Índice Mundial de Innovación de 2016: Suiza, Suecia, Reino Unido, EE.UU., Finlandia y Singapur, en cabeza; China en el pelotón de los 25 primeros

Ginebra, 15 de agosto de 2016
PR/2016/793

Publicado de forma conjunta por la OMPI, la Universidad Cornell, el INSEAD y sus asociados expertos colaboradores en la edición de 2016 del Índice Mundial de Innovación, la Confederación de la Industria India (CII), du y A.T. Kearney e IMP³rove – European Innovación Management Academy

China se incorpora a la lista de las 25 economías más innovadoras del mundo, mientras que Suiza, Suecia, el Reino Unido, los Estados Unidos de América, Finlandia y Singapur encabezan la clasificación del Índice Mundial de Innovación de 2016, publicado hoy por la Universidad Cornell, el INSEAD y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

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La entrada de China en la lista de las 25 economías más innovadoras supone la primera vez que un país de ingresos medianos se une a las economías altamente desarrolladas que, históricamente, han dominado los puestos más altos del Índice Mundial de Innovación durante los últimos nueve años en los que se ha analizado la capacidad innovadora de más de un centenar de países de todo el mundo.  La progresión de China refleja una mejora en el desempeño en el ámbito de la innovación en el país asiático, y pone de relieve también consideraciones metodológicas como el perfeccionamiento de los sistemas de medición del Índice.

Pese a la progresión de China, persiste la “brecha en materia de innovación” entre los países desarrollados y los países en desarrollo, en un contexto de creciente concienciación entre los responsables políticos acerca de la importancia crucial de fomentar la innovación para tener economías dinámicas y competitivas.

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Francis Gurry, Director General de la OMPI
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Soumitra Dutta, coeditor (Universidad Cornell)
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Bruno Lanvin, coeditor (INSEAD)
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Para que haya innovación es necesario invertir de manera constante.  Antes de la crisis de 2009, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) creció a un ritmo anual de aproximadamente el 7%.  Los datos del Índice Mundial de Innovación 2016 indican que la I+D mundial creció sólo un 4% en 2014.  Esto fue consecuencia de un menor crecimiento en las economías emergentes y de presupuestos más ajustados en la partida de I+D en las economías de ingresos altos.  Esto sigue siendo motivo de preocupación.

“Invertir en innovación es fundamental para impulsar el crecimiento económico a largo plazo”, afirma el Director General de la OMPI, Francis Gurry.  “En la coyuntura económica actual, la prioridad de todas las partes interesadas es encontrar nuevas fuentes de crecimiento y aprovechar las oportunidades que ofrece la innovación a nivel mundial”.

Países clasificados en los primeros puestosClasificación entera

En lo más alto de la lista del Índice Mundial de Innovación de 2016, cuatro economías - Japón, los EE.UU., el Reino Unido y Alemania - destacan por “la calidad de la innovación”, un indicador de alto nivel que tiene en cuenta el nivel de las universidades, el número de publicaciones científicas y el número de solicitudes internacionales de patente.  China escala hasta el 17º puesto en calidad de la innovación, lo que le convierte en el líder de este indicador entre las economías de ingresos medianos, seguido de la India, que ha superado al Brasil.

Soumitra Dutta, decano de la Escuela Superior de Administración de Cornell y codirector del informe, destaca:  “Invertir en la mejora de la calidad de la innovación es esencial para cerrar la brecha en materia de innovación.  Al tiempo que las instituciones crean el marco de apoyo fundamental para lograr este objetivo, las economías deben centrarse en reformar la educación e incrementar su capacidad de investigación para competir con éxito en un mundo globalizado en rápida transformación”.

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Tema del Índice Mundial de Innovación 2016: “La innovación a escala mundial:  para que todos ganen”

Este año el tema del Índice Mundial de Innovación es “La innovación a escala mundial:  para que todos ganen”.  En el informe se analiza la proporción cada vez mayor de innovación que se lleva a cabo mediante redes de innovación mundializadas, llegando a la conclusión de que a medida que se intensifica el flujo transfronterizo de conocimientos y de talento se amplían las posibilidades de compartir las ganancias obtenidas a partir de la innovación mundial.  En el informe también se llega a la conclusión de que existe un amplio margen para aumentar la cooperación mundial en I+D en los ámbitos empresarial y público, con el objetivo de favorecer el crecimiento económico en el futuro.

Bruno Lanvin, Director Ejecutivo de Índices Mundiales en el INSEAD y coautor del informe, recalca:  “Hay quien puede ver la globalización como una corriente que busca un ‘segundo aliento’.  Aun así, la contracción del comercio internacional y de los flujos de inversión, en términos relativos, otorga una importancia estratégica todavía mayor a las dos caras de la innovación:  por una parte, hay más países emergentes que se están convirtiendo en innovadores de éxito y, por otra, hay un porcentaje creciente de ventajas derivadas de la innovación que tienen su origen en la cooperación transfronteriza”.

En el informe se indica que, a nivel nacional, las políticas sobre innovación deben favorecer de manera más explícita la colaboración internacional y la difusión transfronteriza de los conocimientos.  Las nuevas estructuras internacionales de gobernanza también deben tener como objetivo ampliar la difusión de tecnología hacia los países en desarrollo y entre los países en desarrollo.

Según Johan Aurik, Socio Gerente y presidente de A.T. Kearney, empresa consultora mundial y uno de los socios especializados del consorcio del Índice Mundial de Innovación, “lo digital se ha convertido en el motor principal del desarrollo de estrategias y la innovación para las empresas de casi todas las ramas;  estoy convencido de que no hemos hecho más que empezar.  En lo que respecta principalmente a las entidades bien establecidas, el desafío reside en encontrar la forma de innovar con éxito empleando y transformando los recursos existentes y las prácticas establecidas.  Alcanzar el éxito en el nuevo entorno actual exige estrategias creativas y orientadas hacia al futuro en las que se asuma el aspecto digital y se aborde la necesidad de cambiar la forma en que la empresa funciona.”

Líderes de la innovación a nivel regional

América del Norte

Los Estados Unidos (4º) siguen siendo una de las naciones más innovadoras del mundo. Sus puntos fuertes son, entre otros, la existencia de empresas que se implican en I+D en todo el mundo, un mercado financiero muy desarrollado y complejo - incluido el capital de riesgo-, la calidad de sus universidades y publicaciones científicas, el gasto en programas informáticos y las condiciones de sus polos de innovación.  Sin embargo, los Estados Unidos consiguen una calificación más baja en gasto en educación -  en la educación superior debido al bajo porcentaje de titulados en Ciencias e Ingeniería - en eficiencia energética, y en inversión y productividad en el conjunto de la economía, que son fundamentales para el crecimiento futuro.

Canadá (15º en el global del Índice) obtiene las mejores calificaciones en lo relativo a su entorno normativo, las facilidades para emprender un negocio, un mercado financiero muy desarrollado y complejo - incluido el capital de riesgo - la calidad de sus universidades y publicaciones científicas, y su creatividad en Internet. Pese a ello, la clasificación del Canadá en el Índice ha bajado en los años anteriores.  Su salida de la lista de los 10 países más innovadores se debió principalmente a cambios metodológicos, así como a un desempeño comparativamente deficiente en lo relativo al gasto en educación y en I+D, los servicios de tecnología de la información y la comunicación (TIC),  la eficiencia energética y, de forma similar a los Estados Unidos,  las cifras sobre inversión y productividad en el conjunto de la economía. 

África Subsahariana

Mauricio se hace con el primer puesto entre todas las economías de la región (53º), seguido de Sudáfrica (54º), Kenya (80º), Rwanda (83º), Mozambique (84º), Botswana (90º), Namibia (93º) y Malawi (98º).

Desde 2012, el África Subsahariana ha contabilizado más países que ninguna otra región entre el grupo de los denominados “artífices de la innovación”, es decir, los países que tienen un rendimiento por encima de lo que indica su nivel de desarrollo.  Este año destacan Kenya, Madagascar, Malawi, Mozambique, Rwanda y Uganda.  La región ha podido situarse al mismo nivel de Asia Central y Meridional, y superar al África Septentrional y Asia Occidental, gracias a mejores clasificaciones en los indicadores sobre  instituciones, desarrollo empresarial, y producción de conocimientos y tecnología.

El desempeño medio de la región indica como puntos fuertes las facilidades para emprender un negocio, las TIC, la creación de un modelo de negocios y el gasto en educación en términos relativos.  Los puntos débiles fueron la implicación de las empresas en I+D a nivel mundial, las exportaciones de alta tecnología, la calidad de las universidades locales y el número de publicaciones científicas.  En general,  se deberían redoblar los esfuerzos en capital humano, investigación e infraestructuras.

En un contexto de desaceleración del crecimiento económico en el África Subsahariana, el Índice de 2016 demuestra que la región debe sostener el impulso actual en materia de innovación mientras se siguen diversificando las economías para que dejen de estar supeditadas a la producción de petróleo y a los ingresos derivados de los productos básicos.

América Latina y el Caribe

Chile se sitúa en el primer puesto entre todas las economías de la región (44º) gracias a los buenos resultados en los indicadores sobre instituciones, infraestructuras y desarrollo de las empresas, seguido de Costa Rica (45º), México (61º), Uruguay (62º) y Colombia (63º).  Brasil se sitúa en el puesto 69º, teniendo como puntos fuertes los factores relevantes para la educación y la I+D, la calidad de sus publicaciones científicas y la producción de alto nivel tecnológico.  Pese a ello, hay deficiencias, en términos relativos, en el entorno empresarial (123º), en aspectos de la educación superior (111º) y, de manera más general, en la capacidad para generar resultados en materia de innovación y en la creación de nuevas empresas.

América Latina es una región con un potencial importante de innovación que no se aprovecha.  Las clasificaciones de las economías locales en el Índice Mundial de Innovación no han mejorado de manera significativa en los últimos años en comparación con las de otras regiones, y actualmente no hay ningún país de la región que registre un desempeño superior a su PIB.

En el informe se señala que es importante superar las dificultades políticas y económicas a corto plazo e intensificar el compromiso a largo plazo con la innovación, en un momento en que América Latina, y especialmente el Brasil, han entrado en una zona de turbulencia económica.  Una mayor cooperación regional en I+D e innovación puede ayudar a la región en este proceso, como se destaca en el tema del Índice de este año.

Asia Central y Meridional

La India (66º) es la primera economía de Asia Central y Meridional en la clasificación, con los siguientes puntos fuertes:  la educación superior y la I+D, incluidas las empresas que dedican importantes recursos a I+D a nivel mundial, la calidad de sus universidades y publicaciones científicas, un mercado muy desarrollado, y exportaciones de servicios de las TIC, apartado este último en el que la India lidera la clasificación mundial.  La India también presenta un rendimiento superior en materia de innovación en relación con su PIB.  El país se sitúa en el segundo puesto en lo que se refiere a calidad de la innovación entre las economías de ingresos medianos, superando a Brasil.  Los indicadores sobre el entorno empresarial, el gasto en educación, la creación de nuevas empresas y la producción de productos y servicios creativos presentan deficiencias en términos relativos.

“El compromiso de la India con la innovación y con la mejora de los sistemas de medición para calibrar el grado de innovación es sólido y creciente, lo que ayuda a mejorar el entorno de la innovación.   Esta tendencia acercará gradualmente a la India a otras economías innovadoras que figuran en lo más alto de la clasificación”, afirma Chandrajit Banerjee, Director General de la Confederation of Indian Industry (CII).  Por detrás de la India en la región figuran Kazajstán (75º), la República Islámica del Irán (78º), Tayikistán (86º), Sri Lanka (91º) y Bhután (96º).

África del Norte y Asia Occidental

De los cinco países que aparecen en el Índice como los de mejor rendimiento en la región, dos de ellos - los Emiratos Árabes Unidos (41º) y el Reino de Arabia Saudita (49º) - pertenecen al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que está integrado por seis miembros.  Muchos de los países del CCG están diversificando sus economías tras décadas de dependencia del petróleo, orientándose hacia fuentes de crecimiento más diversas y más centradas en la innovación, y superando las deficiencias existentes, en términos relativos, en ámbitos como el grado de desarrollo y complejidad de las instituciones, el mercado y las empresas.

“Hoy la innovación ya no se da en un medio hermético sino que cruza fronteras y depende de la colaboración de varias entidades con el fin de obtener un resultado positivo para todos los involucrados. Los Emiratos Árabes Unidos están aprovechando una estrategia implantada a nivel mundial, cuyo objetivo es impulsar la innovación internacionalmente, a través de su propio programa de Ciudad Inteligente (Smart City) a fin de conquistar un mayor grado de conveniencia y satisfacción, y en ultima instancia de felicidad, para todos, afirma Osman Sultan, Jefe Ejecutivo de du.

Las dos naciones punteras en la región por cuarto año consecutivo son Israel (21º), que es sistemáticamente la única economía que aparece entre las 25 primeras en la clasificación general del Índice y entre las 10 primeras en todas las categorías del Índice, y Chipre (31º).  Turquía se sitúa en el 4º puesto en la región en 2016 y en el 42º en la clasificación general.  Armenia (60º) es la única economía en la región que logra un rendimiento superior en materia de innovación en relación con su PIB.

La región registra las calificaciones promedio más altas en acceso a las TIC y en creación de modelos de negocio orientados a las TIC, así como en gobernanza electrónica y crecimiento de la productividad.  Se observa un rendimiento menos destacado en las exportaciones de alta tecnología, las patentes y la calidad de las publicaciones.

Asia Sudoriental, Asia Oriental y Oceanía

Singapur (6º), la República de Corea (11º), Hong Kong (China) (14º), Japón (16º) y Nueva Zelandia (17º) lideran las clasificaciones en esta región.  La mayoría de los líderes en innovación en el Índice están en esta región o en Europa.

Entre las economías de ingresos medianos altos, China (25º), Malasia (35º) y Tailandia (52º) son las primeras de la región. Viet Nam (59º) mantiene el liderazgo entre las economías de ingresos medianos bajos, seguido de Filipinas (74º) e Indonesia (88º).  Camboya, que es una economía de ingresos bajos, mantiene su puesto (95º) en la clasificación general de las 100 principales economías.

En promedio, el desempeño más sólido en la región se registra en el número de enseñantes por alumno y en el crecimiento de la productividad, mientras que los resultados son inferiores en I+D financiado por empresas extranjeras, exportaciones e importaciones de servicios de TIC, e ingresos en concepto de propiedad intelectual.

Europa

Quince de las primeras 25 economías del Índice son europeas, entre ellas las tres primeras.  Suiza conserva el primer puesto por sexto año consecutivo, seguido de Suecia (2º) y el Reino Unido (3º). Detrás de estos tres líderes regionales, aparecen Finlandia (5º), Irlanda (7º), Dinamarca (8º), los Países Bajos (9º) y Alemania (10º), que en 2016 se coloca entre los 10 primeros.

En términos comparativos, Europa goza de instituciones sólidas e infraestructuras bien desarrolladas, si bien hay margen de mejora en el grado de desarrollo y complejidad de las empresas y en la producción de conocimientos y tecnología.  Europa lo hace especialmente bien en lo que se refiere al desempeño ecológico, el acceso a las TIC y la esperanza de vida escolar.  Al mismo tiempo, hay margen de mejora en la I+D financiada por la empresas, la I+D financiada por las empresas extranjeras, las exportaciones de alta tecnología y la presentación de solicitudes internacionales de patente.