Antecedentes
Biofertilizante EMAS – de apariencia granulosa – con una garantía de estabilidad de un año (Fotografía: WIPO–ASEAN/IP/BKK/06/DRAFT)
A pesar de que Indonesia haya dedicado extensas zonas de su territorio a las plantaciones, la calidad del suelo de muchas de estas zonas sigue siendo dudosa. La calidad marginal del suelo – caracterizado por unos niveles muy bajos de nutrientes y de sustancias orgánicas, una acidez elevada y una actividad microbiana insuficiente – reduce la eficacia de los fertilizantes químicos convencionales porque en la humedad de las zonas tropicales estos tipos de suelos tienden a perder fertilizantes debido a filtraciones. Esta tendencia representa una pérdida económica, así como una posible contaminación del medio ambiente como consecuencia de la filtración de fertilizantes.
Para aportar una solución a este problema, resultó necesario encontrar una tecnología que permitiera, por una parte, reducir el vertido de residuos de fertilizantes en el medio ambiente, y, por otra, mejorar la capacidad de las raíces de las plantas de extraer el agua y los nutrientes de manera más eficaz. A principios de los años 90, el gobierno indonesio puso en marcha un proyecto piloto para la elaboración de un biofertilizante que permitiera disminuir la dependencia de los fertilizantes convencionales que suelen utilizarse en los suelos de utilidad marginal. El proyecto fue dirigido por el Dr. Didiek Hadjar Goenadi, un experto en edafología del Instituto Indonesio de Investigación en Biotecnología de Cultivos (Indonesian Biotechnology Research Institute for Estate Crops (BRIEC)).
Estudios biotecnológicos han demostrado que los biofertilizantes a base de microorganismos pueden generar actividades microbianas en el suelo que aumentan la capacidad de absorción de nutrientes de las plantas, estabilizan los agregados del suelo (terrones de partículas de tierra consolidados) y aceleran la descomposición de desechos orgánicos residuales. El proyecto piloto fue dirigido por la Asociación de Plantadores Indonesios para la Investigación y el Desarrollo (Indonesian Planters Association for Research and Development (IPARD)), un consorcio de plantaciones del Estado y privadas que respaldan la investigación sobre distintos productos y tecnologías agrícolas y afines.
Investigación y desarrollo
El proyecto piloto de investigación y desarrollo (I+D) realizado por la IPARD se centró en la “mejora de las actividades microbianas en los suelos” (“enhancing microbial activities in the soils” (EMAS)) mediante la elaboración de un biofertilizante que vuelve los nutrientes solubles y estabiliza los agregados (Biofertilizante EMAS). Varios institutos de investigación públicos y privados participaron en el proyecto. Teniendo en cuenta las necesidades de la producción local, todos los microbios utilizados en la investigación provienen del suelo indonesio. En 1995, se creó un prototipo del biofertilizante EMAS junto al Dr. Goenadi quien fue el principal investigador e inventor.
La tecnología de producción experimental del biofertilizante EMAS constituyó una etapa intermediaria antes de comenzar la producción comercial mediante una serie de novedades tecnológicas. Antes de iniciar esta etapa, los Riset Unggulan Kemitraan (RUK – programas de incentivo a la investigación emprendidos por universidades o institutos de R&D en colaboración con instituciones privadas) realizaron experimentos en laboratorio y en invernadero durante cinco años.
Los experimentos de campo del biofertilizante EMAS se realizaron en cultivos de plantación (té, hule, cacao, palma aceitera y caña de azúcar), cultivos alimentarios (arroz y maíz), horticulturas (papas) y especias. La utilización del biofertilizante EMAS ha demostrado que éste puede reducir hasta un 50% el uso de fertilizante convencional. Además, la utilización del biofertilizante en el suelo proporciona mayor estabilidad a los agregados del suelo y mejora la fertilidad. La ventaja competitiva del biofertilizante EMAS también se basa en otros beneficios: su costo es entre 10 y 30 veces menor al de los fertilizantes convencionales; no daña el medio ambiente y puede aplicarse en cualquier tipo de cultivo.
Patentes
TEl proceso de producción del biofertilizante EMAS fue patentado en 1998 en la Oficina de Patentes de Indonesia (Patente Nº ID 0 000 206S). En la misma se reconoce al Dr. Goenadi como el único inventor. Además del EMAS, también es el inventor o coinventor de otros tres biofertilizantes.
Licencias
La tecnología de producción del EMAS es utilizada por Bio Nusa bajo licencia del BRIEC. Este producto obtuvo del Departamento de Agricultura de Indonesia la autorización oficial para la producción comercial y la comercialización con el número de registro G 798/BSP/X/2001.
La concesión de licencias para la producción del biofertilizante EMAS ha generado importantes beneficios económicos para el Dr. Goenadi y otras partes interesadas. A partir de 2001, el Dr. Goenadi comenzó a ganar hasta 150 millones de rupias al año como regalías por su invención y se prevé que con el paso del tiempo ganará hasta 400 millones de rupias al año. Los beneficios generados por la producción bajo licencia del biofertilizante EMAS son repartidos entre las partes interesadas de la manera siguiente: se percibe 10% del valor total de la producción por pago de derechos de licencia, del cual 40% va dirigido al inventor principal (el Dr. Goenadi), 40% al personal, incluidos los coinventores y 20% al pago de gastos administrativos.
Comercialización
El biofertilizante EMAS empaquetado en sacos de 25 kg (Fotografía: WIPO–ASEAN/IP/BKK/06/DRAFT)
Aunque las ventajas ofrecidas por el biofertilizante EMAS eran notables, al inicio de su comercialización tuvo ciertas dificultades para acceder al mercado. Dado que se trataba de un producto nuevo, se plantearon dudas acerca de su eficacia con respecto a los productos convencionales. Por lo tanto, fue necesario elaborar una sólida estrategia para su comercialización mediante la creación de una empresa llamada PT Bio Industri Nusantara (Bio Nusa). Bio Nusa es fundamentalmente un consorcio de varios segmentos de PTP Nusantara, la empresa pública de plantaciones que también participó activamente en el proceso de I+D del biofertilizante EMAS. La sede principal de la empresa se encuentra en Bandung mientras que la fábrica de producción a gran escala está ubicada en Purwakarta, Java occidental, y tiene una capacidad de producción anual de 10.000 toneladas. A diferencia de los fertilizantes químicos, el biofertilizante EMAS sólo se produce por encargo de los clientes puesto que los microbios presentes en el mismo sólo pueden conservarse durante un plazo de hasta 12 meses.
Resultados empresariales
La utilización del biofertilizante EMAS reduce de manera eficaz la dosis de fertilizante convencional empleada. Ofrece buenos resultados con toda una serie de cultivos como hule, té, cacao, caña de azúcar y palma aceitera. El biofertilizante EMAS podría ayudar a Indonesia a ahorrar hasta 1,5 billones de rupias al año en su consumo interno de fertilizantes. Además, sus características ecológicas garantizan que los riesgos de contaminación sean mínimos. En 2009, Bio Nusa recibió un certificado de gestión de calidad como prueba de que su sistema de gestión de operaciones cumple con las exigencias de la norma ISO 9001:2000.
El Dr. Goenadi ha recibido numerosos premios incluido el premio “Satya Lencana Wirakarya Pembangunan” entregado por el Presidente de Indonesia en 1998 y el Premio Indonesio a los Derechos de Propiedad Intelectual por la patente del biofertilizante EMAS en 2001.
Factores clave del éxito: actividades innovadoras de I+D y una sólida protección de la P.I.
Responder a una necesidad socioeconómica mediante actividades precisas e innovadoras de I+D fue el factor clave para la elaboración del revolucionario biofertilizante EMAS. Al mismo tiempo, el inventor y sus colegas entendieron que para que su innovación alcanzara un gran éxito era necesario garantizar la utilización adecuada y la sostenibilidad del producto en el mercado, así como que se retribuyeran sus esfuerzos por la elaboración del fertilizante. La protección por patente del biofertilizante EMAS y su posterior éxito comercial garantizaron dicha retribución.