El director general de la OMPI, Francis Gurry, habló sobre tecnología y el sistema de PI
26 de septiembre de 2019
El director general de la OMPI, Francis Gurry, pronunció un discurso de apertura en la conferencia “IP HORIZON 5.0: Identificación de las oportunidades y los desafíos para la propiedad intelectual en una economía globalizada”, organizada por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y el Instituto McCarthy. La conferencia tuvo lugar los días 26 y 27 de septiembre de 2019 en Alicante (España).
Creo que la situación actual consiste esencialmente en que no tenemos el privilegio de poder conceptualizar lo que ha sucedido antes de que nos atrape una nueva serie de acontecimientos.
Francis Gurry, director general de la OMPI
En su intervención, el Sr. Gurry dijo que la velocidad del desarrollo tecnológico hace que sea difícil predecir su impacto en el futuro del sistema de propiedad intelectual (PI).
Entre otros temas, el Sr. Gurry se refirió a tres ámbitos en los que las nuevas tecnologías están teniendo un efecto notable:
- la administración de la PI
- la planificación en materia de PI
- la política relativa a la PI
Extractos del discurso pronunciado por el Sr. Gurry
Sobre la administración de la PI
La administración es probablemente el más fácil de tres aspectos extremadamente difíciles. Actualmente, en lo que respecta a la administración –y supongo que también al uso– de la propiedad intelectual, creo que por lo menos nos enfrentamos a tres retos, que son el volumen, los idiomas y la rapidez.
Sobre la planificación en materia de PI
Creo que la pregunta fundamental que se nos plantea es si la propiedad intelectual está al servicio de la innovación en la economía digital. Ese es el principal aspecto que debemos tener en cuenta, porque para eso tenemos la propiedad intelectual.
Sobre la política relativa a la PI
Creo que si miramos a nuestro alrededor está surgiendo lo que podríamos denominar un desencanto con las grandes compañías tecnológicas. Esto se observa en distintas partes del mundo, y no solo afectará a las tecnologías, sino también a la propiedad intelectual.