30 de noviembre de 2022
Los retos y las restricciones mundiales que desencadenó la pandemia de COVID-19 supusieron obstáculos inesperados para la mayoría de las empresas de todo el mundo. Muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) no fueron capaces de superar estos retos sin precedentes, aunque hubo algunas que pudieron sobrevivir, e incluso prosperar, gracias a ideas innovadoras. Tres pymes de la región de Asia y el Pacífico comparten cómo se beneficiaron de la protección de su propiedad intelectual (PI) para aprovechar el potencial de su innovación.
El doctor Dexter Galban creó Alaga Health, un mercado digital de salud y plataforma de servicios sanitarios en Filipinas para ayudar a los pacientes con dificultades para obtener una consulta médica. Dexter sufrió estas dificultades en carne propia cuando su abuela falleció porque su familia no podía acceder a una atención médica domiciliaria de calidad, ni pagarla.
La idea de Alaga Health se conceptualizó a finales de 2019, pero Dexter tardó un año en explorar mejor el mercado, en el contexto del auge de las aplicaciones de telemedicina, que experimentaron un crecimiento explosivo durante la pandemia de COVID-19. Dexter comprendió que había un gran potencial para las prestaciones de telesalud, así que Alaga Health se lanzó y registró su marca en diciembre de 2020.
Alaga Health reúne a pacientes y proveedores sanitarios en una misma plataforma, y es accesible desde cualquier lugar de Filipinas. La aplicación es fácil de usar y se ha puesto especial cuidado en que la plataforma resulte atractiva para los pacientes de edad avanzada. En Alaga Health, los pacientes pueden programar visitas clínicas, visitas a domicilio o consultas con cualquier profesional sanitario que participe en el sistema. Además de las consultas y visitas, Alaga Health promueve la educación sanitaria con videos informativos.
Max Mandias y Helga Angelina, una pareja indonesia, abrieron juntos en 2013 Burgreens, un modesto café vegano que más tarde convirtió en una cadena de 16 establecimientos por toda Indonesia. Les motivaba su pasión por la comida sana y el medio ambiente. La pareja emplea a más de 250 personas en toda su cadena de cafés, pero cuando se declaró la pandemia de COVID-19 las ventas cayeron en picado, amenazando el sustento de sus 250 empleados y la supervivencia de la empresa. Así pues, decidieron transformar los platos veganos más vendidos de sus cafés en alimentos congelados con un envasado mínimo, y lanzaron una segunda empresa llamada “Green Rebel”. Seis meses después de lanzar sus alimentos congelados bajo la marca Green Rebel, su popularidad creció y acabaron registrando internacionalmente su marca Green Rebel en ocho países. Max y Helga se basan en secretos comerciales para proteger la fórmula que utilizan para producir sus alimentos Green Rebel. Green Rebel ha sido un innovador salvavidas para la familia Burgreens, y es producto de las difíciles circunstancias de la pandemia.
Mientras muchos negocios lo pasaban mal durante la pandemia de COVID-19, Indra Gunawan vio una oportunidad. El sector de la hostelería sufrió un duro golpe durante la pandemia y él se dio cuenta de que la gente quería estar al aire libre, sentirse segura en espacios abiertos y lejos de las multitudes.
Partiendo de su ya exitosa cadena de hoteles cápsula, Bobobox, Indra lanzó Bobocabin en febrero de 2021, llevando el concepto de la cápsula a la naturaleza en forma de cabañas. Los dibujos o modelos industriales de las cápsulas y cabañas Bobobox y Bobocabin están protegidos en Indonesia. Indra también ha registrado las marcas de Bobobox y Bobocabin en Indonesia y otros países de la región.
Al adaptarse a las necesidades de alojamiento para viajes pandémicos y pospandémicos, Bobocabin ha tenido un enorme éxito, con una tasa de ocupación del 100% desde febrero de 2021. La empresa ha crecido hasta contar con más de 200 Bobocabins en seis ubicaciones de Indonesia.
La PI ha sido esencial para la supervivencia de muchas empresas durante la pandemia de COVID-19 y ha permitido a innovadores, creadores y empresarios transformar su inventiva en ganancias económicas.
El director general de la OMPI, Daren Tang, reconoció la necesidad de prestar un mayor apoyo a los Estados miembros para hacer frente a la pandemia de COVID-19 y reconstruir mejor su economía, como parte de sus esfuerzos de recuperación económica sostenible tras la COVID. En octubre de 2021, la OMPI puso en marcha un paquete de medidas de apoyo para sacar provecho de la PI y fomentar la creatividad, la innovación y el espíritu empresarial necesarios para la creación de empleo, la inversión, el crecimiento empresarial y el desarrollo socioeconómico pospandemia.
El paquete de medidas en respuesta a la COVID-19 tiene por objeto, en particular, mejorar la colaboración con los usuarios potenciales de la PI en todas las regiones, en especial con pymes, mujeres, comunidades locales e indígenas, investigadores, innovadores, creadores y emprendedores.