14 de diciembre de 2022
Por Vanessa Behrens (OMPI) y Sacha Wunsch-Vincent (OMPI)
Tanto los innovadores como los responsables de la formulación de políticas de innovación se plantean una pregunta: ¿se agotará el capital riesgo en 2022?
Tras registrar un crecimiento sin precedentes del capital riesgo en 2021, cunde el temor de que el endurecimiento de las condiciones monetarias provoque de nuevo un acusado descenso de este, minoración que se notaría, en particular, en su afluencia a regiones desatendidas, como América Latina y África.
Sería una lástima, ya que la falta de financiación de capital riesgo puede traducirse en una escasa inversión en innovación (véase, en inglés el tema especial sobre el Índice Mundial de Innovación 2022); las empresas que contaron con el respaldo inicial de este tipo de financiación han creado muchas de las innovaciones más útiles del mundo moderno[1].
Los datos incompletos de 2022 (proporcionados por Refinitiv, nuestro colaborador en el Índice Mundial de Innovación), muestran que el capital riesgo resiste con firmeza en comparación con los promedios históricos (compárese los del año 2022 con los de cualquier año anterior a 2021 en los gráficos 1 y 2), pese a que la tasa de crecimiento interanual no está a la altura del excepcional auge del capital riesgo registrado en 2021.
A pesar de la pandemia del COVID-19, la cifra de operaciones de capital riesgo creció un 46% entre 2020 y 2021, frente al 7% observado entre 2019 y 2020 (véase, en inglés, el Rastreador de la innovación mundial del Índice Mundial de Innovación)[2]. Se trata, pues, de un ritmo de crecimiento 10 veces superior a la tasa media de crecimiento anual del 4,3% registrada en el decenio anterior (2010-2020).[3]
En total, en 2021 se destinaron 618.000 millones de dólares de los EE. UU. a operaciones de capital riesgo en todo el mundo, con una tasa de crecimiento interanual del 125%, una cantidad registrada por última vez poco antes del estallido de la burbuja “puntocom” (véase el gráfico 2).
América Latina y el Caribe (+100%, es decir, el doble) y África (+75%) registraron el mayor crecimiento en el número de operaciones, aunque bien es cierto que partían de una base modesta. Las inversiones en capital riesgo se cuadruplicaron con creces en África y América Latina, hasta alcanzar los 3.000 y 16.000 millones de dólares de los EE. UU., respectivamente.
Las cuantías de capital riesgo, tanto en volumen de operaciones como en valor, se mantendrán altas en 2022, mientras que el crecimiento del capital riesgo sufrirá un acusado descenso con respecto al excepcional auge registrado en 2021.
La buena noticia es que todas las operaciones de capital riesgo aprobadas en todo el mundo en lo que va de 2022 (13.700) ya han superado la cifra de operaciones formalizadas en cada uno de los últimos 10 años (una media de 10.500 operaciones al año), con la excepción de 2021 (19.000 operaciones), año atípico por su extraordinario volumen de actividad en materia de capital riesgo (véase el gráfico 1). Cuando se disponga de los datos definitivos de 2022, es probable que las operaciones de capital riesgo se acerquen a los niveles de 2021 o que incluso sean algo superiores (véase el gráfico 1)[4].
No obstante, cabe esperar con casi total seguridad que el crecimiento interanual registrado en el auge del capital riesgo en 2021 —el 46% antes mencionado y representado por la línea rosa en el gráfico 1— no tenga parangón en 2022.
Gráfico 1: Número de operaciones de capital riesgo registradas y crecimiento interanual por región
Se observa una tendencia similar para el valor del capital riesgo. En 2022 ya se han cerrado inversiones en capital riesgo por valor de 295.000 millones de dólares de los EE. UU. en todo el mundo y, aunque el año aún no ha terminado, ya ha superado los 260.000 millones de dólares de los EE. UU. que se registraron en inversiones en capital riesgo en 2020. Ahora bien, a diferencia de las tendencias observadas en las operaciones de capital riesgo, es probable que el valor de estas permanezca muy por debajo del máximo alcanzado en 2021 (595.000 millones de dólares de los EE. UU.) (véase el gráfico 2). En función de la celeridad con la que el endurecimiento de las condiciones monetarias desemboque en la escasez de dinero en el tercer y el cuarto trimestre de 2022, la cuantía de los dólares invertidos en capital riesgo podría sufrir un brusco descenso en 2022 con respecto a 2021 (véase el gráfico 2).
Al margen de la posible ralentización del capital riesgo, hay noticias positivas en el ámbito regional, sobre todo en África. Al comparar solo los datos completos (es decir, los del primer semestre de 2022 frente a los del mismo período de 2021), se constata un aumento del número de operaciones en tres regiones: África registró el crecimiento más pronunciado (+45%), seguida de Asia y el Pacífico (+28%) y Europa (+15%). Empero, en el primer semestre de 2022, América Latina y América del Norte han presentado un menor número de operaciones: -23% y -12%, respectivamente.
En comparación con 2020 y pese a que los datos están incompletos, se aprecia un aumento del valor de las operaciones en todas las regiones del mundo (excepto en Asia y el Pacífico, donde se sitúa al mismo nivel). De nuevo, esta comparación merece una mención particular en el caso de África, que ya ha recibido el triple de inversión en capital riesgo en 2022 que en 2020. Asimismo, África es la única región en la que en el primer semestre de 2022 el valor del capital riesgo ha rebasado con creces al del primer semestre de 2021, pues se ha quintuplicado desde los 300 millones de dólares de los EE. UU. hasta los 1.600 millones, mientras que en el resto de regiones se ha producido un declive.
Gráfico 2: Valor total de la inversión en capital riesgo y crecimiento interanual por región
Por último, el año 2022 aún no ha terminado y los datos todavía están incompletos. La comparación plena entre 2022 y 2021 y los años anteriores tendrá que esperar hasta marzo de 2023. No se pierda este análisis, que se presentará dentro de unos meses, ni la evaluación exhaustiva del Índice Mundial de Innovación 2023.
Contextualización: El Índice Mundial de Innovación utiliza tres indicadores de capital riesgo, que se obtienen gracias a la colaboración entre Refinitiv, una empresa del LSEG (London Stock Exchange Group), y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). El buscador de valores privados de Refinitiv (Eikon) proporciona datos de capital riesgo sobre el volumen de operaciones, el importe invertido, así como información sobre el inversor y el destinatario, con datos que se remontan al menos hasta 1995.