Estos días oímos hablar sin cesar de la innovación, y con razón, pues constituye el elemento central de nuestro bienestar social y económico.
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La innovación, y los avances tecnológicos que representa, contribuye de manera notable al crecimiento económico y crea oportunidades que se traducen en nuevos y mejores empleos.
En la campaña del Día Mundial de la Propiedad Intelectual del presente año festejamos la innovación y la manera en que mejora nuestras vidas. También rendimos homenaje a todos quienes asumen riesgos, a aquellas personas que se han atrevido a esforzarse por lograr cambios positivos a través de la innovación.
Director General de la OMPI, Francis Gurry
No solemos dedicar el tiempo suficiente a reflexionar sobre las diversas formas en que la innovación mejora la calidad de nuestras vidas. Basta con comparar la manera en que vivimos hoy en día y el modo de vida existente hace 100 años. Durante ese período hemos sido testigos de la extraordinaria transformación que se ha producido en nuestra calidad de vida material, gracias a la introducción de innumerables tecnologías y productos, ya sean nuevos o perfeccionados. Con la aparición de tecnologías tan extraordinarias como la realidad virtual, la inteligencia artificial, la impresión en 3D, los chips neuromórficos, la nanotecnología, la robótica, la edición del genoma (CRISPR) y otras más que se están poniendo a punto, las perspectivas de nuevos avances son muy halagüeñas.
Ahora bien, cabe preguntarse qué tiene que ver con todo ello la propiedad intelectual.
La propiedad intelectual es parte esencial de un sistema de innovación eficaz. Por una parte, proporciona ingresos a quienes asumen el riesgo de introducir algo “nuevo” en la economía, en forma de productos y servicios. Además, proporciona un marco por el que transitan las ideas en el difícil y complicado camino que han de emprender antes de convertirse en un producto o servicio disponible comercialmente.
En la campaña del Día Mundial de la Propiedad Intelectual del presente año festejamos la innovación y la manera en que mejora nuestras vidas. También rendimos homenaje a todos quienes asumen riesgos, a aquellas personas que se han atrevido a esforzarse por lograr cambios positivos a través de la innovación.
La campaña del presente año nos ofrece a todos la oportunidad de reflexionar sobre lo que hace falta en la práctica para inventar algo y los retos que conlleva ese proceso. También resulta oportuna para que consideremos la manera de lograr que la innovación redunde de verdad en beneficio de toda la sociedad.
Les deseo a todos ustedes un feliz Día Mundial de la Propiedad Intelectual, muy fructífero e innovador.