Se cumplen diez años de la adopción del significativo Tratado de Marrakech
12 de julio de 2023
Al cumplirse diez años del golpe de mazo con el que se adoptó el emblemático Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso, los Estados miembros y las principales partes interesadas se han reunido durante la Asamblea General de la OMPI para conmemorar el aniversario del tratado, que es el de expansión más rápida de entre todos los tratados de la OMPI.
Daren Tang, director general de la OMPI , dice que el Tratado de Marrakech no es solo un texto jurídico, sino que cabe calificarlo de “oportunidad” : oportunidad de que los escolares con discapacidades visuales o físicas estudien al mismo ritmo que sus compañeros; oportunidad para que las personas de esa comunidad puedan ejercer profesiones que de otro modo les estarían vedadas; y oportunidad de que todos los miembros de la comunidad mundial se apoyen mutuamente mediante el intercambio y la circulación de obras en formato accesible.”
Añade el Sr. Tang que el Tratado “va camino de convertirse en un tratado mundial”. El Tratado de Marrakech “ha sido pionero en la colaboración con las ONG para crear impacto sobre el terreno”.
El director general ha hablado de cómo las nuevas tecnologías pueden ampliar el alcance y acelerar el ritmo de trabajo del Consorcio de Libros Accesibles (ABC). Se ha referido a un acuerdo concertado recientemente con Tata Consultancy Services en la India en torno a una nueva solución de software que se implantará entre los socios del ABC en los países en desarrollo y menos adelantados. Ese programa ayudará a aumentar el número de libros accesibles para las personas ciegas o con otras dificultades para acceder al texto impreso.
En su intervención en la ceremonia de celebración, Martine Abel-Williamson, presidenta de la Unión Mundial de Ciegos (UMC), ha recordado el “papel fundamental” de la UMC en la promoción del Tratado y los esfuerzos en curso para garantizar su plena aplicación. Refiriéndose a la brecha existente entre la ratificación y la aplicación en algunos Estados miembros, ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para “redoblar esfuerzos y trabajar en colaboración para salvar esta brecha en la aplicación, garantizando así que el potencial transformador del Tratado de Marrakech se convierta en una realidad para todos”.
Tras su experiencia en Sudáfrica de niña ciega con escaso acceso a los libros de texto, Praveena Sukhraj-Ely, directora y tesorera del Consejo Internacional para la Educación de las Personas con Discapacidad Visual, considera la adopción del Tratado “un momento decisivo en el camino hacia el acceso, la inclusión y la participación de las personas con discapacidad visual y dificultad para acceder al texto impreso”. Además, ha instado a la comunidad de personas con discapacidades a seguir abogando por la ratificación y aplicación del Tratado.
Ciego por la explosión de una mina terrestre cuando tenía nueve años, Dang Hoai Phúc, director ejecutivo del Centro de Formación Profesional y Tecnología Asistencial para Ciegos de Sao Mai, y músico, manifiesta la alegría que le produce que su país haya ratificado y aplicado recientemente las disposiciones del Tratado que ahora facilitarán el intercambio transfronterizo de libros accesibles y partituras en braille a través del ABC.
Hugo Setzer, director general de Manual Moderno y ex presidente de la Unión Internacional de Editores (UIE), dice que la UIE ha apoyado el Tratado desde su adopción y que un gran número de editores de todo el mundo apoyan los objetivos del Tratado y trabajan en la edición accesible. Considera que todos deberían comprometerse a seguir trabajando en esa dirección. Para subrayarlo, cita un proverbio budista: “Si estás mirando en la buena dirección, basta con seguir caminando”.
El autor de libros infantiles Tony Bradman, hablando en nombre del International Authors Forum (IAF), alaba los grandes logros del Tratado que se han conseguido e insta a todas las partes interesadas a seguir prestando su apoyo, señalando que “debemos reconocer que este tipo de acuerdos aportan, por encima de todo, esperanza para el futuro.”
Con el Tratado, que cuenta con 93 partes contratantes que abarcan 119 países, se responde al “hambre de libros” al exigir que se adopten disposiciones legislativas nacionales que permitan la reproducción, distribución y puesta a disposición de obras publicadas en formatos accesibles mediante limitaciones y excepciones a los derechos de los titulares de derechos de autor.
También se prevé el intercambio transfronterizo de las obras en formato accesible por parte de organizaciones que atienden a personas ciegas o con otras dificultades para acceder al texto impreso y con ese fin, se armonizan las limitaciones y excepciones para que estas organizaciones puedan operar a través de las fronteras. Este intercambio de obras en formatos accesibles aumenta el número total de obras disponibles, eliminando duplicaciones y aumentando la eficacia. En lugar de que haya cinco países produciendo versiones accesibles de la misma obra, cada uno de los cinco países puede producir una versión accesible de una obra diferente, que luego puede compartir con cada uno de los demás países.