La salud mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: el papel de la innovación en la respuesta a los ODS relacionados con la salud

Abril de 2024

En consonancia con el tema del Día Mundial de la Propiedad Intelectual de este año, que se centra en el vínculo entre la propiedad intelectual (PI) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), este artículo ilustra el modo en que la salud se entrecruza con estos objetivos y la necesidad de seguir fomentando la innovación en el espacio sanitario.

La COVID-19 puso de manifiesto el modo en que la salud influye en todas las facetas de nuestras vidas. Durante la pandemia, los avances en la reducción de la pobreza sufrieron su mayor revés en décadas, la prestación de servicios educativos se vio perturbada y quedaron patentes las disparidades en cuanto al acceso a medicamentos y tratamientos. La COVID-19 también evidenció que determinadas poblaciones -entre ellas las mujeres, las comunidades indígenas y los migrantes en los países de ingresos medianos y bajos- son más vulnerables a las emergencias de salud pública.

Los ODS ofrecen una hoja de ruta para alcanzar la prosperidad y la paz. La salud mundial es esencial para lograrlo, ya que sostiene la totalidad de los ODS. Los resultados relacionados con la salud forman parte integral de la consecución de los 17 ODS, y el uso estratégico de la PI puede facilitar este logro.

El ODS n.º 3 se conoce como «el objetivo de la salud» y se centra en la "salud y bienestar". Sobre la base de este objetivo, los países aspiran a reducir la mortalidad materna, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños, acabar con las epidemias de malaria, tuberculosis, sida y enfermedades tropicales desatendidas, garantizar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva y lograr la cobertura sanitaria universal, garantizando que todas las personas puedan acceder a unos servicios sanitarios de calidad.

La salud es un tema transversal que se aborda en todos los ODS

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Imagen: Naciones Unidas

Desde acabar con la pobreza y el hambre hasta garantizar una educación de calidad y promover sociedades inclusivas, la salud está presente en todos los ODS.  De hecho, hay muchos problemas de salud que pueden abordarse mediante el cumplimiento de los ODS:

  • En lo que respecta a la igualdad de género (ODS n.º 5), existe una gran brecha en la investigación de enfermedades relacionadas con afecciones específicas de la mujer, como la endometriosis -una enfermedad en la que el tejido endometrial crece fuera de la pared uterina causando dolor pélvico y, de forma más general, en la investigación de aquellas enfermedades que afectan a las mujeres de forma desproporcionada. Por ejemplo, la mayor parte de la investigación sobre enfermedades cardiovasculares se realiza en hombres, lo que ha dado lugar a que las mujeres sigan recibiendo un tratamiento insuficiente para estas enfermedades. Como consecuencia, tanto las tasas de hospitalización como las complicaciones mortales tras un ataque cardíaco han aumentado drásticamente entre las mujeres. Prueba de ello es un reciente informe del Foro Económico Mundial,[1] según el cual, a causa de esta brecha en la investigación médica, una mujer pasa una media de nueve años con mala salud, lo que significa que las mujeres pasan un 25 % más de años con mala salud que los hombres.
  • En las industrias farmacéutica y de tecnología médica (productos y servicios utilizados en la atención al paciente), la fabricación local en países de ingresos medianos y bajos puede impulsar el crecimiento económico sostenible (ODS n.º 8). Las perturbaciones mundiales como la pandemia de COVID-19 y las repercusiones geopolíticas y en la cadena de suministro de gran alcance. La producción local permite una adaptación más rápida a las cambiantes demandas del mercado; además, el fomento de la producción local sostenible apoya la creación de empleo y el desarrollo de capacidades.
  • Cada año, miles de personas mueren a causa de cepas farmacorresistentes de infecciones bacterianas comunes como la malaria y la tuberculosis. Se calcula que la cifra total de muertes en el mundo relacionadas con infecciones resistentes a los antibióticos alcanzará los 10 millones anuales en 2050.[2] Entre los factores que impulsan la resistencia a los antimicrobianos se encuentran los residuos de la fabricación de antibióticos que contienen principios activos farmacéuticos. Para frenar esta resistencia, las empresas farmacéuticas y las industrias afines desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar que sus modelos de producción sean sostenibles (ODS n.º 12). Mejorando las prácticas de gestión de las aguas residuales, se puede mitigar el riesgo de resistencia a los antimicrobianos y el daño medioambiental.
  • Otra gran amenaza para la salud humana es el cambio climático (ODS n.º 13). Desde la migración relacionada con el clima, que podría exponer a los migrantes a enfermedades endémicas para las que podrían tener una resistencia limitada,[3] hasta las muertes y enfermedades provocadas por fenómenos meteorológicos extremos, la perturbación de los sistemas alimentarios, el aumento de las enfermedades transmitidas por vectores y el aumento de las enfermedades respiratorias, existen graves consecuencias para la salud que podrían derivarse del cambio climático.
  • Estos acuciantes problemas requieren una acción inmediata, y esto puede lograrse de manera más eficaz mejorando la cooperación regional e internacional a través de asociaciones. En particular, en el sector de la salud, esta cooperación puede centrarse en la innovación y la I+D, así como en el acceso a la ciencia, la tecnología y la innovación, junto con el intercambio de conocimientos a través de una mejor coordinación de los mecanismos existentes (ODS n.º 17).

¿Cómo puede la innovación satisfacer la demanda actual de necesidades relacionadas con la salud?

La urgencia de estos retos se está intensificando, al igual que su impacto en la sociedad. Existe una importante necesidad de acelerar y ampliar la innovación en el sector sanitario. Los productos y servicios innovadores serán esenciales para mejorar la asequibilidad, calidad y eficacia de los sistemas sanitarios.

Por ejemplo, la brecha de género que existe en la investigación de enfermedades que afectan desproporcionadamente a las mujeres puede salvarse mediante innovaciones en el campo de las tecnologías centradas en la mujer (Femtech), un término acuñado recientemente que se refiere a herramientas de diagnóstico, servicios y productos que, con el uso de la tecnología, pretenden abordar los problemas de salud de las mujeres.[4] Las empresarias de las tecnologías centradas en la mujer están transformando actualmente la atención sanitaria de las mujeres mejorando la prestación de cuidados, lo que permite el autocuidado, mejorando los diagnósticos, abordando áreas estigmatizadas y prestando una atención culturalmente respetuosa y adaptada.[5]

Ver en Youtube el video sobre tecnologías centradas en la mujer

Innovación para afrontar retos sanitarios mundiales de larga duración

Cuando se trata de enfermedades infecciosas como la tuberculosis, en las que se ha desarrollado resistencia antimicrobiana a los tratamientos disponibles, existe una necesidad crítica de invertir en alternativas médicas nuevas y mejoradas que puedan ayudar a detener la propagación de la tuberculosis farmacorresistente. Según los informes, la tuberculosis, que afecta de forma desproporcionada a entornos con pocos recursos, infecta a una cuarta parte de la población mundial, y más de 10 millones de personas enferman de tuberculosis cada año. La innovación para desarrollar mejores opciones de tratamiento de la tuberculosis ha sido lenta. Sin embargo, la vacuna M72/AS01E (M72) tiene el potencial de convertirse en la primera nueva vacuna contra la tuberculosis del mundo desde hace 100 años.

La PI es una pieza importante del rompecabezas de la innovación

En un reciente informe de la OMPI se describen las innovaciones y patentes relacionadas con los ODS y se constata que el ODS n.º 13 sobre acción por el clima y el ODS n.º 3 sobre buena salud se encuentran entre los ODS con mayor número de patentes presentadas. El número de patentes en el sector de las tecnologías centradas en la mujer ha crecido y se ha duplicado en los últimos 20 años.[6] Estos resultados ponen de relieve el papel de la PI en el avance de la salud mundial y los esfuerzos de sostenibilidad, y estas cifras constituyen buenos indicadores para evaluar la velocidad de la innovación en un sector.

Como se pone de manifiesto en el informe sobre la actividad de patentamiento de vacunas y productos terapéuticos relacionados con la COVID-19, el tiempo récord en el que se desarrollaron y aprobaron las vacunas no habría sido posible sin décadas de innovaciones científicas y su correspondiente actividad de patentamiento.[7] El informe también atribuye este hecho a un enfoque integrado de la salud, el comercio y la PI para responder a la pandemia de COVID-19.[8]

Es igualmente importante coordinar los esfuerzos y mejorar la cooperación en los foros mundiales. El compromiso trilateral de la OMPI con la OMC y la OMS es un buen ejemplo de cooperación y desarrollo de la labor de colaboración en torno a los retos transversales de la salud mundial. Por ejemplo, en noviembre de 2023, las tres organizaciones celebraron el 10º Simposio técnico conjunto centrado en la salud humana y el cambio climático. El evento subrayó la importancia de explorar las confluencias entre la salud pública, el comercio y la PI para abordar los efectos del cambio climático en la salud humana, sobre todo entre las poblaciones más marginadas del mundo.

Nuestra labor continúa

La OMPI destaca el papel crucial de la innovación y la creatividad a la hora de abordar algunos de los desafíos más acuciantes del mundo, demostrando cómo la PI cataliza el progreso en todos los ODS, incluidos la salud, la sostenibilidad medioambiental y la igualdad de género.

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