25 de abril de 2022
En el Día Mundial del Paludismo de 2022 (#WorldMalariaDay2022), cuyo tema es “Aprovechemos las innovaciones para reducir la carga del paludismo y salvar vidas”, la innovación, las nuevas investigaciones y el desarrollo se vuelven a presentar como factores indispensables para erradicar el paludismo y, al mismo tiempo, evitar las prácticas que fomentan la resistencia a los medicamentos.
Anita Roddick, fundadora de la conocida empresa de productos cosméticos y para el cuidado de la piel The Body Shop, dijo una frase que se hizo famosa: “Si crees que eres demasiado pequeño para causar efecto, prueba a dormir con un mosquito en la habitación”. Anita no se refería al paludismo, pero su frase podría utilizarse perfectamente en este contexto. El paludismo es una enfermedad parasitaria que se transmite por la picadura de un mosquito infectado. El carácter inespecífico de los síntomas, como fiebre, dolores corporales, náuseas o diarrea, dificulta la realización de un diagnóstico clínico preciso, especialmente en las zonas pobres. Según el Informe mundial sobre el paludismo de 2021 (World Malaria Report 2021) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 hubo 241 millones de casos de paludismo y la enfermedad causó la muerte a 627.000 personas en todo el mundo.
La transmisión se produce en las regiones tropicales y subtropicales de África, Asia, Centroamérica y América del Sur. África sigue teniendo un porcentaje desproporcionadamente elevado de la carga mundial de paludismo. En 2020, el 95% de los casos de paludismo y el 96% de las muertes por esta enfermedad tuvieron lugar en África, donde los niños menores de cinco años representan el 80% del total de las víctimas de paludismo en la región. Si bien el progreso mundial de la reducción de casos de paludismo se ha estancado recientemente, se estima que los regímenes innovadores y las inversiones en nuevos tratamientos han evitado 1.700 millones de casos de paludismo y han salvado 10 millones de vidas desde el inicio del nuevo milenio.
En octubre de 2015, se concedió el Premio Nobel de Medicina a la investigadora china Tu Youyou por haber descubierto el compuesto artemisinina en 1971, en el marco de un proyecto financiado por el Gobierno de China. Al obtener el respaldo de la OMS, la politerapia con artemisinina (TCA) se ha convertido en el mejor tratamiento existente contra el paludismo, y tiene el enorme mérito de haber reducido a la mitad el número de muertes por paludismo en todo el mundo y de ser un elemento fundamental para salvar millones de vidas desde 2001.
En 2004, el economista Kenneth Arrow, galardonado con un Nobel, propuso una estrategia innovadora que transformó el mercado al aumentar notablemente la accesibilidad y la asequibilidad de la TCA en los países pobres. En 2009, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria ejecutó su estrategia con la colaboración de la comunidad internacional preocupada por el paludismo, incluido el sector privado. La iniciativa, denominada Servicio de Medicamentos Asequibles contra la Malaria (AMFm), se puso en marcha en el África Subsahariana y en Camboya. Además de reducir el precio de la TCA, este programa de ayudas innovador contribuyó a que la TCA ganara cuota de mercado frente a otros tratamientos contra el paludismo más baratos, pero menos efectivos (por ejemplo, la cloroquina y la sulfadoxina-pirimetamina (SP)).
El acontecimiento de innovación médica más reciente en la lucha contra el paludismo se produjo en octubre de 2021, cuando la OMS respaldó el inmenso éxito de la vacuna antipalúdica RTS,S, elaborada por GlaxoSmithKline. La RTS,S no es solo la primera vacuna contra el paludismo, sino también la primera vacuna contra una enfermedad parasitaria. El año pasado, el director general de la OMPI Daren Tang aplaudió este avance científico.
A pesar de los progresos logrados en la prevención del paludismo, cada vez es más complicado tratar a pacientes de alto riesgo con paludismo debido a que la enfermedad comienza a mostrar indicios de una resistencia cambiante a la TCA, que actualmente es el tratamiento más efectivo.
Cuando se trata de vidas y medios de subsistencia, la innovación médica no puede permitirse el lujo de descansar, especialmente cuando la más afectada es la infancia de los países en desarrollo. El problema no se resolverá con un único instrumento o innovación, sino que es necesaria una respuesta colectiva que se base en la prevención (mosquiteros tratados con insecticida, fumigación de interiores con insecticidas de acción residual y control de vectores), en un diagnóstico preciso y oportuno y en la disponibilidad de los mejores tratamientos para los casos graves de malaria. Mientras la comunidad internacional preocupada por el paludismo conmemora el Día Mundial del Paludismo (#WorldMalariaDay2022), la innovación médica seguirá buscando maneras de ganar la carrera y salvar vidas.