Marrakech, 17 a 28 de junio de 2013
Discurso de apertura, Francis Gurry, Director General, Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
Su Excelencia, Señor Mustapha Khalfi, Ministro de Comunicaciones,
Su Excelencia, Señor Abdullah Baha, Ministro de Estado,
Excelentísimos Señores Ministros,
Distinguidos Delegados:
Es un placer y un privilegio darles la bienvenida a la Conferencia Diplomática sobre la conclusión de un tratado que facilite a las personas con discapacidad visual y a las personas con dificultad para acceder al texto impreso el acceso a las obras publicadas, que se celebra en la magnífica ciudad de Marrakech.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) está profundamente agradecida al Reino de Marruecos por acoger esta Conferencia Diplomática, y a Su Majestad el Rey Mohammed VI, por la gentilísima atención personal que ha prestado a la Conferencia. Apreciamos sumamente la cálida bienvenida que se ha brindado a todas las delegaciones, la generosidad del Reino de Marruecos al favorecer la presencia de tan gran número de delegados y las excelentes disposiciones que se han tomado para la Conferencia. La cooperación que hemos recibido de las autoridades marroquíes pone de manifiesto el compromiso de que viene dando prueba desde siempre el Reino de Marruecos para participar en la vida de la OMPI.
Se justifica plenamente que esta Conferencia, cuya finalidad es ampliar las posibilidades de disfrute de la cultura, tenga lugar en Marrakech. La histórica función que ha desempeñado Marrakech como promotora del aprendizaje y la cultura será una fuente de inspiración para todas las delegaciones al tiempo que se esfuerzan por dar con formas prácticas de que nuestra cultura sea más inclusiva, mejorando con ese fin el acceso de las personas con discapacidad visual y las personas con dificultad para acceder al texto impreso a las obras que se publican.
El objetivo de la Conferencia Diplomática es relativamente simple y llano, a saber, contribuir a paliar el hambre de lectura que es la causa de que más de 300 millones de personas con discapacidad visual, en su mayoría procedentes de países en desarrollo, se vean excluidas de acceso a más del 90% de las obras publicadas. En un discurso pronunciado en 1952, con ocasión de la celebración del centenario del nacimiento de Louis Braille, Helen Keller dijo que, “con un toque de varita mágica, los seis puntos de Louis Braille se han transformado en escuelas en las que los libros en relieve son como buques y nos llevan a puertos de educación, bibliotecas y todos los medios de expresión que garantizan nuestra independencia”. La finalidad de la Conferencia Diplomática es crear un marco jurídico propicio para esa varita mágica y para las varitas mágicas de los audiolibros y los formatos en caracteres grandes, al facilitar la producción de formatos accesibles y su intercambio transfronterizo.
Llegamos a Marrakech con el consenso político necesario por parte de la comunidad internacional para cumplir ese objetivo, un consenso expresado en la decisión de convocar la Conferencia Diplomática. Pero todavía queda mucha labor por realizar para traducir ese objetivo en un marco práctico y operativo. Ese marco habrá de funcionar ajustándose a la realidad de un mercado mundial en el que cada vez son más las obras publicadas en formato digital. El mercado digital mundial conlleva la ventaja de ofrecer una disponibilidad sumamente mayor de obras, a la par de la desventaja de una vulnerabilidad cada vez mayor de los activos digitales frente a la apropiación indebida. Incumbe hoy a los negociadores la tarea de concebir un sistema factible para que los formatos accesibles puedan producirse e intercambiarse en todo el mundo de una manera sencilla y fácil y, por otro, ofrecer garantías a los autores y editores en el sentido de que el sistema no exponga sus activos a un uso indebido en mercados paralelos que no tienen por finalidad estar al servicio de las personas con discapacidad visual y las personas con dificultad para acceder al texto impreso. Del éxito en encontrar el debido equilibrio depende el éxito del tratado.
El logro de adoptar el Tratado de Marrakech no sólo aportará los beneficios que desde hace tanto tiempo esperan las personas con discapacidad visual y con dificultad para acceder al texto impreso, antes bien, pondrá en evidencia que el sistema multilateral es capaz de superar los desafíos de la diversidad de intereses y la disparidad de circunstancias para unirse en torno a una finalidad claramente definida.
Esa unidad fue lograda por los Estados miembros hace un año en Beijing en torno al objetivo de incluir a los actores y las interpretaciones y ejecuciones audiovisuales en el marco internacional del derecho de autor del que, sin justificación alguna, habían quedado excluidos. Hoy quiero instar a todos ustedes encarecidamente a reavivar el espíritu de Beijing en Marrakech y encontrar la unidad en torno al objetivo de incluir real y plenamente en nuestra cultura literaria a las personas con discapacidad visual y las personas con dificultad para acceder al texto impreso.
El Gobierno del Reino de Marruecos ha hecho todo lo posible por facilitar nuestra labor. A ese respecto, deseo rendir especial tributo a Su Excelencia, Señor Mustapha Khalfi, Ministro de Comunicaciones, que ha supervisado personalmente los preparativos en Marrakech y al Excelentísimo Señor Embajador Omar Hilale, Representante Permanente de Marruecos ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, por sus denodados esfuerzos y la gran atención que ha prestado a cada detalle para llevar a buen puerto los trabajos de la Conferencia. Expreso nuevamente nuestro agradecimiento al Gobierno y les deseo a todos ustedes el mayor de los éxitos en sus valiosísimos esfuerzos.