Mensaje del Director General de la OMPI con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas
6 de agosto de 2015
Con profundo reconocimiento y respeto, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) se une el 10 de agosto a la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
La OMPI tiene el empeño de establecer un sistema internacional de propiedad intelectual equilibrado y eficaz que esté orientado al desarrollo y haga posible la innovación y la creatividad en beneficio de todos, incluidos los grupos como los Pueblos Indígenas. De ese modo, la OMPI seguirá contribuyendo a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, así como a la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y a los objetivos de desarrollo sostenible que se someterán a la adopción de la cumbre de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015.
El tema del presente año en relación con el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, “Agenda después de 2015: Garantizar la salud y el bienestar de los pueblos indígenas”, comprende una amplia gama de cuestiones, como la participación e inclusión de los Pueblos Indígenas en las políticas generales orientadas al desarrollo.
En concordancia con su objetivo estratégico de promover el uso de la propiedad intelectual en aras del bienestar de todos, las actividades de sensibilización de la OMPI comprenden seminarios, talleres prácticos, informes y guías que explican el uso de las herramientas de propiedad intelectual, como el derecho de autor, las marcas y lasindicaciones geográficas, sin olvidarse de las destinadas a los Pueblos Indígenas que deseen utilizarlas en beneficio propio.
Los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales de los Pueblos Indígenas forman parte de su identidad esencial y resultan fundamentales para su bienestar y cohesión social.
El patrimonio cultural de los Pueblos Indígenas encarna igualmente una innovación y una creatividad notables y constituye una fuente valiosa de inspiración y conocimientos para la sociedad en general, así como para los creadores e inventores, desde los diseñadores de moda hasta la industria farmacéutica, pasando por los músicos y los agricultores. Los conocimientos tradicionales también pueden desempeñar una función importante a la hora de responder a los desafíos globales, dando ideas a las personas para vivir en armonía con el medio ambiente, mitigar los efectos del cambio climático o fomentar la salud pública y la seguridad alimentaria.
El patrimonio cultural inmaterial es propenso a lo que muchos consideran la apropiación y el uso indebidos: resulta valioso y al mismo tiempo accesible en gran medida, a la vez que solo está protegido parcialmente en virtud del sistema internacional de propiedad intelectual que se halla en vigor. Ocuparse de esas cuestiones a nivel internacional contribuirá a que los Pueblos Indígenas ejerzan un control más adecuado de la utilización de sus conocimientos tradicionales y expresiones culturales tradicionales y se beneficien en mayor medida de dicha utilización, si así lo desean.
En 2009, los Estados miembros de la OMPI iniciaron las negociaciones destinadas a lograr un acuerdo sobre uno o varios instrumentos jurídicos internacionales que garantizaran la protección efectiva de los recursos genéticos, los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales.
En concordancia con los Artículos 18 y 31 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, la función y los intereses de los Pueblos Indígenas en tanto que sectores interesados fundamentales en esas negociaciones intergubernamentales han quedado reflejadas en las opciones incluidas en los proyectos de textos que se han elaborado hasta la fecha y en las diversas modalidades que contribuyen enormemente a lograr la participación plena y directa de los Pueblos Indígenas en las negociaciones de la OMPI.
A ese respecto, la OMPI acoge con agrado el documento final de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de septiembre de 2014, que reafirmaba el apoyo de los Estados miembros a la Declaración.