12 de enero de 2023
La tecnología de los automóviles evoluciona a gran velocidad, y los nuevos modelos de vehículos están equipados con todo tipo de comodidades. En los últimos años, he notado que los fabricantes y los compradores de automóviles han concedido más importancia a la facilidad y la comodidad que a las propias características de conducción de los vehículos. Esta tendencia de preferir el confort ha repercutido negativamente en la atención que los conductores prestan a las condiciones de conducción. Los refinados equipamientos de los automóviles tienden a reducir las sensaciones al volante. Este fenómeno es aún más notable en los vehículos eléctricos (VE), por lo que los fabricantes de ese tipo de vehículos intentan contrarrestar el problema introduciendo sonidos sintéticos al interior de los vehículos.
A través de las vibraciones de los automóviles al conducir se capta inconscientemente una gran cantidad de información. La invención consiste en reintroducir electrónicamente las vibraciones naturales registrándolas a través de sensores instalados fuera del habitáculo del vehículo y recreándolas en tiempo real por medio de pequeños motores de vibración ubicados dentro del volante. Además, permite recrear vibraciones sutiles sin reducir la comodidad de los pasajeros, e incluso sintetizar vibraciones que se sientan de forma natural en los vehículos eléctricos (VE) gracias a un sistema de aprendizaje automático. Al combinar estas vibraciones emuladas con sonidos sintéticos, puede mejorarse la experiencia de los conductores de los vehículos eléctricos.
Para un inventor independiente como yo, la vía del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) ha sido de gran ayuda. La primera ventaja del PCT, y la más útil, es la ampliación de los plazos para presentar solicitudes de patente en diferentes países. Sin el PCT, habría tenido que solicitar la protección por patente en todos los países en el plazo de un año a partir de la primera solicitud, pero gracias al PCT este trámite puede hacerse en 30 meses. Estos plazos más amplios permiten a los inventores como yo conseguir recursos financieros, socios o patrocinadores para sufragar las tasas de presentación y examen que han de pagarse en los distintos países (fases nacionales). La segunda ventaja del PCT es el informe de búsqueda, en el que se indica si es posible aceptar o no las reivindicaciones formuladas en la solicitud de patente, o si es necesario modificarlas antes de entrar en las fases nacionales. Esto puede reducir el costo y el tiempo de tramitación en las fases nacionales. En resumen, el PCT es la mejor manera para que los inventores independientes presenten una solicitud de patente en varios países.