Elección de las Mesas
Discurso de investidura
Presidente de la Asamblea General
Embajador Alberto Dumont (Argentina)
Honorables Ministros, Excelencias, Director General, Jefes de Delegaciones, Señoras y Señores. Es para mí un gran honor y un placer dirigirme a esta cuadragésima séptima serie de reuniones de las Asambleas de los Estados miembros de la OMPI, que estamos inaugurando hoy.
En estas Asambleas, que se celebran entre el 22 de septiembre y el 1 de octubre, los 184 Estados miembros de la OMPI tenemos la oportunidad de pasar revista a las actividades realizadas, evaluar los progresos efectuados a la luz de las metas y objetivos fijados para la Organización. Por otra parte, las Asambleas nos permiten examinar la labor futura y establecer estrategias para acometer los nuevos desafíos que nos plantea la propiedad intelectual como mecanismo de gestión de la innovación tecnológica, la creatividad cultural y de regulación del comercio de cara a los no pocos desafíos globales que enfrentamos hoy día.
Antes de continuar, quiero subrayar que por primera vez en los anales de la OMPI, las reuniones de sus Estados miembros, las Asambleas que se realizan cada año, comenzarán con un encuentro ministerial de alto nivel de dos días de duración. La presencia de sus Excelencias es una clara manifestación de la importancia que ha tomado la propiedad intelectual en materia de políticas públicas y, por lo tanto, en las altas esferas de la toma de decisiones de nuestros gobiernos. Estas sesiones de alto nivel, que celebramos hoy y mañana, constituyen un foro especial y único para los casi cincuenta ministros que nos honran con su participación. Estas deliberaciones nos permitirán abordar los retos y las prioridades que en materia de P.I. afrontan y deberán afrontar los formuladores de políticas de nuestros gobiernos. Y de allí emanarán, ciertamente, pautas que permitirán que la Organización continúe prestando servicios adecuados a las necesidades prácticas de sus Estados miembros.
Paso seguido, quiero rendir homenaje y agradecer a quienes se han encargado estos últimos años de velar por los asuntos de esta Organización desde las últimas Asambleas. A este respecto, agradezco al Presidente saliente, Embajador Martin Uhomoibhi, de Nigeria, y a sus dos distinguidos Vicepresidentes, la Embajadora Laura Thompson, de Costa Rica, y el Sr. Seong-Joon Park, de la República de Corea, por sus esfuerzos por facilitar el diálogo y la búsqueda de consensos en el seno de las discusiones y deliberaciones de esta Organización.
Es mi intención agradecer a todos los Estados miembros la confianza que me han otorgado al elegirme Presidente de la Asamblea General. Afirmo mi compromiso con una actitud imparcial, diligente y respetuosa de las garantías procesales debidas al cumplir con mi obligación como Presidente de esta Organización.
No obstante, como todos y cada uno de los presentes lo sabe, no es posible llevar a cabo esta tarea sólo, por mis propios medios, sin el apoyo y la cooperación de todos ustedes, elementos esenciales del ejercicio para la construcción del consenso. Así pues, los invito y aliento a seguir dando pruebas de colaboración, flexibilidad y apoyo en nuestra aspiración común de velar por que la OMPI siga avanzando hacia la consecución de sus programas en aras del bien colectivo. Excelencias, distinguidos delegados, en los meses que se avecinan debemos buscar la manera de afrontar y proponer soluciones a determinados retos, especialmente en cuestiones de política que afronta nuestra Organización. Me permito sugerir que es menester adoptar un enfoque cooperativo para encontrar soluciones a los problemas que afrontamos, independientemente de lo complejas y delicadas que puedan resultar las cuestiones en juego. Guiémonos siempre por los intereses comunes y adoptemos una actitud constructiva y una amplitud de espíritu en nuestras negociaciones. La comunidad de intereses comunes debe prevalecer sobre cualesquiera diferencias que parezcan separarnos.
Todos los aquí presentes conocen la importancia de la propiedad intelectual y su repercusión cultural, social y económica. Excelencias: me permito afirmar que somos miembros de esta Organización porque pensamos que desempeña una función importante y porque aquí ventilamos asuntos fundamentales vinculados a la promoción, diseminación y acceso a la innovación tecnológica y la creatividad, componentes claves para la creación de la riqueza real y duradera, para el desarrollo de todas las naciones. En calidad de Estados miembros, los invito a prestar apoyo a la Organización y a su personal para formular y aplicar soluciones para los diversos retos que afronta y cumplir los objetivos que acordemos conjuntamente
Ministros, Excelencias, jefes de delegación, tenemos ante nosotros una tarea larga e interesante y, como de costumbre, el tiempo disponible es escaso. Así es que procederé de inmediato a explicar cómo pienso que deberían abordarse los primeros puntos del orden del día.