos de utilidad con arreglo a los distintos sectores de la tecnología a los que pertenecen.
La CIP divide la tecnología en ocho secciones, con unas 70.000 subdivisiones, cada una de las cuales cuenta con un símbolo que consiste en números arábigos y letras del alfabeto latino.
Los símbolos correspondientes de la CIP se indican en los documentos de patente (solicitudes y patentes conferidas publicadas), de los que en los últimos 10 años se emitió más de 1.000.000 por año. Las oficinas nacionales o regionales de propiedad industrial que publican el documento de patente se encargan de asignar los símbolos de la CIP. Para los documentos PCT, los símbolos de la CIP son asignados por la Administración encargada de la Búsqueda Internacional (ISA).
La Clasificación es indispensable para la recuperación de los documentos de patente durante la búsqueda en el "estado de la técnica". Se valen de esa recuperación las autoridades que conceden patentes, los eventuales inventores, las unidades de investigación y desarrollo y demás partes interesadas en la aplicación o el desarrollo de la tecnología.
Se encontrará también ayuda para utilizar la Clasificación en la Guía de utilización de la CIP.
Para mantenerla actualizada, la CIP es objeto de revisión continua y se publica periódicamente una nueva versión. La versión actual y las versiones anteriores están disponibles para consulta en las dos idiomas auténticas (inglés | francés). Se preparan y publican traducciones de la CIP en otros idiomas. Así, por ejemplo, la CIP es disponible por medio de la función "pasarela" de la publicación Internet (en inglés y francés) en los idiomas siguientes: alemán, checo, chino, eslovaco, español, holandés, japonés, polaco, portugués (Brazil), ruso, serbio, ucraniano.
El Comité de Expertos de la CIP se encarga de la revisión.