Si alguien necesita pruebas de que la innovación no tiene límites, no tiene más que consultar nuestra lista de patentes de invenciones fuera de lo común.
Con esta bicicleta, patentada por Louis S. Burbank en 1900, se pueden ejercitar tanto las piernas como los brazos. "El objeto de la invención es un mecanismo que permite disfrutar con la bicicleta de un ejercicio como el de remar " - se explica la patente. Parece divertido pero esperemos que funcione el freno.
Patentada por Edmond Dennis en 1913, esta invención permite mantenerse en una escalera u otro soporte "incluso en sentido descendente, con el cuerpo hacia abajo ". No está recomendado para personas con miedo a las alturas.
Caminar dejando huella: Con estas suelas, patentadas por Philip E. McMorrow en 1968, se pueden simular "huellas de animales con fines educativos o por mera curiosidad". "Ante la extinción de ciertos animales salvajes, cada vez es más difícil formar a expertos en fauna y flora, conservacionistas, guardas forestales, boy scouts y otros en el arte de rastrear animales salvajes ", afirma el inventor en su solicitud de patente. ¿Dónde se puede conseguir ese par de suelas?
Vayan vestidos a la última usando ropa que además distribuye objetos. Su inventor, Frank R. Nemirofsky, lamentaba que "las prendas de vestir que salen fuera de la norma no sirvan para nada; solo para poner de relieve a personalidades conocidas, para frases ingeniosas pronunciadas en películas y para anuncios publicitarios". Así que, en 1978, patentó un bolsillo que puede contener cualquier objeto ¿qué tal si son chicles, y "ofrece una inédita forma de interacción entre el espectador y quien lleva la prenda".
Comer sobre la marcha no tiene por qué ser incómodo. Hecha para situaciones "en las que no es práctico utilizar una mesa normal", esta mesa de bandeja rígida permite comer, escribir y más cosas en cualquier lugar. ¡Buen provecho!
¿Comer más despacio es uno de sus propósitos de Año Nuevo? Nicole M. Dubus y Susan Springfield patentaron este "tenedor con cronómetro" en 1995. Al cabo de un rato, el tenedor da una señal a su usuario para que tome otro bocado de comida. ¡Buen provecho, pero despacio!