Climeworks: una tecnología para revertir el cambio climático

El cambio climático es uno de los problemas más apremiantes y complejos de nuestros tiempos. Para preservar el ecosistema de nuestro planeta, en los próximos diez años debemos reducir radicalmente las emisiones netas de dióxido de carbono y, al mismo tiempo, seguir sustentando una población en crecimiento.

Climate change is one of the most urgent and complex challenges of our time. Can humanity’s capacity for creativity and innovation really save the world? (Photo: Courtesy of Climeworks)

En el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático queda claro que para alcanzar esos objetivos será necesario combinar la reducción de las emisiones con la búsqueda de sistemas para eliminar el dióxido de carbono presente en la atmósfera. Por consiguiente, la captura y el almacenamiento de carbono constituyen una parte esencial de la estrategia de todo país orientada a lograr una huella de carbono cero.

En gran medida, la tecnología de captura directa de aire forma parte de un conjunto de soluciones, pero no es una fórmula mágica. La magnitud de la crisis climática es tal que todas las soluciones deben ir coordinadas.

Louise Charles, directora de comunicaciones de Climeworks

Gran parte de la tecnología para la captura y el almacenamiento de carbono existe desde hace decenios. Un ejemplo es la captura directa de aire, pero el problema siempre ha sido encontrar una solución que pueda aplicarse a gran escala.

Climeworks se fundó para desarrollar plantas de captura directa de aire a gran escala a fin de resolver ese problema.

La empresa

Fundada por dos ingenieros mecánicos suizos que estudiaron la captura directa de aire en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, Climeworks ha desarrollado plantas que aplican esa tecnología a gran escala gracias a un sistema modular de colectores de CO2. Esos colectores, cada uno del tamaño de un automóvil pequeño, pueden apilarse en distintas configuraciones para crear una planta de tamaño variable capaz de extraer el CO2 del aire ambiente.

Climeworks, a Swiss-based company, has developed the world’s first commercial direct air capture technology that removes carbon dioxide from the air. Each collector is the size of a small car and can be stacked to create a plant of any size. (Photo: Courtesy of Climeworks)

Para eliminar el CO2, unos ventiladores aspiran el aire hacia la planta, donde un material filtrante de gran selectividad retiene el CO2 junto con la humedad del aire.

Una vez que el filtro se satura de CO2, se calienta a unos 100 °C, con lo que se rompe la unión entre el filtro y el CO2, el cual es liberado y recogido en forma de gas CO2 concentrado.

El aire exento de CO2 se libera de nuevo a la atmósfera, y este ciclo continuo puede empezar de nuevo. El filtro se reutiliza muchas veces y dura varios miles de ciclos.

Posteriormente, ese CO2 puede venderse para elaborar bebidas gaseosas, combustibles neutros en carbono o fertilizantes. También puede almacenarse bajo tierra, inyectando una mezcla de CO2 y agua en determinadas formaciones rocosas, en las que el CO2 se petrifica, gracias a una reacción química, mediante el procedimiento CarbFix.

Para ese procedimiento solo se necesita una fuente de energía renovable y, en caso de que no se opte por la venta del CO2, un emplazamiento geológico adecuado para almacenarlo.

Christoph Gebald and Jan Wurzbacher (above), founders of Climeworks (Photo: Courtesy of Climworks).

Actualmente, las plantas de Climeworks tienen una eficiencia del 90%, ya que emiten 10 kg de CO2 por cada 100 kg retirados de la atmósfera. El objetivo es aumentar ese porcentaje hasta el 96% mediante una mayor innovación.

La empresa es titular de varias patentes relativas a su tecnología, a las cuales atribuye un gran valor, pues permiten proteger los conocimientos y asegurar las inversiones. Originalmente financiada a través de programas de desarrollo y becas de investigación, la empresa se desligó en 2009 de la Escuela Politécnica Federal para convertirse en una empresa privada, que hasta la fecha ha captado inversiones por valor de 50 millones de francos suizos.