Innovar para el desarrollo
¿Cómo puede la innovación mejorar la situación social y económica de los países en desarrollo? Vea cómo esas economías pueden adoptar políticas que contribuyan al logro de objetivos de desarrollo más amplios.
Como en cualquier economía, la innovación en las economías en desarrollo se produce tanto por la creación local de nuevas tecnologías como por la adaptación de tecnologías extranjeras.
No obstante, la capacidad de las economías en desarrollo para absorber o generar soluciones tecnológicas que respondan a sus necesidades socioeconómicas depende de su ecosistema de innovación local y del grado de conexión con las redes de innovación mundiales.
Casos emblemáticos
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Es fundamental impulsar los ecosistemas locales de innovación
La investigación destinada a comprender cómo interactúan la innovación y la PI con las actividades económicas y las estrategias empresariales en las economías en desarrollo puede arrojar luz sobre cómo las políticas de innovación pueden ayudar a los países a lograr un crecimiento económico sostenible y a largo plazo.
Los países en desarrollo son muy heterogéneos; existe una gran diferencia entre las economías emergentes de rápido crecimiento y los países menos desarrollados.
En algunas economías en desarrollo, las partes interesadas en el ecosistema de innovación pueden tener acceso a distintos niveles de capacidad innovadora. Esas economías (por lo general las de renta media) pueden aprovechar su capacidad científica, capital tecnológico y mano de obra cualificada con el fin de reducir la brecha tecnológica respecto a las economías más avanzadas.
En otros casos, es posible que tanto quienes participan en el mercado como quienes no lo hacen no dispongan de la suficiente capacidad innovadora local para determinar, asimilar y aprovechar las nuevas tecnologías desarrolladas en otros lugares o para generar las propias innovaciones. El bajo poder adquisitivo puede dificultar el acceso a la innovación mundial para satisfacer sus necesidades. Es posible que la infraestructura básica -como carreteras, suministro eléctrico o atención médica- y las instituciones importantes, como un sector financiero eficaz, tengan menos presencia, por lo que algunas tecnologías extranjeras resultarán menos adecuadas. En ese caso, la innovación podría ser de baja cualificación, generalmente a pequeña escala y dirigida a comunidades o regiones específicas.
¿Cuál es el papel de la transferencia tecnológica?
La adaptación de las tecnologías extranjeras a las necesidades de los mercados de las economías en desarrollo suele ser gradual, es decir, se añaden pequeñas mejoras a la tecnología original. No obstante, no todas las tecnologías extranjeras pueden aplicarse fácilmente a las economías en desarrollo.
Las innovaciones procedentes de economías altamente innovadoras están concebidas para economías con grandes recursos de capital, mano de obra cualificada, infraestructuras de alta calidad y consumidores con un alto poder adquisitivo. Las economías en desarrollo suelen disponer de una mano de obra relativamente abundante pero menos cualificada, están segmentadas con necesidades diversas, cuentan con infraestructuras débiles y el poder adquisitivo de los consumidores es relativamente bajo.
Estas diferencias suelen hacer que las tecnologías de vanguardia sean menos apropiadas para las necesidades de las economías más pobres. Aun siendo apropiada para las necesidades locales, la innovación de vanguardia suele ser costosa. La adaptación de las tecnologías de vanguardia para que sean asequibles requiere un alto nivel de conocimientos técnicos.
Aunque las tecnologías de las economías en desarrollo pueden difundirse a otras economías en desarrollo, el éxito de la transferencia de tecnología depende de que las necesidades y competencias en el lugar de destino sean similares a las del país de origen.
¿Cómo innovar en un entorno con limitaciones?
Los problemas locales suelen necesitar soluciones que tengan en cuenta las condiciones locales. Entre esas condiciones suelen figurar la falta de acceso a la financiación, la insuficiencia de infraestructuras de energía, transporte y telecomunicaciones y la escasez de mano de obra cualificada, entre otras. Para que la innovación en las economías en desarrollo responda a las necesidades locales, también debe contar con actores ajenos al mercado, como centros de investigación, organismos públicos y organizaciones no gubernamentales (ONG).
Habida cuenta de que el precio es una de las principales limitaciones, a menudo la innovación en las economías en desarrollo se orienta hacia la reducción de costes, ya sea utilizando insumos más baratos -como materias primas locales para sustituir a las originales- o suprimiendo elementos de la tecnología para dejar lo estrictamente necesario. En economía, esas innovaciones no convencionales se denominan frugales o básicas, ya que se producen teniendo en cuenta las necesidades y el poder adquisitivo locales.
Además, las economías en desarrollo suelen carecer de instituciones que faciliten y apoyen la innovación, con lo que esas actividades quedan en manos del sector informal. Ahora bien, las innovaciones generadas en el sector informal tienen pocas posibilidades de expansión.
Este tipo de innovaciones frugales o informales no suelen estar documentadas en artículos científicos, boletines técnicos o patentes, lo que dificulta enormemente su reproducción y difusión. A menudo pasan desapercibidas para los responsables de las políticas de innovación, ya que no están bien reflejadas en los indicadores habituales de innovación, como la inversión en I+D, la mano de obra cualificada o las mencionadas publicaciones científicas y patentes. Por ello, ese tipo de innovaciones locales a menudo se denominan innovaciones "no detectadas".