La igualdad de género y el empeño del Japón en no dejar a nadie atrás

A lo largo de los años, ha quedado constancia fehaciente del vertiginoso crecimiento económico de Asia. Pese a esa tendencia, las inventoras parecen haberse quedado rezagadas. Continúe con la lectura para conocer las medidas adoptadas por el Japón con miras a colmar esta brecha de género en la innovación.

En su presentación en la serie de seminarios en línea de la OMPI sobre la brecha de género en la PI en la región de Asia y el Pacífico, la Dra. Miyoko Watanabe, investigadora del Centro de I+D de Toshiba y presidenta del Comité sobre Innovación con Perspectiva de Género del Consejo Científico del Japón, señaló la importancia de la participación de las mujeres en el ámbito de la propiedad intelectual.

¿Por qué debemos promover la igualdad de género y la participación de las mujeres en la innovación y la ciencia y la tecnología?

La inmensa mayoría de las patentes de los quince ámbitos tecnológicos son fruto del trabajo de equipos formados exclusivamente por hombres. Incluso en los ámbitos en los que hay casi el mismo porcentaje de científicas que de científicos, los equipos masculinos acaparan más de un tercio de las invenciones.

¿Por qué debemos fomentar la participación de las mujeres?

Al margen del razonamiento de justicia natural, conforme al cual las mujeres merecen tener el mismo grado de participación que los hombres, y de la pérdida de potencial que conlleva el desaprovechamiento de la plena capacidad inventiva del conjunto íntegro de profesionales, la Sra. Miyoko insiste en que la integración de inventoras puede incrementar el valor económico de las invenciones. De hecho, el Banco de Desarrollo del Japón ha llevado a cabo estudios que demuestran que, en el ámbito de la ingeniería, el valor económico de las invenciones procedentes de equipos japoneses mixtos es un 50% superior al de los equipos constituidos únicamente por hombres.

¿Cuál es la situación de Asia?

Los indicadores generales de Asia en materia de igualdad de género, según el índice de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ponen de manifiesto que la igualdad de género es uno de los puntos más débiles de la región. El Japón, en particular, es uno de los tres únicos países de la OCDE que aún se enfrenta a grandes desafíos en ese sentido.

Asimismo, existen ciertos prejuicios sobre las mujeres asiáticas en todo el mundo que repercuten en su participación en actividades innovadoras como, por ejemplo:

• sesgos de selección por parte de los responsables de la toma de decisiones en materia de capital riesgo, que son más proclives a elegir a empresarios varones blancos que a empresarias o empresarios de otros grupos raciales; y
• sesgos en el aprendizaje automático en los procesos de traducción y reconocimiento facial, que dificultan la identificación de las mujeres asiáticas.

La evolución de la participación de las mujeres en la ciencia

La proporción de investigadoras japonesas ha aumentado de forma constante en los últimos 20 años. No obstante, el ritmo de este crecimiento es demasiado lento. Para alcanzar una presencia femenina del 30% en la investigación en el Japón, habría que esperar otros 35 años como mínimo.

Por otra parte, al analizar esta misma relación en distintos ámbitos, los resultados muestran que la participación de las mujeres en la ingeniería y las ciencias naturales es radicalmente inferior a la que se observa en la enfermería y la economía doméstica.

¿Qué medidas ha adoptado el Japón para corregir esta tendencia?

El Consejo Científico del Japón ha creado varias organizaciones dedicadas a conceder premios a las investigadoras con el fin de promover su labor. Estos premios son los siguientes:

• los Premios Jun Ashida, dirigidos a investigadoras menores de 40 años en cualquier ámbito científico; y
• los Premios Marie Curie, que recompensan a las jóvenes promesas de la investigación científica y tecnológica.

En 2022, la Universidad de Tokio puso en marcha un plan para la igualdad de género con objetivos a 5 años vista, a saber:

• que la participación de las catedráticas y profesoras asociadas pase del 16% al 25%, y
• que el porcentaje de alumnas pase del 20% actual al 30% en 2027.

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