Antecedentes
Durante generaciones, el banano y su nutritivo fruto han constituido un elemento habitual del paisaje físico, económico y culinario de Costa Rica.
(Fotografía: Robert Lesser).
La Corporación Bananera Nacional Corbana, S.A. (CORBANA) fue creada en 1971 en Zapote, San José (República de Costa Rica). CORBANA, propiedad de los productores de banano y gestionada parcialmente por ellos, es una entidad pública constituida en sociedad anónima (empresa propiedad de los accionistas; en este caso, los agricultores, el gobierno y bancos nacionalizados) que respalda a los cultivadores de banano de Costa Rica.
Al haber fijado estrategias de comercialización del banano, la empresa ha podido aprovechar nuevos métodos de desarrollo de marca y abrir nuevos mercados a los agricultores del país. Además, en CORBANA se realizan investigaciones punteras y se ofrece el asesoramiento técnico y los servicios de apoyo que han permitido mejorar las competencias agrícolas de los productores, perfeccionar las prácticas agrícolas y llevar a cabo procesos agrícolas respetuosos con el medio ambiente. Por otra parte, la empresa defiende los intereses de los cultivadores del banano en las negociaciones con el gobierno, los distribuidores de frutas y los asociados industriales de la comunidad internacional.
Gracias en parte al amplio abanico de actividades de CORBANA, está mejorando la situación socioeconómica de los productores de banano costarricenses, se está incrementando la cantidad de bananales y se está preservando el rico medio ambiente del país y respaldando la cultura del cultivo del banano.
Investigación y desarrollo, alianzas y financiación
A pesar de que el banano supone el sustento de millones de personas y da trabajo a varios cientos o miles de costarricenses, el valor del mismo en el mercado a menudo se ha visto mermado por varios factores, como las fluctuaciones de los precios en el mercado internacional, las condiciones meteorológicas adversas y las enfermedades en los cultivos.
Para hacer frente a estos desafíos y desarrollar la industria nacional del banano, los productores de banano costarricenses han confiado en la investigación y el desarrollo (I+D) y otras estrategias de apoyo de CORBANA. De hecho, la empresa propiedad de los agricultores, conocida hasta 1990 como Asociación Bananera Nacional (ASBANA), ha desempeñado una función primordial a la hora de reactivar la agricultura e impulsar la competitividad económica en el país.
A los fines de lograr sus numerosas metas, CORBANA ha colaborado con varios asociados, como los cultivadores de banano, instancias gubernamentales (como el Ministerio de Agricultura) y la comunidad académica (incluida la Universidad de Costa Rica (UCR)). Entre los asociados de la empresa también figuran integrantes del sector, como el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA), y organismos internacionales como Rainforest Alliance y la Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria.
Con la ayuda de estos asociados, en el departamento de I+D de CORBANA se ofrecen servicios científicos de laboratorio y se centraliza y divulga información novedosa sobre la industria bananera, dirigida a los productores y otros interesados. La principal dependencia de investigación de la empresa, el Centro de Investigaciones, está dividida en cuatro secciones especializadas. Por ejemplo, en la Sección de Suelos y Drenajes se coordina un amplio abanico de investigaciones, tales como estudios para el uso óptimo de los fertilizantes y de los productos químicos orgánicos en la agricultura.
En el Centro de Investigaciones existen otros departamentos, como la Sección de Protección Medioambiental y Entomología (donde se analizan las repercusiones medioambientales de los plaguicidas y las plagas), la Sección de Fitopatología (donde se diagnostican enfermedades de las plantas y se crean sistemas para su gestión) y la Sección de Fisiología Vegetal (donde se realizan estudios para el mejoramiento de las variedades vegetales y para aumentar la producción de los bananales).
Una de las funciones principales del Centro de Investigaciones es contribuir a la transmisión de información procedente de las secciones de I+D por medio de conferencias, publicaciones, comunicados de prensa y medios de comunicación. Otro método para facilitar la transferencia de información y tecnologías es la mediación de la División de Asistencia Técnica de CORBANA.
La División de Asistencia Técnica de CORBANA se creó en 2003 y su función principal ha sido la transferencia de tecnologías desde el Centro de Investigaciones a los directivos intermedios de los cultivos de banano con ayuda de equipos de ingenieros agrícolas. En esta División se gestionan los programas de divulgación y se ofrecen seminarios de formación para agricultores (en los que se realizan presentaciones técnicas y demostraciones prácticas de los métodos de gestión agrícola) y se recopilan evaluaciones e informes posteriores a las formaciones.
En estos programas de formación se aplican métodos para aumentar la productividad del banano, acondicionar el terreno agrícola y se presentan ponencias sobre diversificación agrícola. La información reunida en estos seminarios se ha puesto permanentemente a disposición de los productores a través del banco de datos centralizado de CORBANA, el Centro de Documentación e Información.
Además, la empresa facilita la celebración de conferencias tecnocientíficas internacionales en las que productores y expertos en el cultivo del banano se reúnen para intercambiar las ideas más recientes del sector.
Por ejemplo, 25 oradores de diez países participaron en una reunión de cinco días, el IV Congreso Internacional sobre Banano, un evento que se celebra cada dos años y que fue organizado por CORBANA en 2012 en San José (Costa Rica). En este congreso, al que asistieron aproximadamente 600 personas, se examinó un amplio conjunto de temas, incluidos métodos éticos para la producción del banano (en los que se respeten el medio ambiente y los derechos de los trabajadores) y los últimos avances en el control de las enfermedades del banano.
Para financiar estos congresos y sufragar sus costos diarios, CORBANA dispone de la contribución voluntaria y exenta de impuestos de los productores de banano (0,05 dólares EE.UU. por caja exportada de banano). Gracias a estas contribuciones, la organización ha logrado aumentar la inversión en I+D de 1 millón de dólares EE.UU. en 1981 a 12 millones de dólares EE.UU. en 2006.
Asimismo, entre 2007 y 2009 CORBANA inauguró dos nuevas instituciones de investigación, con inclusión del Centro de Biología Molecular del Banano en La Rita de Guápiles, en la provincia de Limón (Costa Rica). El Centro, fundado gracias a una inversión de 1 millón de dólares EE.UU., se ha convertido en una institución de última generación en la que se realizan investigaciones avanzadas en el sector acerca de la interacción entre el banano y el medio ambiente.
Los trabajadores de la central de empaquetado de CORBANA cortan las “manos” del tallo del banano y colocan el fruto en agua corriente fría para limpiarlo. (Fotografía: CORBANA).
Además, dado que los productores de banano tienen una participación en CORBANA del 33% de las acciones de la compañía y están representados en la Junta Directiva, se han dado mecanismos a los agricultores para que éstos tomen la delantera en los planes de la industria de Costa Rica. En 2012, 126 comunidades agrícolas de Costa Rica eran miembros de CORBANA.
Conocimientos tradicionales
El banano y su nutritivo fruto han sido un elemento habitual del paisaje físico, económico y culinario costarricense a lo largo de tres siglos. Ya en el decenio de 1870 empezaron a surgir plantaciones de banano junto a líneas ferroviarias recién construidas en Limón, en la costa caribeña del país. De hecho, el país estaba atravesado por plantaciones tanto de titularidad privada como de gestión común que llegaban hasta la costa. Ello ha dado pie a una larga historia en el cultivo del banano en el país.
La experiencia y la tradición en Costa Rica dictan que los bananos tengan sólo un único racimo por planta. Durante la cosecha la planta se corta más o menos por la mitad del tallo y se sacan los frutos con un machete para que, al año siguiente, puedan brotar frutos frescos (después de nueve meses). En cada racimo de banano hay entre cinco y 14 “manos”, y los trabajadores transportan la fruta cortada a una planta de procesamiento (a través de una moderna cinta transportadora).
Una vez en la planta, los trabajadores cortan las “manos” del tallo del banano y colocan el fruto en agua corriente fría para limpiarlo (con este proceso se eliminan la suciedad y los residuos pegajosos naturales que aparecen cuando se corta el tallo). En este moderno proceso, los bananos que no alcanzan el nivel necesario son desechados y los demás son rociados con funguicidas para evitar enfermedades. Cuando los bananos están secos, se colocan en cajas (recubiertas de plástico, según los procedimientos contemporáneos) para su empaquetado y envío.
En 1880 comenzaron las primeras exportaciones de banano desde Costa Rica a los Estados Unidos de América. Posteriormente, en 1889, se estableció como importador principal de banano de Costa Rica The United Fruits Company (una sociedad estadounidense dedicada al comercio de frutas tropicales, con sede en Nueva Orleans, en el estado de Louisiana (Estados Unidos)). Desde entonces, este fruto se ha convertido en un pilar de la dieta nacional y en un cultivo vital para las exportaciones del país.
En 2012, cientos de plantaciones de banano salpicaban el paisaje del país y cada año se exportaban millones de bananos desde Costa Rica. CORBANA se ha apoyado en la ilustre tradición de cultivo de banano del país para forjar una reputación especial a este fruto en el mercado internacional.
En los laboratorios de I+D de la empresa se ha creado un banco de microorganismos y una plantación de 1,5 hectáreas en la que se realizan experimentos para aumentar la resistencia del banano ante las plagas.
(Fotografía: CORBANA).
Productos con origen geográfico determinado
Costa Rica está enclavada en el istmo de América Central y está bañada por el Mar Caribe al este y por el Océano Pacífico al oeste. La superficie total del país alcanza los 51.100 km2, con varias islas, lagos, montañas y volcanes y unos 1.500 km de costa. Además, el país cuenta con un clima tropical todo el año (con dos estaciones: la húmeda, de mayo a noviembre, y la seca, de diciembre a abril), dividido en varios microclimas según la altitud, las precipitaciones y la topografía de cada región. Por ejemplo, los niveles de humedad en este estado centroamericano varían sobremanera entre la costa oriental (donde son muy elevados) y la costa occidental (donde son muy bajos). Asimismo, las temperaturas medias en el país varían entre las tierras bajas (27º C aproximadamente) y las tierras altas (10º C aproximadamente).
El clima templado de Costa Rica y su especial patrimonio geológico (como sus mares y costas, sus volcanes y la calidad de sus suelos) son factores distintivos que han hecho de este país el ideal para el cultivo del banano. Los productores de banano de Costa Rica han aprovechado este terreno (entiéndase como la posibilidad de distinción de un producto según su tradición geográfica y de cultivo) para diferenciar a sus productos de los otros del mercado.
La indicación geográfica
Las indicaciones geográficas constituyen un mecanismo útil de propiedad intelectual (P.I.) al alcance de los productores para vincular sus productos a un lugar de origen o tradición agrícola determinados. A los fines de conseguir la indicación geográfica para el banano de Costa Rica, CORBANA colaboró durante un período de tres años (que se inició en 2008) con varios interesados, como el Gobierno de Costa Rica (concretamente, con el Ministerio de Comercio Exterior), representantes de la comunidad académica (incluida la UCR) y asociados internacionales (como la Unión Europea (UE)). De este modo, la organización pudo elaborar un estudio detallado sobre la historia y la práctica del cultivo del banano en el país.
A raíz de ese estudio, “Banano de Costa Rica” se convirtió en 2010 en la primera indicación geográfica registrada del país (núm. 20230), y la primera de un producto de banano en Sudamérica, a través del Registro Nacional, la oficina de P.I. del país. Al año siguiente, se registró “Banano de Costa Rica” ante el Sistema de Lisboa para el Registro Internacional de Denominaciones de Origen, administrado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Con este registro se demarca la zona geográfica concreta de producción del banano (“el territorio completo de la República de Costa Rica”). Los agricultores de la región que se hayan adherido también al estricto código deontológico para productores de CORBANA están autorizados a utilizar en sus productos la etiqueta “Banano de Costa Rica”.
Marca y comercialización
CORBANA ha utilizado la etiqueta de la indicación geográfica “Banano de Costa Rica” para consolidar su posición en el mercado y para obtener nuevas oportunidades de comercialización en el mundo. Costa Rica, en tanto que primer estado latinoamericano en recibir una indicación geográfica para el banano, ha utilizado este mecanismo de P.I. como método para ofrecer una ventaja competitiva a los agricultores del país (en especial en la UE, el principal destino de las exportaciones de banano de Costa Rica y un mercado con una sólida tradición de indicaciones geográficas) frente a los rivales de la región.
Además, para competir frente al banano de bajo costo y gran volumen procedente de otros países, CORBANA ha hecho hincapié en forjarse una reputación basada en la calidad. La empresa propiedad de los agricultores, motivada por el anhelo de entrar en el competitivo mercado internacional, ha aplicado en sus plantaciones normas de calidad y de salud y seguridad reconocidas internacionalmente. Por ejemplo, Global Good Agricultural Practice (Global G.A.P), una organización internacional sin ánimo de lucro que promueve la producción alimentaria segura y sostenible, ha colaborado estrechamente con la empresa para mejorar sus prácticas agrícolas.
Otros organismos de certificación consolidados que han colaborado con CORBANA son: la Organización Internacional de Normalización (ISO), una organización no gubernamental (ONG) mundial en la que se establecen las normas para los productos y servicios, y los Servicios de Acreditación de Responsabilidad Social (SAAS), un organismo independiente que concede acreditaciones a aquellas organizaciones que promueven entornos de trabajo saludables. Por ejemplo, en la certificación SA-8000 quedan abarcados ocho principios fundamentales, como las horas de trabajo, el trabajo infantil, la discriminación, y la libertad sindical.
Gracias a los proyectos de demostración, los agricultores pueden aplicar buenas prácticas agrícolas para mejorar la calidad, por ejemplo, tender las plantas cortadas sobre el suelo de la plantación para prevenir la erosión del mismo (en la foto). (Fotografía: CORBANA).
En 2012 prácticamente todas las plantaciones de CORBANA habían recibido al menos una certificación internacional de seguridad o calidad. Gracias a estas certificaciones, la empresa puede garantizar a los consumidores el alto nivel de sus productos y el trato respetuoso del medio ambiente. Además, CORBANA ha logrado garantizar buenas condiciones de trabajo y justicia a sus productores de banano.
Al haber situado las prácticas de producción modernas y justas en el centro de su modelo de desarrollo, CORBANA ha impresionado a sus relativamente acomodados clientes de la UE y Norteamérica y, en consecuencia, la empresa ha podido fijar a sus productos mejores precios en el mercado internacional.
La empresa propiedad de agricultores, basándose en el sistema de IG y en cosechas de banano desarrolladas, de calidad, con valor agregado y certificadas, ha aplicado estrategias de comercialización imaginativas a los fines de incrementar sus ventas. CORBANA ha llevado a cabo campañas muy importantes de inserción de productos y de publicidad en algunos de los mercados más lucrativos de Europa, como el del Reino de Noruega (Noruega).
La empresa fue el patrocinador oficial (y el único del sector de la venta de frutas) en el maratón de Oslo (Noruega) de 2008. Se distribuyeron en un periodo de dos días más de 42.000 bananos de CORBANA y 27.000 folletos a los miles de participantes y aficionados que asistieron al evento (incluidos los niños que participaron en la carrera del minimaratón).
Gracias a la campaña, no sólo se dio mayor publicidad a la marca CORBANA (incluso con las imágenes en televisión de personalidades noruegas disfrutando de la fruta de esta organización) y se recalcaron los beneficios para la salud del banano, sino que la campaña también supuso la oportunidad de resaltar el comportamiento ético y solidario de CORBANA. De hecho, la empresa llevó a cabo una acertada colaboración durante el maratón con Right to Play International (RPI), una organización benéfica que promueve la salud de los niños en los países en desarrollo a través del deporte, el juego, la salud y las actividades pacíficas. El 50% del dinero recaudado en el minimaratón patrocinado por CORBANA fue donado a proyectos de RPI.
Además, la empresa propiedad de los agricultores ha atraído a sus productos a consumidores jóvenes por medio de campañas divertidas y educativas sobre el sector en colaboración con asociados como el Consejo Institucional Bananero (CIB), una organización del sector bananero costarricense que coordina las colaboraciones con varios asociados, incluidos los medios de comunicación. En colaboración con el CIB, CORBANA ha creado un espacio cultural y educativo en el Museo de los Niños, un centro interactivo para niños en San José (Costa Rica).
En este espacio, conocido como Sala “El Banano”, los visitantes más jóvenes pueden disfrutar de presentaciones sobre el sector, con temas como la conservación del medio ambiente y el control de las plagas. Los visitantes del museo también pueden disfrutar de un paseo en teleférico en el que se sigue la ruta del banano desde que es plantado en la plantación hasta su empaquetado en la planta de empaquetado. Esta exposición interactiva (y eventos como el maratón de Oslo) no sólo han servido para informar a los jóvenes acerca de la industria del banano en Costa Rica, sino que también ha presentado los productos de la empresa ante una futura base de clientes potencialmente lucrativa: los niños.
Gracias a su éxito de comercialización, CORBANA y sus filiales han podido proporcionar viviendas mejores (en la foto) a sus empleados y a los familiares de éstos.
(Fotografía: CORBANA).
Además, la empresa propiedad de los agricultores ha promocionado sus frutas internacionalmente a través de alianzas con entidades nacionales e internacionales, como la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), el organismo de promoción de las exportaciones del gobierno costarricense.
En 2009 la empresa y PROCOMER comercializaron el banano del país en una cámara de productos frescos costarricenses en Fruit Logistica, una de las principales ferias comerciales de fruta y verdura del mundo que se celebra en Berlín (República Federal de Alemania). De hecho, una de las funciones fundamentales de CORBANA ha sido la apertura de nuevos conductos de comercialización para los productores de banano de Costa Rica a través de actividades de promoción del producto a escala internacional.
En paralelo a sus estrategias de comercialización, CORBANA ha aumentado las capacidades y el acceso a los mercados de los productores facilitando las negociaciones de precios con los interesados (incluidos los distribuidores), ofreciendo información sobre el mercado y proporcionando créditos a los agricultores y comercializando el banano a través de las filiales de venta de fruta que posee la empresa. Por ejemplo, la Compañía Internacional de Banano S.A. (Finca San Pablo) es una filial de CORBANA establecida en 1968. Finca San Pablo ha dado empleo a más de 200 personas y exportado aproximadamente 690.000 cajas de banano cada año.
Puesto que se ha propagado la reputación internacional de CORBANA de ofrecer productos de calidad con valor agregado, la empresa ha podido expandirse a nuevas regiones y mercados. Con tal fin, la empresa participó en 2009 en el Eurofruit Congress Middle East, una importante conferencia sobre productos frescos celebrada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos). Oriente Medio, quinto mayor mercado mundial de importación de banano, representa una oportunidad de comercialización cada vez más importante y potencialmente lucrativa para los productores de banano costarricenses.
En 2012, CORBANA producía y comercializaba banano en Costa Rica que después exportaba a Europa, los Estados Unidos y, cada vez más, a la región del Golfo Árabe.
Medio ambiente, salud pública y seguridad alimentaria
Costa Rica posee un impresionante medio ambiente y una fauna y flora abundantes. Esta nación centroamericana ocupa sólo el 0,03% de la superficie de la Tierra pero posee el 5% de la biodiversidad del planeta. Si bien Costa Rica goza de un clima espléndido y templado y de un medio ambiente propicio al cultivo del banano, el país ha tenido que hacer frente a catástrofes ambientales y problemas ocasionales pero devastadores: lluvias extremas, inundaciones y vientos, plagas, enfermedades en los cultivos y contaminantes artificiales.
A consecuencia de ello muchos de los agricultores del país, incluidos los productores de banano, han sufrido la destrucción de sus cosechas, el bajo rendimiento de los cultivos, la inseguridad alimentaria, la ruina financiera y la pobreza y unas malas condiciones de salud. El medio ambiente y, por extensión, la seguridad alimentaria y la salud de los productores se han tornado una prioridad para CORBANA en tanto que miembro de la Comisión Ambiental Bananera (CAB), un órgano entre cuyas competencias figura la forja de una buena reputación para la indicación geográfica del banano de Costa Rica.
Por ejemplo, en el laboratorio de investigación de la empresa ubicado en el Centro de Biología Molecular del Banano se ha creado un banco de microorganismos y una plantación de 1,5 hectáreas (con 150 variedades de bananos) en el que se realizan experimentos para fortalecer la resistencia del banano a las plagas. En este laboratorio se han investigado y creado remedios contra varios organismos que destruyen las cosechas, como el nematodo de la raíz del banano (radophulus similis), una lombriz que ataca las raíces de la planta y hace que ésta pueda volcar si se producen fuertes lluvias o vientos. Los daños que causa este organismo han provocado una reducción del número de bananos.
A fin de reducir su huella de carbono, CORBANA ha implantado grandes sumideros de carbono (en la foto) en colaboración con asociados locales, regionales e internacionales. (Fotografía: CORBANA).
Además, en el Centro de Biología Molecular del Banano se han llevado a cabo pruebas que han logrado que aumente la resistencia del banano a enfermedades como la sigatoka negra, una infección causada por un hongo que afecta a las hojas del banano y altera su capacidad de realizar la fotosíntesis y, por ende, reduce los cultivos en aproximadamente un 50%. Dado que la lucha contra la sigatoka negra cuesta cada año 12 millones de dólares EE.UU. al país, y al tiempo que el aumento de plaguicidas para luchar contra este hongo contamina cada vez más el medio ambiente, uno de los objetivos principales de la empresa y del país es reducir la utilización de plaguicidas y a la vez luchar de manera rentable y eficaz contra la enfermedad de la planta.
El uso frecuente de plaguicidas (con inclusión de insecticidas, nematicidas y bactericidas) en sus cultivos no supone únicamente un esfuerzo financiero para los agricultores costarricenses; dado que esos productos químicos se escurren por las tierras de cultivo, también a menudo contaminan el medio ambiente a su alrededor (incluidos las tierras de labranza, las aguas subterráneas, los ríos y los arroyos). Además, estas sustancias contaminantes pueden ser perjudiciales para la salud de las plantas, de los humanos y de los animales (incluso para la vida marina).
Para restringir los incidentes causados por esta contaminación, CORBANA y sus aliados han elaborado estrategias para reducir la contaminación causada por los plaguicidas en un 50% en el marco de un modelo llamado Reduciendo el Escurrimiento de Plaguicidas al Mar Caribe (REPCar). El proyecto REPCar arrancó en 2005 como proyecto multinacional en el que participan varios países alrededor del Golfo de México. En el marco de ese proyecto se recopilan y analizan datos sobre el uso de plaguicidas en varias plantaciones y el medioambiente lindante es sometido a controles sobre factores clave para la contaminación de las plantaciones, como las precipitaciones, la pérdida de suelo y el escurrimiento de agua al mar.
El segundo elemento del programa son los sitios de demostración de proyecto. Estos sitios son terrenos que han dejado de utilizarse para que los agricultores y la dirección puedan recibir instrucciones prácticas sobre buenas prácticas agrícolas, como consejos para una mejor utilización de los plaguicidas. Además del proyecto REPCar, CORBANA ha venido aplicando estrategias medioambientales complementarias para lograr el objetivo de la industria costarricense de la neutralidad en cuanto a emisiones de carbono.
Para tal fin, la empresa ha protegido extensas zonas de cubierta forestal (también conocidas como sumideros de carbono) en colaboración con asociados locales e internacionales, con inclusión de Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ, anteriormente GTZ), un organismo de desarrollo internacional con sede en Eschborn (Alemania).
En 2010 CORBANA y sus asociados, incluido el GIZ, crearon la reserva agroforestal de Sixaola, una zona boscosa de aproximadamente 1.250 hectáreas ubicada en la Cordillera de Talamanca, una cadena de montañas entre San José y la frontera de la República de Panamá. A través de esta iniciativa se plantaron más de 25.000 árboles en la zona y se impulsó la educación medioambiental en las escuelas de la comunidad fronteriza de Sixaola-Changuinola.
Como parte del Corredor Biológico Talamanca-Caribe (una franja de 600.000 hectáreas de bosques protegidos), gracias a la reserva agroforestal de Sixaola, una zona que antes se dedicaba a las plantaciones de banano y de café, se ha preservado el hábitat de varias especies de plantas, animales (como pumas, jaguares y guacamayos) y de los humanos (incluidos muchos de los indígenas de Costa Rica). Otra ventaja de esta reserva es que se compensan las emisiones anuales de dióxido de carbono (CO2) de los procesos de producción de CORBANA, que alcanzaron las 848 toneladas en 2010, capturando cada año 1.044 toneladas de CO2 del aire.
Las empresas afiliadas de CORBANA han construido centros para la comunidad e instalaciones recreativas en las que también se puede atender a los hijos de los empleados (en la foto). (Fotografía: CORBANA).
Asimismo, CORBANA ha colaborado con las comunidades locales del país para fortalecer la capacidad de sus miembros de resistir ante catástrofes medioambientales, recuperarse de las pérdidas resultantes en las cosechas y poder vivir con estabilidad financiera y de manera saludable. Por ejemplo, después de los devastadores diluvios en el país en 2008 y 2009 (que provocaron una caída del 10% de las exportaciones del banano) la empresa creó un fondo (con un valor de 8 millones de dólares EE.UU. en préstamos) al que podían recurrir los agricultores para contrarrestar sus pérdidas financieras.
CORBANA también ha desplegado programas de fomento de las capacidades para aumentar las oportunidades de formación y mejorar la salud de los agricultores y de sus familiares. Una de las filiales de la empresa, Finca País S.A, puso en marcha entre 2006 y 2009 una iniciativa, llamada Plan general de salvación, para mejorar las condiciones de vida laboral y doméstica de los trabajadores.
Entre los objetivos de este plan se incluyó el mejoramiento de 39 viviendas de los trabajadores de las filiales, la construcción de un centro para la comunidad en el que los empleados pudiesen recibir formación profesional y la creación de un espacio en el que los empleados pudiesen disfrutar de actividades recreativas (y donde también se atendía a los hijos de los trabajadores). En el marco de esta iniciativa también se fundó una escuela de primaria para los hijos de los empleados.
En otras plantaciones afiliadas a CORBANA se han proporcionado viviendas y asistencia sanitaria mejores a los miembros. De hecho, una de las principales prioridades de CORBANA es el fomento de la salud de sus miembros. La empresa, en colaboración con la CAB y el Ministerio de Salud de Costa Rica, entre otros, ha elaborado varios programas de salud, como “Unidos contra el dengue”, una iniciativa educativa en la que participan más de 8.000 escolares y sus familias. A través de los programas de Unidos contra el dengue se ha dado formación a los alumnos de la escuela primaria del país acerca de cuestiones medioambientales, como los métodos para erradicar los mosquitos y protegerse de ellos, pues éstos son portadores del virus que transmite la fiebre del dengue y que puede poner en peligro vidas humanas.
Tras haber formado a más de 57.000 estudiantes y mejorado las perspectivas de salud de más de 300.000 costarricenses, estos programas han sido aplicados con éxito en más de 100 escuelas en Pococí, Guácimo y Matina, en la provincia de Limón (Costa Rica).
Con la estrategia integral de CORBANA de inversión en recursos medioambientales y humanos se ha garantizado la alta calidad de los productos bananeros de la empresa. A su vez, estos productos con etiqueta de indicación geográfica gozan de precios superiores en el mercado y ofrecen los ingresos fundamentales que han permitido que CORBANA siga respaldando la situación socioeconómica y la salud de los miembros y de sus familiares.
Resultados empresariales
CORBANA ha gestionado una impresionante transformación del cultivo del banano en Costa Rica y de las vidas y las perspectivas de futuro de los productores de banano del país. Gracias en gran parte a los esfuerzos de la empresa, el estado centroamericano es el tercer exportador mundial de banano y el primero del mundo en cuanto a productividad por área (con una media de unas 2.500 cajas por hectárea). En 2011 Costa Rica produjo más de 106,5 millones de cajas de productos con la etiqueta de indicación geográfica “Banano de Costa Rica”, con un valor total de 804,9 millones de dólares EE.UU. (lo que supone 5 millones de cajas más que el año anterior).
Debido a las iniciativas medioambientales de la empresa, se ha aupado y sostenido el ya elevado nivel de actividades medioambientales y de concienciación ecológica en Costa Rica. El país no es sólo pionero en la región al haber revertido la deforestación (la cubierta forestal de Costa Rica aumentó del 21% en 1986 al 51% en 2010), sino que las reservas forestales y las estrategias en pos de no producir emisiones de carbono han subido el listón de excelencia para los productores de banano de todo el mundo. De hecho, en las plantaciones de la empresa se recicla el 100% de los residuos orgánicos y el 97% de los plásticos (incluidos los forros protectores que envuelven el banano durante el cultivo).
Gracias a que las plantaciones de banano y las exportaciones han aumentado en el país y se ha preservado el medioambiente, la población rural y cultivadora de banano de Costa Rica se ha visto beneficiada desde el punto de vista financiero. En 2012 la industria proporcionaba más de 45.000 empleos directos y 100.000 empleos indirectos en la producción del banano. Además, estos productores recibían salarios (de en torno a 16 dólares EE.UU. por día) por encima de la media y mejores servicios sociales y condiciones laborales en comparación con los trabajadores de profesiones similares en la región (que ganan aproximadamente 12 dólares al día).
El atractivo del banano
CORBANA fue fundada para empoderar a los agricultores, abrir el acceso a los mercados a sus productos y favorecer a las comunidades y al medio ambiente. La empresa propiedad de los agricultores, al elaborar una estrategia de comercialización e I+D exhaustiva y basarse en activos de P.I. y productos bananeros con valor agregado, ha aumentado su competitividad, consolidado su posición en el mercado y accedido a nuevas oportunidades de comercialización a escala internacional.
En consecuencia, los productores de banano de Costa Rica han visto cómo aumentaban su productividad y sus ingresos, al tiempo que se modernizaba y preservaba para las generaciones futuras su rico entorno natural y su fuente tradicional de ingresos.