13 de septiembre de 2024
La Organización Mundial de la Salud estima que 2 500 millones de personas necesitan actualmente productos y tecnologías de apoyo y, dado el creciente envejecimiento de la población, se espera que esta cifra aumente hasta superar las 3 500 personas en 2050. El equipo de Salud Mundial de la OMPI entrevistó a la Profesora Katarzyna Wac, directora del laboratorio de tecnología Quality of Life (QoL) de la Universidad de Ginebra, y a Jing Forrest, un estudiante de doctorado externo en el laboratorio QoL, para desentrañar la función de la propiedad intelectual (PI) en la innovación en este ámbito.
"Tecnología de apoyo" es un término general que engloba los productos y las tecnologías de apoyo destinados a mejorar la capacidad funcional de las personas en cuanto a "cognición, comunicación, audición, movilidad, cuidado personal y visión, con lo que las ayudan a mejorar su salud, su bienestar, su integración y su participación".[1]
Este tipo de tecnología es esencial para las personas mayores ya que les permite mantener su salud y su calidad de vida permaneciendo al mismo tiempo socialmente activas. El término “AgeTech”, recientemente acuñado, explora más en profundidad la intersección entre tecnología y longevidad; se considera la tecnología como una herramienta que apoya el envejecimiento saludable y ayuda al mismo tiempo a los cuidadores y profesionales de la salud a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.[2]
El informe de la OMPI sobre tendencias de la tecnología (tecnologías de apoyo) reveló que la dependencia y la inmovilidad ya no se consideran consecuencias inevitables del envejecimiento. De hecho, las personas mayores tienen más probabilidades que antes de vivir de manera independiente. Unas tecnologías de apoyo eficaces y fáciles de utilizar son fundamentales para apoyar esta transición. Además, en el informe se constató el aumento de la actividad de patentamiento y del interés comercial en la esfera de las tecnologías relativas al autocuidado destinadas a las personas mayores.
Estos tipos de tecnologías han demostrado ser eficaces para mejorar la calidad de vida de las personas con limitaciones funcionales. Con el fin de recabar más información sobre la intersección entre el bienestar y las tecnologías de apoyo, el laboratorio Quality of Life (QoL) Technologies de la Universidad de Ginebra está llevando a cabo una investigación de alto impacto sobre la calidad de vida en el marco de la cual se están examinando la asistencia sanitaria móvil, las soluciones de bienestar, la autogestión de la enfermedad, el envejecimiento activo y saludable, y la vida cotidiana asistida por el entorno en las instalaciones de su laboratorio vivo, es decir, en contextos de la vida cotidiana.
Para el presente artículo, el equipo de Salud Mundial de la OMPI entrevistó a la Profesora Katarzyna Wac, directora del laboratorio QoL de la Universidad de Ginebra, y a Jing Forrest, un estudiante de doctorado externo en el laboratorio QoL y empleado a tiempo completo en las Naciones Unidas, donde está contribuyendo a la transformación digital de la Organización.
Según la definición de la OMS, la calidad de vida es la percepción del individuo sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que vive y con respecto a sus metas, expectativas, normas y preocupaciones. La calidad de vida es un concepto amplio que abarca el bienestar general de las personas, con inclusión de la salud física, la salud psicológica, las relaciones sociales y el contexto ambiental.
La Profesora Wac opina que todas las partes interesadas de la sociedad están, en cierta medida, encaminadas hacia la maximización de la calidad de vida: las entidades gubernamentales y del sector público, las empresas y la industria, las organizaciones no gubernamentales, las instituciones educativas, los grupos comunitarios, los medios de comunicación, las organizaciones internacionales y las instituciones financieras. Estas partes interesadas tienen distintos medios para lograr la maximización de la calidad de vida, así como diferentes objetivos al respecto.
La medida de la calidad de vida permite comparar de manera uniforme y normalizada diferentes poblaciones, servicios y resultados. El desafío reside en que actualmente no abundan los métodos para medir la calidad de vida y, a nivel individual, es necesario recurrir a informes propios que están sesgados con respecto a la subjetividad de su contenido, la dependencia de la memoria, la deseabilidad social y la falta de contexto en las respuestas.
Consciente de la función de las innovaciones tecnológicas en la promoción de la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores, el laboratorio QoL se ha asociado con AGE-INT, el mayor proyecto de investigación nacional suizo que aborda los desafíos y las oportunidades del cambio demográfico mediante un enfoque práctico y un equipo de proyecto transdisciplinario.
Las principales prioridades temáticas de la iniciativa AGE-INT son las siguientes:
La investigación y desarrollo en la esfera de las tecnologías de apoyo innovadoras para las personas mayores se centra en la sensibilización acerca de dichas tecnologías y en su potencial, así como en los desafíos que suponen, su uso en la vida diaria y medios innovadores de evaluar cómo contribuyen a la calidad de vida de sus usuarios.
Además del contenido de investigación de AGE-INT, su centro de "Tecnologías para las personas mayores" celebra el premio anual a la innovación en el ámbito del envejecimiento para aquellas innovaciones AgeTech (productos, empresas emergentes o proyectos) que pueden tener un impacto en las vidas de las personas mayores.
El año pasado, la empresa emergente médico técnica BIOS, con sede en Suiza, ganó el premio a la mejor empresa emergente por desarrollar el "primer implante con sensor de movilidad para la cadera del mundo", el HIPbeacon. Este sensor es compatible con los implantes de fijación de cadera existentes y no requiere ninguna cirugía adicional. El sensor funciona enviando datos a un teléfono inteligente o un receptor, sobre la base de los cuales un médico podrá prescribir un plan de tratamiento personalizado y controlar el correcto funcionamiento del implante en un contexto de asistencia a distancia. El HIPbeacon ilustra la convergencia entre la tecnología de apoyo y la biotecnología y la biomedicina, ofreciendo un seguimiento sanitario en tiempo real y facilitando un tratamiento médico avanzado para las personas mayores.
En lo que respecta a las principales tendencias, la Profesora Wac señaló que sus investigaciones actuales apuntaban a dos grandes tendencias en las tecnologías de apoyo: los robots de asistencia social (SAR) y la inteligencia artificial (IA).
Por una parte, las tecnologías de apoyo están incorporadas en nuestros objetos cotidianos, como los teléfonos inteligentes y los dispositivos portátiles, que cuentan con una infinidad de funciones de detección y con servicios de aplicaciones de valor añadido que mejoran nuestra toma de decisiones a diario. Por otra parte, la miniaturización y la personalización de las tecnologías permiten el diseño, el desarrollo y el suministro de robots de asistencia social (SAR).
Los SAR son máquinas físicas con diferentes niveles de funcionalidades, desde realizar tareas básicas como acompañantes y responder a preguntas sencillas (por ejemplo, sobre el estado del tiempo) hasta desempeñar tareas complejas como satisfacer las necesidades de atención diarias de las personas mayores. Los SAR pueden tener diferentes tipos de sensores, dispositivos de reconocimiento de voz, IA limitada incorporada —por ejemplo, un motor de razonamiento básico—, y algunos algoritmos de reconocimiento de voz o de imágenes. Algunos SAR avanzados disponen de motores de IA general con memoria ampliada y funciones de toma de decisiones complejas, prestación de servicios en distintos ámbitos de asistencia y planificación futura. La IA general permite personalizar en gran medida los SAR para responder a las necesidades del usuario.
Las empresas que desarrollan SAR deben tener en cuenta factores importantes a la hora de elegir su estrategia de PI. En función del producto, su cartera de PI podrá incluir no solo patentes, sino también dibujos o modelos, marcas y derechos de autor.
Los principales aspectos de la PI que la Profesora Wac considera fundamentales para los innovadores en este ámbito guardan relación con la IA que puede desarrollarse a partir de la gran cantidad de información sensorial que ofrecen los teléfonos inteligentes y de un número cada vez mayor de dispositivos portátiles personales. El desafío no reside en la recopilación de los datos sino en la manera en que estos se procesan de manera inteligente para satisfacer las necesidades de los usuarios.
Al mismo tiempo que se encarga de la protección de la PI del laboratorio QoL, la Profesora Wac debe cumplir una reglamentación estricta en materia de asistencia sanitaria, en particular la reglamentación relativa a la transparencia del marco de software (laboratorio vivo mQoL, mqol.unige.ch) para obtener y procesar datos personales sensibles, incluidos datos médicos.
Además, cuando se trata de colaborar con socios del sector sanitario y farmacéutico, la Profesora Wac se muestra cautelosa con la gestión del desarrollo de los programas informáticos de su laboratorio ya que pueden surgir ambigüedades relativas a los derechos de propiedad y términos adicionales de licencia.
Por último, su objetivo es proteger la PI de su laboratorio garantizando al mismo tiempo la transparencia de los algoritmos y la aplicación de las políticas de ciencia abierta.
La OMPI ofrece asesoramiento, apoyo y recursos para orientar a las universidades y ayudarlas a navegar en el mundo de la PI de manera que puedan seguir contribuyendo a la innovación. Desde la sensibilización hasta la creación de capacidad y el análisis de políticas, la OMPI puede ayudar a las universidades a elaborar políticas a medida.