La obtención del éxito


La región de la Araucanía, “el granero de Chile” (Foto: Claudio Sepúlveda Geoffroy).

Antecedentes

Los múltiples recursos naturales de Chile, como el salmón, la fruta, el vino y los minerales, han contribuido de forma permanente al crecimiento económico del país. En la región centro sur de la Araucanía, se ha desarrollado una industria agrícola próspera que ha contribuido a que Chile se convierta en el tercer productor mundial de altramuces (un tipo de planta leguminosa que se cultiva por su grano, de alto contenido nutritivo), después de Australia y Alemania. El altramuz blanco, con un contenido de proteínas y de aceite mayor que otros tipos de altramuces, es el que se produce normalmente en Chile; el cultivo de esa planta es especialmente importante en Chile porque se emplea no solo como alimento para las personas, sino también para los animales y se utiliza como alimento en la acuicultura.

Mucho antes de que Chile fuera un importante exportador internacional de grano, el genetista biológico Erik von Baer se dio cuenta de las posibilidades que ofrecían los recursos naturales y el clima de la región en la que residía, la Araucanía. En marzo de 1956, con el apoyo de diez agricultores de la región, creó Semillas Baer (Baer), una empresa especializada en genética y dedicada a la investigación y al desarrollo de obtenciones vegetales para los agricultores locales. En sus humildes comienzos, la empresaBaer recibió ayuda financiera de agricultores locales, a quienes, a cambio, proporcionaba obtenciones vegetales que se convirtieron en las de mayor rendimiento de la región. A raíz de ese intercambio, muy lucrativo para las dos partes, la empresa Baer pasó a ser uno de los principales productores de nuevas variedades de semillas de Chile.

Investigación y desarrollo

Con el respaldo financiero de los agricultores, Baer puso en marcha su iniciativa de investigación y desarrollo (I+D) para obtener y producir semillas con las que los agricultores que habían invertido en la empresa pudieran obtener los máximos beneficios. Las actividades iniciales de I+D se centraron en la producción de distintos cultivos agrícolas nuevos y su ensayo, con miras a lograr una forma para cultivarlos en la Araucanía, una región que cuenta con muchos bosques caducifolios y llanuras abiertas, excelentes para el cultivo agrícola. La empresa Baercompró un terreno que destinó de forma exclusiva a sus ensayos; cuando un cultivo producía resultados satisfactorios, la empresa suministraba ese cultivo a los agricultores locales para que lo sometieran a prueba. Los agricultores tenían que informar a Baer sobre los resultados, positivos o negativos, de cada cultivo, lo que permitiría a esta empresa determinar el procedimiento de las siguientes actividades de I+D. Gracias a esos ensayos, los agricultores recibieron muchos cultivos nuevos y encontraron rápidamente una nueva fuente de ingresos y de alimentación. En aquella época inicial, uno de los productos agrícolas más importantes que introdujo Baeren la Araucanía chilena fue una variedad sueca de semillas de colza (Brassica napus), una planta con flores de color amarillo brillante que se utiliza para producir aceite (el aceite de colza) y biocombustible y que, con el tiempo, se convirtió en la principal oleaginosa de Chile.

Los primeros éxitos de Baer en sus actividades de I+D dieron una nueva dimensión a la labor de la empresa. A la vez que seguía introduciendo nuevos cultivos en la región, a mediados de la década de 1960, inició una amplia investigación para desarrollar obtenciones vegetales específicamente diseñadas para ser las más productivas de toda la región de la Araucanía. En 1967, Baer lanzó su primer trigo diseñado genéticamente -BaerIntermediate- que rápidamente pasó a ser la variedad más sembrada en Chile. Al año siguiente,lanzó un programa intensivo de I+D sobre una nueva variedad de altramuz blanco (Lupinus albus). El objetivo inicial fue desarrollar una nueva obtención de altramuz blanco que pudiera usarse como forrajera (una planta que solo consume el ganado) en las regiones más frías del sur de Chile. Tras cultivar varias veces el altramuz blanco con otros tipos de cultivo, por ejemplo la soja, Baerdescubrió que se podía crear una obtención vegetal que podía sembrarse en un entorno frío y que mantenía un alto nivel de proteínas y de aceite, por lo que era apta para el consumo humano y animal.

Con esa obtención en su poder, la empresa Baer lanzo su programa de viveros de invierno, en cuyo marco suministró a los agricultores esa nueva y resistente variedad de altramuz blanco. Los agricultores de la región de la Araucanía descubrieron rápidamente que esa nueva variedad daba dos cosechas anuales; por otra parte, los agricultores de las regiones del sur de Chile que habían participado en ese programa lograron por primera vez cultivar y cosechar esa variedad. Gracias al éxito del programa de viveros de invierno, la nueva variedad de altramuz blanco de la empresa Baer se hizo muy famosa y, a principios de la década de 1970, reemplazó al trigo BaerIntermediate como la especie vegetal más importante de la empresa; además, contribuyó de forma notable al desarrollo de la industria agrícola de Chile.

A partir del éxito del programa de los viveros de invierno, la empresaBaer puso en marcha otros programas similares con muchas de sus obtenciones vegetales, fertilizantes y agroquímicos nuevos, así como con otras plantas importadas y diseñadas para adaptarse a las condiciones climáticas de Chile. Baer aprovechó su experiencia y los conocimientos adquiridos durante décadas para brindar asistencia y apoyo técnicos a los agricultores y las empresas de semillas que participaron en sus programas. La estrategia de llevar a la práctica las innovaciones mediante programas de ensayo se convirtió en una parte fundamental de los objetivos globales de la actividad de I+D de la empresa; así se logró que las obtenciones vegetales salieran de los campos de ensayo de la empresa y se cultivasen en un entorno agrícola del “mundo real”. La estrategia demostró ser una parte integrante eficaz de la gestión global de Baer, por agilizar la creación de obtenciones vegetales, velar por la calidad de éstas y conseguir que los nuevos cultivos y los productos resultantes se comercializasen rápidamente.

La empresa Baer continuó su labor de I+D encaminada a la creación de obtenciones vegetales eficaces en todos los cultivos agrícolas importantes, como los cereales, las semillas de colza y las forrajeras. El éxito de las actividades de I+D de la empresa también captó considerable atención de empresas multinacionales de semillas, fertilizantes y productos químicos. A raíz de ello, Baer se convirtió en el socio preferente de las empresas multinacionales que exportaran o desarrollaran un nuevo producto para el mercado chileno, llevando a cabo actividades de I+D y ensayos. La empresaBaer, con sus propios laboratorios modernos, sus instalaciones de limpieza y selección de semillas y tres explotaciones agrícolas para la investigación con una superficie de más de mil hectáreas, cuenta con los conocimientos y la infraestructura necesarios para cumplir sus propios objetivos en I+D y los de sus clientes.


La empresa Baer introdujo las semillas de colza en Chile (Foto: Dag Endersen)

Comercialización

Después de cuatro años de actividades de I+D, la empresaBaer estuvo finalmente preparada para comercializar sus productos. En 1960, los agricultores que habían invertido en la empresa crearon la CooperativaSaprosem (la Cooperativa), que colaboraba con la empresa Baery otras empresas de fitomejoramiento en la producción y la comercialización de obtenciones vegetales, fertilizantes y agroquímicos de nueva creación. Esta cooperativa, cuya piedra angular fue el éxito de las actividades de I+D de la empresa Baer, se convirtió con rapidez en la sociedad productora de semillas más grande de Chile; la empresa estatal Empresa Nacional de Semillas (ENS) gestionaba la mayor parte de las actividades de distribución de esta cooperativa. Tras la privatización de ENS, una serie de acontecimientos motivaron la disolución de la Cooperativa en 1981, lo que repercutió en la comercialización de los productos de la empresa Baer. Algunos miembros y obtentores de semillas de la Cooperativa crearon Saprosem Ltda. (Saprosem), una nueva sociedad que se estableció para crear y comercializar las semillas de la empresaBaer. Al mismo tiempo, Baer implantó su propia línea de producción y se centró en la producción no solo de las semillas que ya habían demostrado ser eficaces, sino también en la de semillas de nueva creación que todavía no tenían un mercado garantizado. La empresa también comenzó a crear y comercializar nuevas variedades de semillas de producción biológica.

A partir de principios de 2011, la empresa Baercontinúo produciendo y comercializando sus propios productos. Baer ha creado muchas variedades de siete tipos de semillas: avena, cebada, altramuces, colza, quinua, triticale y trigo. Muchas de estas variedades se han elaborado mediante el sistema de producción Clearfield, una tecnología innovadora desarrollada por BASF -la mayor empresa de productos químicos del mundo- que utiliza técnicas de fitomejoramiento tradicionales mejoradas, con el objetivo de controlar los hierbajos y las malezas.

Alianzas

La nueva iniciativa de producción interna de Baer -y también la deSaprosem- se centró principalmente en los productos destinados a su utilización en granjas (por ejemplo, para la alimentación de animales). Sin embargo, muchos de los productos de Baer, antes de que se disolviese la Cooperativa, estaban destinados también al consumo humano, y ese segmento del mercado representaba una parte importante de la actividad empresarial de Baer. Para mantener su ventaja competitiva, Baer se asoció con AVELUP Ltda. (AVELUP), una empresa chilena que elabora y comercializa productos alimentarios a base de grano de cultivo biológico destinados al consumo humano. En colaboración con Baer,AVELUP realiza ensayos con semillas y obtenciones vegetales a fin de comercializar una amplia gama de productos biológicos destinados a la industria alimentaria chilena. La empresa también exporta las semillas y las obtenciones vegetales de Baer(por ejemplo, la avena desnuda y el altramuz blanco) y las utiliza para desarrollar y comercializar forraje.

Aunque la experiencia y los conocimientos de la empresaBaer le facilitan la tarea de determinar qué tipo de nuevas variedades conviene desarrollar, la mayor parte de las variedades nuevas se crean mediante alianzas en proyectos de I+D con centros especializados, universidades y empresas privadas y públicas. En el marco de esas alianzas, las organizaciones tienen un objetivo común con la empresaBaer -por ejemplo, desarrollar una variedad de trigo más duro- y ofrecen a Baer un germoplasma específico (el conjunto de recursos genéticos de un organismo) para tal fin. A continuación, Baer utiliza ese germoplasma como base en sus actividades de investigación y crea una nueva variedad en función de las necesidades de la organización que le suministra el germoplasma. Cuando finalizan las actividades de I+D y los ensayos, Baer ofrece a esa organización asistencia técnica con miras a rentabilizar la producción y la comercialización de las nuevas variedades.

Mediante estas alianzas, Baer también lleva a cabo actividades de I+D relacionadas con herbicidas, fungicidas, fertilizantes y fitorreguladores, a fin de lograr determinar medidas tecnológicas y recomendaciones para los diferentes cultivares en sus áreas de siembra.

Licencias

Puesto que las semillas y obtenciones vegetales que desarrolla la empresa Baer brindan a los agricultores ventajas considerables en el cultivo y la cosecha de variedades nuevas, esta empresa pretende ampliar al máximo el alcance de su mercado. Aparte de la comercialización de sus productos de forma interna y basada en la colaboración con asociados, a lo largo de su trayectoria Baerha recurrido con frecuenciaa las licencias. Entre los principales acuerdos de licencia de la empresa, uno de los primeros y más lucrativos fue el acuerdo de distribución firmado con ENS, mediante el cual ENS pagaba aBaer tasas de licencia por la utilización de las nuevas variedades de esta empresa. El acuerdo generó los ingresos que la empresa necesitaba para proseguir sus actividades de I+D; las iniciativas en materia de licencias siguen siendo uno de los pilares de la empresa.

Asimismo, los acuerdos de licencia son inherentes a las actividades de fitomejoramiento y de creación de nuevas variedades de semillas al margen de las asociaciones (que representan la mayor parte de la labor de esta empresa). Baer concede licencias a sus socios para la utilización de sus obtenciones, lo que proporciona ingresos constantes que la empresa emplea para proseguir su labor en I+D. Este sistema ha demostrado ser muy eficaz, y los múltiples acuerdos de concesión de licencias firmados no solo han supuesto una fuente de ingresos para la empresa, sino que también han posibilitado que las nuevas variedades de la empresa Baer lleguen a los agricultores de todo el país; por otra parte estos acuerdos también han desempeñado una función importante en el crecimiento de la industria agrícola de Chile.


Logotipo de la empresa Baer; registro de la marca en el INAPI Nº 821337.

Gestión de la P.I. e infracciones

Dado que más del 70% de la cartera de ventas de la empresa Baer corresponde a sus obtenciones vegetales, la utilización del sistema de P.I es fundamental en la estrategia competitiva de la empresa. Por ello, la empresa solicita protección para todas sus obtenciones vegetales. Baer lleva a cabo la mayoría de sus actividades de protección de la P.I. de forma interna -desde la solicitud hasta la gestión-, pero también recurre a un asesor jurídico para un asesoramiento especializado, si lo considera necesario.

La fama de las nuevas obtenciones vegetales de la empresa Baer ha hecho que, lamentablemente, aumente el número de imitadores y de infracciones de la P.I. El comercio ilegal y sin licencia de las semillas de la empresa es un problema permanente y particularmente preocupante. La empresa trabaja activamente para intentar frenar esta actividad ilícita y, con ese fin, ha ingresado en el Comité de Obtentores de la Asociación Nacional de Productores de Semillas de Chile (ANPROS), una organización que defiende los derechos de los obtentores y cuya labor consiste en impedir el comercio ilegal y cualquier otra forma de infracción de la P.I. La empresaBaer participa de forma muy activa en ANPROS, y su dueño y director, Erik von Baer, es el director de esa Asociación.

Obtenciones vegetales

En virtud de la Ley de Protección de Obtenciones Vegetales de Chile, de 1994, los obtentores gozan del derecho a la protección de las nuevas especies vegetales, que conviene amparar debido a su alto costo técnico y financiero. Baer es un usuario muy activo de ese marco jurídico y, desde 2006 ha protegido más de setenta obtenciones vegetales de ocho especies. Algunos hitos concretos de la historia de esta empresa coinciden con la utilización del sistema de P.I. para registrar nuevas variedades, entre las que figuran, la variedad Victoria-Baer en 1989, la variedad Rumbo-Baer en 1995 y la variedad Typ Top-Baer en 1999. En 2009, la empresa desarrolló una nueva variedad de altramuz (Pecosa-Baer) que es tolerante a las principales enfermedades micóticas, tiene una maduración homogénea, y su grano, dulce y de alto contenido proteínico, tiene un gran rendimiento.

En 2009, se presentó al Gobierno chileno un proyecto de ley de obtenciones vegetales a fin de armonizar la legislación nacional en la materia con las normas del Acta de 1991 del Convenio de la UPOV. Desde principios de 2011, ese proyecto de ley sigue siendo objeto de examen. A raíz de las infracciones de la propiedad intelectual que ha tenido que afrontar Baer, la empresa está a favor de la nueva ley. El Sr. Erik von Baer considera que esa ley no solo está diseñada para que los obtentores tengan ingresos con los que poder financiar los costosos proyectos de I+D, “…sino también para normalizar los productos y facilitar su rastreabilidad en la cadena de producción”. El Sr. Baer sostiene que la industria alimentaria moderna requiere normas y productos uniformes y que, si Chile no puede ofrecer esto, nunca fortalecerá su presencia como uno de los principales productores agrícolas internacionales.

Marcas

A fin de proteger las marcas de sus productos y, por lo tanto, su imagen, Baer es un usuario activo del sistema de registro de marcas de Chile. En 1977, la empresa registró la marca de su nombre y su logotipo en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial de Chile (INAPI). Ese registró se actualizó en los años 1987, 1997 y 2008.

Resultados empresariales

La empresa Baer se ha convertido en uno de los principales productores de semillas y uno de los centros de I+D más importantes de Chile gracias al fructífero desarrollo de las obtenciones vegetales, a las alianzas celebradas con obtentores nacionales e internacionales y a la utilización generalizada del sistema de P.I. La empresa ha sido capaz de mantener una posición destacada en el mercado con muchas especies vegetales diferentes, entre las que figuran, el trigo, la cebada, la avena, los altramuces, la quinua, las semillas de colza y las semillas forrajeras. En 2008, el fundador, dueño y director de la empresa Baer, Erik von Baer, recibió el premio a la innovación de la revista Land en reconocimiento a la creación por su empresa de la nueva variedad de trigo, Pecosa-Baer resistente a los plaguicidas.

Una empresa que desplegó sus alas

Partiendo de sus humildes comienzos, la empresa Baer ha utilizado de forma innovadora y eficaz sus actividades de I+D, las alianzas con diferentes organizaciones y el sistema de P.I. para situarse en el primer plano de la industria agrícola chilena. Esta empresa ha utilizado la P.I. como una herramienta valiosa con efectos positivos y duraderos, tanto para ayudar a los agricultores de zonas rurales a mejorar su forma de vida como para fomentar el crecimiento económico chileno.


Last update:

21 de enero de 2011


Country/Territory:
Chile

Company name:
Baer Seeds

Share this content:
Categories: