Proteger el oro líquido de Antigua y Barbuda
8 de julio de 2024
La apicultura en Antigua y Barbuda sigue floreciendo a pesar de la avalancha de problemas ambientales y económicos que han afectado al país en los últimos años, en particular el huracán Irma en 2017 y la pandemia de COVID-19.
La resiliencia de la producción de miel en el país es posible gracias a un grupo de abnegados apicultores que trabajan juntos para reconstruir la población de abejas melíferas de Antigua y Barbuda y proteger sus productos locales cuidando debidamente el medio ambiente. Estos apicultores son miembros de la Cooperativa de Apicultores de Antigua y Barbuda (ABBC), una de las cooperativas de agricultores más antiguas del país (creada en 1993) y en cuyo logotipo se declara con orgullo que las abejas protegen el medio ambiente.
La ABBC está dirigida por Davina Laville Joyce, su actual presidenta, que cuenta con el apoyo de Brent Georges y de John Mussington, un apicultor de segunda generación de la isla de Barbuda. Ambos son miembros veteranos de la ABBC y ofrecen valiosos consejos sobre la producción de miel en el país.
Con el apoyo de la Oficina de Propiedad Intelectual y Comercio de Antigua y Barbuda (ABIPCO) y la OMPI, la ABBC logró un hito histórico en 2024 al registrar las primeras marcas colectivas del país para proteger: la Antigua and Barbuda Wild Flower Honey, la Barbuda Logwood Honey y la propia ABBC.
Con estas marcas colectivas, la ABBC intenta promocionar la imagen de marca de sus productos derivados de la miel y promocionarlos a escala local, regional e internacional, sobre todo entre los aficionados a la miel y la gastronomía. Los apicultores confían en las propiedades únicas de lo que muchos en el país denominan “oro líquido”.
La Barbuda Logwood Honey procede de abejas que se alimentan de flores de palo de tinte (Haematoxylum campechianum), por lo que la miel que producen es una miel única que se caracteriza por diversas cualidades, como una fuerte fragancia y el color de esas flores. La Antigua and Barbuda Wild Flower Honey se reconoce por su color marrón intenso y su sabor único, el cual conserva notas de regaliz negro, ron o coñac según el proceso de envejecimiento y fermentación.
Plan B, de “aBeja”
La vida de John Mussington, apicultor de segunda generación, ha estado marcada por la miel, las abejas y las picaduras. John formó parte de un proyecto del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura financiado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2017 destinado a establecer una indicación geográfica (IG) para la Barbuda Logwood Honey, y de otro proyecto de la FAO en 2018 para formar a 10 apicultores en Barbuda con miras a restaurar las colonias de abejas melíferas que se habían perdido en el huracán de 2017. A pesar de estos esfuerzos, la pandemia de COVID-19 paralizó todos los proyectos
En 2021, Ricki Camacho, la registradora de ABIPCO se enteró de la existencia del paquete de medidas de la OMPI en respuesta a la COVID-19 y de los esfuerzos de la Organización por ayudar a los países en su recuperación de la pandemia sirviéndose de la propiedad intelectual con miras a facilitar la creatividad, la innovación y el espíritu empresarial necesarios para la creación de empleo, la inversión, el crecimiento empresarial y el desarrollo socioeconómico. Ricki pidió apoyo para la industria apícola local, la cual se había visto afectada negativamente por la pandemia.
La OMPI y la ABIPCO ofrecieron conjuntamente orientación a la ABBC sobre el potencial económico de una marca colectiva, estimando que reforzaría la competitividad del sector apícola a corto plazo, al tiempo que serviría de piedra angular para el camino a largo plazo del sector hacia la obtención de una indicación geográfica (IG). .
La propiedad intelectual es muy importante porque ayuda a proteger la producción de miel y a garantizar su calidad. La marca colectiva fue el primer paso para dar a conocer la miel de Antigua y Barbuda y, al mismo tiempo, sentar las bases para proteger otros productos agropecuarios del país. Queríamos encender un fuego y ver cómo se extendía, sobre todo porque necesitamos luz.
Ricki Camacho, registradora de la Oficina de Propiedad Intelectual y Comercio de Antigua y Barbuda
Antes de la pandemia de COVID-19, la mayor parte del suministro de alimentos de Antigua y Barbuda dependía de importaciones, pero con los cierres de fronteras en todo el mundo se hizo evidente la necesidad de desarrollar un sector agropecuario más fuerte. El país también experimentó un aumento en la población desempleada al paralizarse temporalmente el sector turístico, y muchas de estas personas pasaron al sector agropecuario para asegurar su subsistencia. La apicultura era un negocio en auge en las islas y la International Health Outreach (IHO), junto con la ABBC, se encargaron de formar a 60 mujeres en ese sector en el momento álgido de la pandemia.
Dedíquense a la apicultura y a la producción de miel. La apicultura nos permite salvaguardar el medio ambiente y obtener ingresos adicionales, por ejemplo, a través del ecoturismo, que se basa en la sostenibilidad. Nuestro entorno natural tiene valor y utilizar la propiedad intelectual para cuidarlo a través de la protección de un producto nos permite beneficiarnos económica y ecológicamente.
John Mussington, apicultor de segunda generación en Barbuda.
Las marcas colectivas Antigua and Barbuda Wild Flower Honey y Barbuda Logwood Honey han permitido a la ABBC crear una base de clientes cada vez mayor gracias a la reputación y la calidad garantizada de la miel. Los productos derivados de la miel ocuparon el segundo y tercer puesto en el concurso regional de miel de 2023, celebrado en Santa Lucía.
Ahora que el sector apícola de Antigua y Barbuda continúa su desarrollo y sigue ganando reconocimiento por su miel excepcional, y el sector turístico del país se recupera, la ABBC confía en poder poner en marcha un ecoturismo centrado en la apicultura. En última instancia, la ABBC pretende concienciar sobre la importancia de la conservación del medio ambiente y el papel clave de las abejas en el ecosistema de Antigua y Barbuda.