Vale dos Vinhedos, Rio Grande do Sul, Brasil (fotografía: Miriam Cardoso de Souza).
Antecedentes
Aprovale, la asociación de vitivinicultores del Vale dos Vinhedos, de Rio Grande do Sul, en el Brasil, fue fundada en 1995 por unos empresarios de la región con una visión de vanguardia. Los objetivos principales de la asociación son promover las raíces culturales de la región —como sus procesos tradicionales de vinicultura y los deliciosos vinos que con ellos se obtienen— de una forma económicamente viable y ecológicamente sostenible.
La geografía particular del Vale dos Vinhedos y las costumbres vitivinícolas tradicionales de sus habitantes son factores importantes y diferenciales. Esta tipicidad —la medida en que un vino refleja su origen cultural y geográfico— es una calidad que los autóctonos de Rio Grande do Sul han sabido explotar comercialmente.
Gracias al clamoroso éxito de Aprovale, hoy en día, los agricultores y los vinicultores del Brasil son plenamente conscientes de la importancia de tener productos locales diferenciados vinculados a su geografía y origen particulares. Esta estrategia permite al gobierno y a la industria agrícola superar los retos que impone la competencia del mercado internacional al tiempo que se garantiza la protección de la cultura, el progreso económico y la sostenibilidad ecológica.
Certificado de la indicación geográfica I.P.V.V (Imagen: Instituto Nacional de Propiedad Industrial).
Productos con origen geográfico particular
El estado de Rio Grande do Sul se encuentra en la zona templada meridional y tiene un clima subtropical con temperaturas anuales que varían entre 16ºC y 18ºC. Existen cuatro estaciones relativamente bien diferenciadas y se registran precipitaciones bien distribuidas a lo largo del año. Varias ecorregiones (zonas caracterizadas por comunidades geográficas y sistemas ecológicos distintos) cubren partes del estado. El clima de Rio Grande do Sul es ideal para producir variedades de vino de primera calidad. Las bodegas de la región son famosas por sus tempranillo, cabernet sauvignon y cabernet franc (variedades de uva de vino tinto). Otras variedades populares son el chardonnay (uva de vino blanco), el tannat y el pinot noir (ambas uvas de vino tinto).
El Vale dos Vinhedos (Valle de los viñedos) se encuentra en la región de Serra Gaúcha en Rio Grande do Sul, famosa también por la producción de muebles, chocolate, queso, productos artesanales y calzado. El valle está situado entre las ciudades de Bento Gonçalves, Garibaldi y Monte Belo do Sul a 742 metros sobre el nivel del mar.
Conocimientos tradicionales
Aprovechando la concesión de tierras por parte del gobierno brasileño en 1870 y las similitudes del clima y del terreno del valle con los de su lugar de origen, unos emigrantes procedentes de Italia se establecieron en el Vale dos Vinhedos para dedicarse a la viticultura (cultivo de la uva) con viñas que habían llevado de Italia. Estos emigrantes poseían conocimientos específicos sobre vitivinicultura que había sido transmitidos de generación en generación. Actualmente, los brasileños de ascendencia italiana representan el 60% de la población de la región y su influencia cultural es evidente en todo Rio Grande do Sul.
Indicaciones geográficas
Vitivinicultor del Vale dos Vinhedos (fotografía: Isabelle Fontrin)
En 1995, seis vitivinicultores se organizaron en una asociación denominada Associação dos Produtores de Vinhos Finos do Vale dos Vinhedos (Aprovale). Aprovale incluye no solo los vitivinicultores del valle, sino también todas las empresas conexas al turismo, la agroindustria y el suministro de productos culturales relacionados con el vino de la región.
La misión principal de la asociación es desarrollar y fomentar la investigación relacionada con la viticultura a fin de preservar y proteger las raíces culturales de los productores y de los vinos de la región. La asociación emprendió una serie de iniciativas que culminaron con el registro de una indicación geográfica para la región. Por ejemplo, elaboró normas y procedimientos de producción de estricto cumplimiento para sus miembros e inició un programa cuyo objetivo es promocionar el Vale dos Vinhedos como centro nacional e internacional de productos relacionados con el vino.
De hecho, una de las primeras actuaciones del consejo regulador de Aprovale consistió en elaborar un código de conducta. Este código además de preservar los conocimientos especializados y culturales de los vitivinicultores, evita que los infractores se apropien ilegalmente del buen nombre asociado a los vinos del Vale dos Vinhedos. Define unas directrices técnicas claras que los productores locales deben respetar para que la calidad de sus productos mejore regularmente y para que sean cada vez más reconocidos por los clientes tanto nacionales como internacionales. El código de conducta garantiza además que se sigan unos procedimientos de producción rigurosos controlados por un equipo de supervisores, especialistas y técnicos de la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (EMBRRAPA) y de Aprovale. Estos expertos se dedican a sellar con cera todas las botellas que cumplen las estrictas normas de las cooperativas.
En 1996, el Brasil instituyó un sistema de protección jurídica nacional para las indicaciones geográficas en virtud de la ley 9279. A fin de solicitar el registro de una indicación geográfica para el Vale dos Vinhedos, Aprovale encargó un estudio de viabilidad y un informe sobre las condiciones necesarias para obtener la indicación geográfica. El estudio incluyó finalmente informes geográficos con representaciones del perfil, la topografía y el clima del valle. En colaboración con la Fundación de Ayuda a la Investigación del Estado de Rio Grande do Sul (FAPERGS), EMBRAPA y la Universidad de Caxias do Sul (UCS), los resultados del estudio se publicaron en 1999 en un libro titulado Vale dos Vinhedos – Caracterização Geográfica da Região (Vale dos Vinhedos: características geográficas de la región).
En 2001, Vale dos Vinhedos, junto con su acrónimo, I.P.V.V, pasó a ser una de las primeras indicaciones geográficas registradas en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI).
El sello I.P.V.V figura en los vinos tintos y también en los vinos blancos y se identifica fácilmente en todo el mundo. Es muy positivo para los consumidores, que lo reconocen como una seña de calidad, y para los proveedores, que tienen la garantía y la satisfacción del nivel de calidad del producto. Además los vitivinicultores han visto incrementados los ingresos en la región, lo que se ha traducido en inversiones y mejoras en sus conocimientos técnicos, en los controles de producción, la maquinaria, los propios viñedos y sus productos. Por último, el registro de la indicación geográfica no solo proporciona protección jurídica frente a los fraudes y los intentos de usurpación del buen nombre de la asociación, sino también el derecho a entablar acciones legales en caso de que tales infracciones se produzcan.
Tl Consejo de Aprovale ha sido pionero en el Brasil. No solo registró una de las primeras indicaciones geográficas del país, sino que además elaboró un código de conducta con directrices y procedimientos claros supervisados y aprobados por equipos de expertos.
Comercialización
Los vinos con el sello I.P.V.V. se han asentado sólidamente en el mercado mundial del vino y pueden competir con productos más económicos promocionando una garantía de calidad —basada en los conocimientos especializados de generaciones— como alternativa interesante. El carácter típico del vino ha resultado ser uno de los principales argumentos de venta, que ha atraído a clientes tanto locales como internacionales y ha animado a que se produzcan nuevas inversiones en la región. Los beneficios vuelven a invertirse para mejorar la calidad del vino y los sistemas de producción de los viñedos. El éxito de estos vinos ha propiciado también el crecimiento económico de Rio Grande do Sul al contribuir al aumento sostenible del ecoturismo (turismo controlado con visitas de grupos reducidos a zonas protegidas).
Bodega del Vale dos Vinhedos (fotografía: Glauco Umbelino)
Resultados empresariales
Rio Grande do Sul es la principal región vitivinícola del país, con un 90% de la cuota del mercado del vino del Brasil. El Brasil es actualmente el tercer país productor de vino de América del Sur y figura entre los veinte primeros países que se dedican al comercio mundial del vino.
Cuando los vinos del Vale dos Vinhedos se comercializaron por primera vez en 1990, el valle contaba con unos pocos viñedos y casas, su infraestructura era muy limitada y el enoturismo (turismo relacionado con el vino), escaso.
Aprovale comprende ahora 31 bodegas y 39 organizaciones asociadas de artesanos, hoteleros y restauradores. En 2009, las bodegas de la región producían 6,2 millones de litros de vino, es decir, 8,3 millones de botellas, entre otras las de Aurora, Vinícola Miolo y Reserva da Cantina. Esto representa más del 4% de toda la producción industrial de la región.
En 2009, 182.229 turistas visitaron la región —lo que representa el 25% de los ingresos de las bodegas— para disfrutar de sus vinos finos, sus boyantes tiendas gastronómicas italianas, los deportes de invierno y otros servicios como la artesanía, los productos lácteos, los hoteles y los albergues. De los 80 vinos seleccionados en Cosecha 2010 —la decimoctava evaluación nacional de vinos del Brasil— casi el 25% procedía del Vale dos Vinhedos.
Vale dos Vinhedos prospera gracias a varias industrias dinámicas, cuya principal aportación, entre otras, está dada por el comercio del vino y la indicación geográfica I.P.V.V.
El vino, fuente de progreso
VVale dos Vinhedos e I.P.V.V. han animado a otros productores a considerar las ventajas de vincular mediante el registro de una indicación geográfica sus productos, una ubicación geográfica exclusiva y una cultura y unos conocimientos específicos particulares. Este caso demuestra que una indicación geográfica correctamente registrada y explotada puede transformar un sencillo grano de uva en un medio de protección del patrimonio cultural, la sostenibilidad ecológica y el progreso económico.
