El director general de la OMPI, Francis Gurry, habla sobre la inteligencia artificial y la PI
18 de junio de 2019
El pasado martes, el director general de la OMPI, Francis Gurry, señaló que el reto de gran magnitud que se plantea en materia de políticas sobre inteligencia artificial (IA) está contraponiendo la necesidad de disponer de volúmenes cada vez mayores de datos para impulsar la innovación en el ámbito de la IA con la posible reclamación de derechos de propiedad intelectual de dichos datos.
“Nuestro mayor desafío reside en los datos. Podemos observar cómo la multiplicidad de las dimensiones de política se cruza en torno a los datos”, dijo el Sr. Gurry en la alocución de apertura que formuló en la conferencia sobre las implicaciones comerciales, económicas y jurídicas de la inteligencia artificial y la PI: “AI: Decoding IP, Exploring the Commercial, Economic and Legal Implications”, celebrada los días 18 y 19 de junio de 2019 y organizada por la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido (UKIPO) y la OMPI.
El Sr. Gurry habló del inmenso volumen de información digital que se necesita para impulsar la IA, que utiliza esos datos en las tecnologías de aprendizaje automático y en otros productos de la IA. Y que es posible que esos datos no estén desprovistos de derechos de PI.
“Cómo armonizar el imperativo de, por una parte, fomentar la apertura en materia de innovación, y, por otra, tener en cuenta el interés o la necesidad de las empresas de mantener el sistema cerrado en cierta medida y poseer algún tipo de derecho protegido: ahí reside el principal dilema … estratégico y geopolítico que plantea la IA: cómo equilibrar la apertura y la privacidad”, dijo.
El Sr. Gurry señaló las conclusiones del informe OMPI: Tendencias de la tecnología - Inteligencia artificial, en que se muestra que, desde 1950, se han presentado más de 340.000 solicitudes de patente relacionadas con la IA, y que más del 50% de dichas solicitudes se han presentado a partir de 2013. El Sr. Gurry dijo que dichas conclusiones indican que el actual sistema de PI, que en gran medida es el resultado de la tecnología originaria de la era industrial, tiene enorme aplicación en la IA o se utiliza muy intensamente en la era digital.
Con todo, el desarrollo de la IA creará nuevos ámbitos de discusión en relación con el sistema de la propiedad intelectual.
“La cuestión fundamental es dilucidar qué tipo de planteamientos de políticas de PI favorecerán más adecuadamente el desarrollo de la innovación en el ámbito de la IA, que parece presentar prometedoras ventajas económicas y sociales.”
Otras cuestiones que es necesario examinar son: los ámbitos de la PI, como el derecho de autor y la información confidencial o los secretos comerciales; y ámbitos en que la tecnología de IA podría colarse en el actual sistema de PI.
“¿Y qué pasa con las posibles lagunas, esas esferas de la tecnología de la IA que quedan al margen del sistema de PI? ¿Qué planteamientos de innovación deberíamos diseñar con respecto a dichas posibles lagunas?”, preguntó.
“Creo que antes o después tendremos que formular respuestas, en el plano internacional, a todas esas cuestiones de política que se plantean a partir de la utilización de datos con respecto a la inteligencia artificial. Nos enfrentamos a este imperativo en un momento en que la capacidad para lograr que la comunidad internacional se ponga de acuerdo en algo es, cuando menos, extremadamente limitada. De modo que estamos ante uno de nuestros mayores dilemas”, añadió.
“Por ese motivo, estamos especialmente agradecidos con el Reino Unido por su firme voluntad de participar multilateral e internacionalmente en estas cuestiones en torno a la inteligencia artificial y a la propiedad intelectual para trabajar en la formulación de las preguntas adecuadas a las que, en última instancia, habrá que responder en el marco internacional.”
Los delegados de los Estados miembros de la OMPI y otros interlocutores debatirán sobre lA en la “Charla de la OMPI sobre la propiedad intelectual (PI) y la inteligencia artificial (IA)” que se celebrará el 27 de septiembre de 2019.
Durante su visita al Reino Unido, el director general tenía también previsto, entre otras actividades, reunirse con el secretario de Estado de Universidades, Ciencia, Investigación e Innovación del Reino Unido, Chris Skidmore, y también con el director ejecutivo y contralor general de la UKIPO, Tim Moss, y otros funcionarios.