El Programa de Asistencia a Inventores ayuda a un inventor colombiano a aprovechar la energía del movimiento humano
Desde los velocípedos hasta las pistas de baile cinéticas, los inventores llevan mucho tiempo tratando de aprovechar la energía del movimiento humano. Es fácil entender por qué: incluso mientras lee esto, su cuerpo está generando energía suficiente como para alimentar una lámpara led.
A la hora de captar esta energía, la bicicleta sigue siendo una obra maestra de la ingeniería. Un ser humano medio quema tan solo 32 calorías por cada kilómetro recorrido en bicicleta: cinco veces menos energía que caminando; es un medio de movimiento incluso más eficiente que lo que pueden lograr la mayoría de los animales. Sin embargo, el pedaleo, al depender casi por completo de la parte inferior del cuerpo, puede provocar el desgaste de los músculos y huesos de las piernas. Los problemas más frecuentes son dolor e hinchazón de rodillas, entumecimiento de pies y lesiones del tendón de Aquiles.
Una solución de transporte de tracción humana más accesible
Este problema llamó la atención de Jairo Martínez Escobar, ingeniero mecánico colombiano que se preguntó si sería posible crear un dispositivo que utilizara otras partes del cuerpo para generar tracción. Esto no solo reduciría la presión sobre la parte inferior del cuerpo, sino que podría permitir a las personas con algún tipo de discapacidad física, como personas con amputaciones o asimetrías, desplazarse de forma más eficaz y cómoda que en bicicleta. Como ingeniero, a Jairo también le intrigaba la posibilidad de generar tracción de nuevas formas. “Quería cuestionar la idea de que la tracción debe generarse mediante pedales y cadenas”, explica. “¿Y si pudiéramos generarla utilizando otro tipo de movimientos más acordes con la forma natural en que se mueve el cuerpo?”.
Captación de energía biomecánica
Tras pasar año y medio estudiando los vehículos de tracción humana, Jairo desarrolló su nuevo sistema de tracción. Su invención consiste en un conjunto de palancas que pueden acoplarse a diversas articulaciones del cuerpo. Cuando el usuario mueve esas articulaciones, parte de la energía biomecánica se transfiere, a través de las palancas, a un circuito hidráulico. A partir de ahí, la energía cinética se utiliza para hacer girar el eje de un motor hidráulico. El movimiento giratorio del eje puede utilizarse para propulsar un vehículo mecánico o generar electricidad.
Superar las barreras del patentamiento con el PAI
Jairo tenía el anhelo de patentar su invención, pero era consciente de que los inventores independientes pueden enfrentarse a ciertas dificultades a la hora de solicitar una patente. “No es fácil redactar correctamente una solicitud de patente”, dice. “Y patentar puede resultar muy caro para inventores como yo, no solo por las tasas, sino por lo que supone la contratación de un abogado que ayude en el proceso de solicitud”. A muchos innovadores, la historia de Jairo les resulta familiar: la mitad de los inventores no consiguen proteger sus invenciones cuando se representan a sí mismos ante una oficina de patentes, a menudo por falta de dinero para pagar los servicios de un abogado o un agente de patentes.
Beneficios que ofrece el Programa de Asistencia a Inventores
Afortunadamente, Jairo fue aceptado en el Programa de Asistencia a Inventores (PAI). Esta asociación única entre la OMPI y diversas autoridades nacionales pone en contacto a inventores con abogados de patentes voluntarios, que prestan servicios gratuitos de redacción de solicitudes de patente y representan al inventor ante la oficina nacional de patentes. El PAI funciona actualmente en nueve países (Chile, Colombia, Ecuador, Filipinas, Kenya, Marruecos, Perú, Singapur y Sudáfrica), lo que significa que los inventores participantes tienen la posibilidad de solicitar patentes para sus creaciones tanto en su país como en otros países.
Apoyo de expertos jurídicos en materia de propiedad intelectual
“Tuve la fortuna de que me asignaran a Andrés Casas Santofimio, un experto supertalentoso y profesional con mucha experiencia y conocimientos técnicos”, recuerda Jairo. “Me prestó la asistencia necesaria y me asesoró sobre cómo proteger mejor mi invención. Además, lo hizo con un talante comprensivo que me dio plena confianza”. Andrés se muestra igualmente optimista con el proceso. “Participar como voluntario del PAI es una experiencia muy gratificante y satisfactoria”, afirma. “También es una oportunidad fantástica para prestar apoyo y asesoramiento a inventores que hacen grandes esfuerzos por proteger sus creaciones”.
Clínica de patentes para redactar solicitudes de patente
Jairo también se benefició de la Clínica de patentes, una iniciativa de la OMPI que ayuda a desarrollar las capacidades y competencias de redacción de patentes de profesionales técnicos que pertenezcan a las instituciones existentes, por ejemplo las instituciones de investigación o OTTs, para que posteriormente puedan utilizar sus habilidades de redacción de patentes a beneficio de sus instituciones, así como brindar su servicios al PAI. Los especialistas que completan exitosamente la capacitación, ayudan a los beneficiarios del PAI a redactar sus solicitudes de patente; en el caso de Jairo, se encargaron de ello Catalina Sánchez y Efrén Vásquez, voluntarios que trabajaron en la redacción de solicitudes bajo la supervisión de Carolina Vargas, del bufete de abogados especializado en PI Cavelier Abogados.
Una solución de probada eficacia: el PAI logra su quincuagésima patente
Gracias a la ayuda del PAI y su Clínica de patentes, la invención de Jairo recibió una patente nacional en Colombia en julio de 2023. Esta patente es la quincuagésima que se obtiene a través del PAI desde que se puso en marcha en 2015, y es la vigésimo séptima patente respaldada por el Programa en Colombia.
De cara al futuro, Jairo desea comercializar su patente, ya sea mediante cesión y concesión de licencias o venta, de manera que los fabricantes internacionales de bicicletas puedan seguir desarrollando su invención y la incorporen a sus proyectos. Su consejo para otros inventores: “No lo piensen dos veces antes de solicitar ayuda a través del PAI”, dice. “Las personas que colaboran voluntariamente en este programa son estupendas, con muchos conocimientos, mucha experiencia y, sobre todo, con una voluntad sincera de ayudar a inventores como yo”.
Si desea más información sobre cómo presentar una solicitud como inventor, convertirse en voluntario o patrocinar el programa, visite la página del Programa de Asistencia a Inventores.