La prefectura de Yamanashi (Japón), donde se yergue el Monte Fuji, soporta inviernos sumamente crudos (Fotografía: AJ Brustein)
Antecedentes
Después de trabajar muchos años de carpintero especializado en la construcción de santuarios y templos en la prefectura de Yamanashi, el Sr. Takashi Ishikawa se comenzó a preocupar por la alta tasa de mortalidad por apoplejía registrada en la región donde vivía. Por esas fechas buena parte de los hogares del Japón, sobre todo los de las zonas rurales, adolecían de problemas de mal aislamiento y de calefacción, y no estaban en condiciones de soportar el crudo invierno de la región. El Sr. Ishikawa especuló con que eso podría explicar la elevada tasa de mortalidad, y se le ocurrió que si se conseguía caldear la vivienda, la gente gozaría de mejores condiciones de vida y habría menos riesgo de sufrir un derrame cerebral.
El Sr. Ishikawa decidió que no podía quedarse cruzado de brazos y, en abril de 1970, dejó su trabajo, reunió unos 50.000 dólares EE.UU. y con ese capital creó una pequeña empresa llamada IG Kogyo Co., Ltd. (IG Kogyo) con la que se propuso inventar una manera de aislar mejor las viviendas. Gracias a los conocimientos y la experiencia que le dio la carpintería, el Sr. Ishikawa ya tenía una idea de cuál sería el medio de hacerlo; pensó que el interior de la casa estaría más caliente si en las fachadas se utilizaban placas de hierro con ciertas propiedades añadidas para conservar el calor. Aunque sabía lo que quería crear, se preguntaba qué debería añadirse a las placas de hierro para que retuviesen el calor.
Invención
El Sr. Ishikawa tuvo la idea cuando se puso a pensar en el calor que desprendía su futón (cama japonesa) (Fotografía: Luke Robinson)
Poco después, una mañana de invierno en que nevaba, mientras descansaba cómodamente en su cálido futón (cama japonesa), al Sr. Ishikawa le llamó la atención el contraste entre el calor que había en el futón y el frío que reinaba en el resto de la casa. ¿Por qué estaría tan caliente el futón? Aquella mañana de crudo invierno se puso a pensar qué habría en el colchón, y se dio cuenta de que el futón era cómodo y cálido, pues el colchón impedía el paso del frío que penetraba a través del suelo de la vivienda, y de que, en definitiva, era el relleno del colchón la causa de ese buen aislamiento. El Sr. Ishikawa sabía poco de colchones, pero no ignoraba que el relleno del suyo había sido fabricado de un compuesto llamado uretano, y comprendió que era precisamente ése el material que buscaba.
La información que contienen las patentes
Mucho antes de que llegaran la era de Internet y la circulación permanente de todo tipo de información, el Sr. Ishikawa tendría que poner todo su ingenio para saber más de ese interesante material. Se dio cuenta de que, en el Japón de aquellos años, uno de los mejores lugares para informarse sobre las novedades técnicas era la Oficina Japonesa de Patentes (JPO). Sin perder tiempo, acudió a la sede de la Oficina en Tokio para consultar documentos de patentes, en los que encontró abundante información sobre el uretano. Supo así que el uretano se obtiene añadiendo un agente espumoso a dos resinas llamadas poliol y poliisocianato, que luego se mezclan de forma mecánica. Además, aprendió que el uretano es uno de los principales ingredientes del poliuretano, material espumoso con el que se fabrican muchos productos de distintas clases, como los cojines y el calzado de señora.
Buscando en la información que contienen las patentes del uretano, el Sr. Ishikawa llegó a la conclusión de que si se lograba combinar las placas de hierro con el uretano se obtendría un revolucionario material de construcción para fachadas. Sin embargo, los derechos de patente sobre el uretano pertenecían a una importante compañía extranjera. Leyendo con más detenimiento la patente, el Sr. Ishikawa se enteró de que debía expirar en junio de 1971 y que el plazo de las patentes conexas vencería en junio de 1973. Se trataba de una noticia estupenda, pues el Sr. Ishikawa sabía que, una vez que expirasen las patentes, podría usar el uretano para crear el nuevo material para los exteriores de las viviendas.
Investigación y desarrollo
Mientras esperaba que vencieran las patentes, el Sr. Ishikawa comenzó a realizar pruebas para descubrir el modo de usar el uretano con el fin de producir un material de construcción para fachadas. El uretano con el que se fabricaban los colchones como el suyo presentaba el problema de que era un material muy blando, por lo que no servía para revestir las fachadas. El Sr. Ishikawa tenía que hallar el modo de conferirle mayor dureza, y así averiguó que cuando se empleaba el uretano para fabricar artículos como el colchón, se acostumbraba combinarlo con otros compuestos químicos, como los polímeros, y que durante dicha combinación se añadía un agente catalítico, que modificaba la tasa de reacción química de los principales ingredientes, pero sin alterar el equilibrio químico. La modificación que obra el agente catalítico es la aceleración del proceso de reacción química. En el caso del uretano, la dureza del producto obtenido depende de la velocidad de la reacción química, por lo cual el agente catalítico es un elemento esencial de la operación. Con esos nuevos conocimientos, que obtuvo gracias a los documentos de patente, el Sr. Ishikawa averiguó que era posible obtener una versión de uretano más duro simplemente empleando otro agente catalítico.
El Sr. Ishikawa pensó que sería mejor exponer la idea a una gran compañía que ya contase con la infraestructura necesaria de laboratorios e instalaciones de producción. Se dirigió a muchas empresas japonesas, particularmente grandes acerías, pero ninguna mostró interés. La idea era demasiado extravagante para los fabricantes de acero y de materiales de construcción de la época. Como no le quedaba más remedio, el Sr. Ishikawa decidió poner en práctica él mismo la idea, y en 1973 fundó la sociedad IG Technology Research Center (IGTRC) con el objeto de obtener una versión de uretano más duro con la que se pudiese fabricar un revestimiento para aislar las fachadas de las viviendas. Al principio, tuvo un fracaso tras otro, y no pocas veces estuvo a punto de rendirse.
Tras un prolongado período de pruebas y ensayos, el Sr. Ishikawa encontró el modo de acelerar la reacción química y, en consecuencia, consiguió también acelerar notablemente la velocidad de solidificación del uretano. Antes de esas pruebas, el uretano se utilizaba en algunos materiales de construcción, pero como el costo de producción era prohibitivo, el producto no podía llegar al consumidor medio. El procedimiento que acababa de inventar el Sr. Ishikawa redujo el costo de producción del uretano, y gracias a ello se pudo contar con un material de construcción que estuviera al alcance del consumidor medio. El Sr. Ishikawa había sido rechazado por las grandes industrias, pero sus denodados esfuerzos se vieron recompensados por el éxito, pues contaba entonces con un producto revolucionario y novedoso y estaba a punto de cambiar la forma de construir las viviendas en todo el Japón.
Tras el éxito logrado por la IG Technology Research Center, IG Kogyo también concede suma importancia a las labores de I+D de todos sus nuevos productos. Resulta aún más asombroso el éxito de los ensayos realizados por la compañía cuando se piensa que radica en una zona rural y que por esas fechas la información circulaba con más lentitud. En la era de Internet, combinar la información que contienen las patentes con las labores de I+D reviste aún mayor importancia para la empresa. “Ya no es preciso acudir a la oficina de patentes para conseguir la información que contienen las patentes,” dice el Sr. Ishikawa, “pues eso se puede conseguir por Internet. Rebuscando en la información que contienen las patentes, se pueden conocer las tendencias no solo de un ramo de actividad, sino de toda la sociedad. Siempre que se ordene bien la información encontrada, no hay inconveniente alguno en que la empresa esté situada en el interior del país.”
En 2011 la compañía empezó a fabricar productos para la industria y para el público consumidor, velando en todo momento porque esos productos satisficieran las necesidades de los clientes. La empresa está siempre atenta a los últimos adelantos en el rubro de aislamientos para revestimiento de fachadas, pero sin descuidar la parte estética del material. Poco después de lanzar sus primeros productos, creó una versión de carácter universal que dio muy buen resultado. La compañía nunca dejó de impulsar las labores de I+D, y desde entonces concibe productos para revestimiento de fachadas atendiendo expresamente a los distintos métodos de construcción de viviendas que se usan en el Japón y en Occidente.
Patentes, marcas y diseños industriales
Solicitud de patente de revestimiento ignífugo presentada por IG Kogyo (solicitud #2009-155546 de la Oficina Japonesa de Patentes)
Tras estudiar numerosas solicitudes de patente en la Oficina Japonesa de Patentes en los años setenta, el Sr. Ishikawa se dio cuenta rápidamente de la importancia del sistema de P.I. La compañía confiere gran importancia a asegurar los derechos de P.I. de sus invenciones, así como de los distintos diseños de productos. A comienzos de 2011 la compañía tenía unas sesenta solicitudes aprobadas de patentes y de diseños industriales en la Oficina Japonesa de Patentes, y había otras más en trámite, y en 2009 se presentó una solicitud sumamente novedosa correspondiente a un sólido panel de revestimiento aislante que, además, es ignífugo.
Para proteger su imagen, la compañía solicitó y obtuvo de la Oficina Japonesa de Patentes el registro de marca correspondiente a cuatro versiones del nombre comercial de la empresa, cada una con un estilo diferente. La primera solicitud de registro de marca fue hecha en 1974, y la última fue presentada en 2006.
Comercialización
IG Kogyo se apresuró a comercializar la nueva invención, por la que empezaron a mostrar interés las empresas de construcción de todo el Japón. En 1977, la sociedad comenzó a fabricar su novedoso revestimiento de fachadas hecho de uretano aislante. El revestimiento era metálico y su núcleo aislante se hacía de un uretano de características especiales. Una vez puesto en venta, el invento tuvo un éxito espectacular, pero el Sr. Ishikawa y sus colaboradores no cesaron de perfeccionarlo para tener un producto cada vez mejor. “Nos llegaban pedidos de todas partes cuando estábamos aún en la fase de realización del producto”, explicó el Sr. Ishikawa.
Los primeros productos de la compañía iban dirigidos a los particulares y a la pequeña empresa de construcción, pero la popularidad del revestimiento hizo crecer enormemente la demanda. En 1989 fueron creados paneles de revestimiento más grandes y dotados de mejores propiedades de aislamiento con destino a múltiples usos de carácter comercial e industrial. El veloz aumento de la facturación hizo ver que se necesitaban más fábricas y oficinas en el Japón, y a finales de 2010 sumaban cuatro las fábricas y once las oficinas en todo el país.
Resultados empresariales
El peculiar uso que hace IG Kogyo de la información que contienen las patentes, de la I+D y del sistema de P.I. se expresó en un éxito resonante para la compañía. En sus principios fue apenas un sueño en el que nadie creía, pero cuando llegó 2011 la IG Kogyo detentaba el 40% del mercado japonés de revestimiento de fachadas, y su capital ascendía a 3,1 millones de dólares EE.UU. Además, la Organización Internacional de Normalización (ISO) ha otorgado a la IG Kogyo los siguientes certificados: en 2000, por el sistema de gestión de la calidad (ISO 9001), y en 2003, 2004 y 2007, por el mínimo impacto ambiental de sus fábricas (ISO 14001).
Con el fin de impulsar el uso del revestimiento metálico aislante, la IG Kogyo fue una de las compañías fundadoras de la asociación Japan Medal Siding Industry Group, creada en 1976 para fomentar la mejora y utilización de dicha clase de revestimiento. Además, por medio de la IG Technology Research Center (IGTRC) la compañía ha ganado numerosos galardones en el Japón por utilizar el sistema de P.I., cabiendo destacar, en 2004, el premio al uso excelente y práctico de los derechos de propiedad industrial, que otorga el Ministerio de Economía, Industria y Comercio. En 2006, la Oficina Japonesa de Patentes incluyó a la IGTRC en la lista de las cien compañías japonesas que utilizan eficazmente los derechos de propiedad industrial. El uso creativo de la información que contienen las patentes y del sistema de P.I. explica la gran fama que tiene la “estrategia de patentes” de la compañía.
Un sueño hecho realidad
El Sr. Ishikawa nunca se hubiera imaginado que la idea que tuvo aquella fría mañana de invierno podría catapultar a su naciente compañía al primer puesto de la industria japonesa de la construcción. Gracias al estudio creativo de los inventores que lo precedieron y asimismo al uso del sistema de P.I. para proteger sus propias invenciones, el Sr. Ishikawa hizo realidad el sueño de ayudar a los demás, y con ello logró dar un vuelco a la industria de la construcción de su país.