Conflicto
Una consultora de tecnología, titular de patentes en tres continentes, divulgó una invención patentada a un importante fabricante durante la ejecución de un contrato de consultoría. El contrato de consultoría no transfiría ni concedía licencias sobre derecho alguno al fabricante. Cuando el fabricante comenzó a vender productos en los que, según la empresa de consultoría, se incluía la invención patentada, esta manifestó su intención de iniciar una demanda por infracción de sus patentes en todas las jurisdicciones en las que era titular de dichas patentes.
Sometimiento a mediación y elección del mediador
Las partes comenzaron a negociar una licencia sobre las patentes con la ayuda de expertos externos pero no se pusieron de acuerdo sobre las regalías, ya que la indemnización de varios millones de dólares de los EE.UU. por daños y perjuicios que solicitaba la empresa consultora, superaba con creces el importe que ofrecía el fabricante. Las partes sometieron la controversia a mediación en virtud del Reglamento de Mediación de la OMPI. El Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI propuso a las partes mediadores especializados en patentes y en la tecnología en cuestión. Las partes optaron por nombrar a uno de esos mediadores.
Cuestiones Preliminares
Despues de su designación, el mediador realizó una conferencia telefónica con los abogados de las partes para discutir cuestiones preliminares tales como los objetivos de la mediación, los participantes en las reuniones de mediación, la necesidad de que tuviesen autoridad para transigir en representación de las partes, el papel del mediador, y los documentos que debían ser presentados. Las partes acordaron asimismo celebrar dos dias de reuniones en un lugar mutuamente convenido.
Antes de la primera reunión, la consultora de tecnología presentó un informe de expertos, que justificaba un aumento sustancial en la cuantía de daños y perjuicios solicitda. La otra parte amenazó con abandonar la mediación si ese informe no era retirado. A través de un intercambio de correos electrónicos y llamadas de teléfono entre las partes y el mediador se acordó que el informe no fuese retirado pero que su valor fuese menor y que su autor no asistiese a la reunión de mediación.
Comienzo
Para mejorar la relación de trabajo entre las partes y el mediador, el mediador celebró una cena informal con los representantes de cada sociedad con el acuerdo de que lo conversado durante la cena fuese "sin perjuicio" y no fuese considerado como acuerdo.
Reunión
En la reunión cada parte fué representada por un director con poder para transigir. Varios ejecutivos, expertos independientes y abogados asistieron en nombre de las partes. En el curso de la reunión, el mediador logró un acuerdo respecto a cuestiones procedimientales, como el orden de presentación de los escritos, normas de comportamiento y descansos programados en cada reunión. Una vez que los abogados de cada parte presentaron formalmente sus argumentos, el mediador se reunió de forma separada con los abogados de cada parte, pero sin la presencia de las partes y viceversa. En un momento dado se solicitó a los abogados que preparasen un presupuesto conjunto sobre el costo de los procedimientos judiciales en varios paises como alternativa a la mediación.
"Caucus"
Durante los siguientes dos dias el mediador celebró reuniones separadas con cada parte y sus abogados. Esas reuniones sirvieron para considerar cuales eran las alternativas a un acuerdo, los puntos fuertes y débiles de sus posiciones legales, sus intereses reales que debían formar parte de cualquier posible acuerdo y las distintas opciones para lograr un acuerdo. El mediador no presentó su propia evaluación de los intereses y situaciones legales de las partes, sino que interrogó a los abogados en presencia de las partes, respecto del costo e incertidumbre de los procedimientos judiciales y de los puntos fuertes y débiles de sus argumentos.
Los "caucus" permitieron al mediador apreciar que los intereses de las partes podían ser reconciliados, y que cada parte tenía dificultades a nível interno que podían ser resueltas por la otra parte. Para la consultoría, una victoria ante los tribunales no le iba a proporcionar nuevos contratos de consultoría e incluso podría hacerle perder clientes potenciales. El fabricante debía enfrentar el dilema de continuar explotando la tecnología sujeto a la decisíon final arriesgándose a un aumento en la cuantía de daños y perjuicios o hacer el esfuerzo y incurrir en los gastos de cambiar a una tecnología menos adecuada para limitar su riesgo financiero. Sin embargo, cada parte asumía que la otra no sería capaz o no querría cooperar en el futuro. Esta información fue obtenida por el mediador en "caucus" con las partes. El mediador ahora debía encontrar una manera de exponer estas realidades a cada parte sin desvelar información confidencial.
Avance en las negociaciones
Se presentó una oportunidad de hacerlo en el curso de una reunión entre el mediador con los representantes de cada parte sin que estuviesen presentes sus respectivos abogados. Despues de que las partes discutiesen la cuantía de los daños y perjuicios y el pago de regalías, el mediador preguntó a los administradores de las partes como uno podía solicionar el problema del otro. Tan pronto las partes se dieron cuenta que las suposiciones del otro eran incorrectas y que estaban dispuestos a cooperar, una de las partes realizó una sugerencia que la otra aceptó en terminos generales.
Desarrollo del acuerdo
Una vez logrando este avance, se celebró una reunión plenaria durante la cual los abogados redactaron un borrador de acuerdo. Este proyecto no tenía fuerza vinculante pero serviría como base para futuras conversaciones entre las partes, sus abogados y el mediador. Una versión de ese acuerdo fué finalmente firmada por las partes. Un acuerdo formal fué redactado por los abogados de las partes posteriormente y fué ejecutado unas semanas después.