18 de octubre de 2023
En los bucólicos paisajes de Chile, dos explotaciones agrícolas se enfrentan a los desafíos crecientes que plantean un clima impredecible, la escasez de agua y el aumento de las temperaturas. Todo ello está dificultando sus actividades y supone una amenaza para su sustento. WIPO GREEN ayuda a estos agricultores a adaptarse al cambio climático tendiendo puentes entre sus necesidades y los proveedores de tecnologías verdes que pueden ayudarlos. Mediante este proceso, los agricultores esperan reducir su dependencia de las energías no renovables, mejorar sus cosechas y resistir mejor los efectos del cambio climático. Sin embargo, este reto no afecta solo a Chile. A medida que se intensifique el cambio climático, los agricultores de todo el mundo tendrán que adaptar sus métodos.
Cristian Hernández Carrillo gestiona plantaciones de cerezos en Osorno (Chile). Su región se enfrenta a adversidades climáticas considerables: granizo impredecible, vientos extremos y lluvias excesivas. Más al norte, en la comuna chilena de Malloa, Agrícola Tambo, una empresa exportadora de fruta, se enfrenta a sus propios desafíos climáticos. Para Cristóbal Valentín Morales, administrador de la explotación, cada año que pasa trae consigo menos lluvias. Lo que ocurre en Osorno y Malloa repercute más allá de las comunidades locales. Muchas granjas y viñedos de Chile, por ejemplo, se han trasladado hacia el sur en busca de más lluvia como respuesta a condiciones climáticas cambiantes. Sin embargo, los agricultores se están dando cuenta de que ni siquiera las zonas meridionales de Chile son inmunes a los efectos del cambio climático.
El problema va más allá de las aberraciones meteorológicas. La adaptación al cambio climático en un sector que funciona con márgenes estrechos y que está a una mala temporada de pasar apuros económicos es difícil. Morales sabe que las bombas de agua de su explotación, que funcionan de octubre a marzo para alimentar a los cerezos, suponen una parte importante de su factura anual de electricidad. Pese a ello, la calidad de las cerezas no puede verse comprometida.
Las plantaciones de Osorno se enfrentan a sus propias dificultades económicas, ya que los vientos, cada vez más fuertes, destruyen los sistemas de protección diseñados para proteger las preciadas cerezas. "La producción de cerezas tardías en la zona sur de Chile (Osorno) comenzó como una alternativa comercial atractiva y con buenos retornos para los productores. Sin embargo, dadas las condiciones climáticas de lluvias, vientos y radiación solar, la calidad y la condición de la fruta se han visto afectadas, lo que se traduce en menores retornos para los productores. En consecuencia, la rentabilidad ha disminuido", señala Ramiro Poblete, asesor externo de Cooprinsem, cooperativa agrícola que puso en contacto a los consultores de WIPO GREEN con las plantaciones de cerezos.
Como parte del proyecto de aceleración para América Latina de WIPO GREEN, financiado por el Fondo Fiduciario Mundial del Japón para la Propiedad Industrial y ejecutado en colaboración con el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) de Chile, el equipo de consultores sobre el terreno de IALE Tecnología, una consultora privada, puso en contacto a Agrícola Tambo con Tesla Energy. Agrícola Tambo quiere implantar una tecnología que ahorre costos energéticos y reduzca su huella de carbono, manteniendo al mismo tiempo la calidad de las cerezas. Tesla Energy aporta sus conocimientos en soluciones de energía solar e IALE Tecnología actúa como agente tecnológico, coordinando y afinando la comunicación y las expectativas de todas las partes implicadas. La solución propuesta es eficaz y sencilla: sustituir las bombas de riego eléctricas por otras alimentadas con energía solar.
En Osorno, WIPO GREEN facilitó una asociación con VOEN, una empresa alemana especializada en sistemas de cobertura agrícola de primera calidad resistentes al viento. La principal necesidad de la explotación de cerezas reside en protegerse de los problemas inducidos por el clima, como el rajado de la fruta, la pérdida de flores y las enfermedades de las plantas, que dan lugar a una calidad inferior del producto y a pérdidas de producción. Aprovechando sus operaciones comerciales locales en Chile, VOEN adaptó la tecnología de cobertura para salvaguardar la calidad de los frutos de estos contratiempos climáticos, lo que puede facilitar el crecimiento de sus cultivos frutícolas orientados a la exportación. Una vez instalados, estos sistemas de cobertura protegerán las frutas de los fuertes vientos y el granizo que afectan con frecuencia a la región.
"Los sistemas de cobertura de VOEN se adaptarán fácilmente a la estructura que Cristian utiliza actualmente en sus plantaciones de cerezos. El sistema de cubierta autoventilada permitirá que la cosecha de cerezas produzca su máximo potencial en rendimiento y calidad", afirma Roberto Johow, representante de VOEN, que ha visitado la explotación de cerezas de Osorno.
Las soluciones son prometedoras, pero aunque las tecnologías parecen estar al alcance de la mano, su aplicación tropieza con obstáculos económicos. Las inversiones iniciales en tecnologías verdes pueden ser prohibitivas, especialmente para las explotaciones más pequeñas. También añade una nueva capa de complejidad a un problema ya de por sí enrevesado: cómo garantizar que los sistemas financieros evolucionen en paralelo a las necesidades medioambientales.
La posición mundial de Chile como potencia exportadora de fruta aumenta la relevancia y la importancia de la resolución de sus problemas nacionales. Los esfuerzos emprendidos en Osorno y Malloa para adaptarse al cambio climático tienen implicaciones mucho más allá de las fronteras de Chile. Mientras estas empresas chilenas esperan las inversiones que podrían convertirlas en modelos mundiales de agricultura sostenible, su difícil situación es representativa de un mundo que se encuentra en un punto de inflexión económico y medioambiental. Su lucha no consiste solo en evitar calamidades locales, sino en reescribir las reglas de lo que constituye una inversión inteligente a largo plazo.
IALE Tecnología, en colaboración con el INAPI y WIPO GREEN, trabaja para poner en marcha mecanismos de financiación para ambas tecnologías. Se ha presentado una solicitud de financiación a un fondo agrícola nacional en Chile para la tecnología que se va a implantar en Malloa. En cuanto a Tesla Energy, tras una evaluación de múltiples opciones, la estrategia actual consiste en seguir un modelo de arrendamiento directo. Estos esfuerzos de colaboración y enfoques estratégicos de financiación serán fundamentales para impulsar soluciones agrícolas y energéticas sostenibles en la región.
Si Agrícola Tambo puede pasarse a la energía solar y Osorno puede proteger sus cerezas, quizá las explotaciones agrícolas de Viet Nam puedan mitigar la escasez de agua y los cultivadores de cacao de Ghana puedan adaptarse al aumento de las temperaturas. WIPO GREEN sirve de catalizador y sus funciones de emparejamiento constituyen un modelo que se puede reproducir. Como plataforma, WIPO GREEN se está preparando para el futuro. La base de datos se actualiza continuamente, es accesible desde cualquier parte del mundo y sirve como recurso en expansión para la innovación verde. A medida que el cambio climático se intensifica, las conexiones facilitadas por la OMPI podrían acelerar el intercambio de tecnologías y estrategias de adaptación, lo que facilitará que las explotaciones agrícolas de todo el mundo sean más resistentes. Al fin y al cabo, el cambio climático no reconoce fronteras, y tampoco debería hacerlo la lucha contra él.
La lucha de estas plantaciones es, en muchos sentidos, la lucha del mundo en general: equilibrar las necesidades económicas inmediatas con la viabilidad a largo plazo de la vida en un planeta que se calienta. Es un equilibrio delicado, pero como demuestran estas explotaciones chilenas, no es imposible. Su trayectoria pone de relieve lo que constituye la esencia de invertir en tecnologías de adaptación al clima: no es solo para obtener beneficios, sino también para sobrevivir. En la precaria contabilidad del cambio climático, ésta es una anotación que merece la pena hacer.