Culmina la Conferencia sobre Propiedad Intelectual y Cuestiones de Política Pública de la OMPI
Ginebra,
14 de julio de 2009
PR/2009/594
La Conferencia sobre Propiedad Intelectual y Cuestiones de Política Pública de la OMPI finalizó sus trabajos el 14 de julio de 2009 reconociendo la capacidad de la propiedad intelectual (P.I.) de impulsar la innovación, la creatividad y la transferencia de tecnología, junto con la necesidad de lograr que el sistema de P.I. produzca beneficios sociales y económicos. Para poder abordar estas cuestiones se hace necesario el diálogo y la colaboración entre los principales interesados: las organizaciones internacionales, los gobiernos, la industria y la sociedad civil.
Resumiendo dos días de debate, el Presidente del Comité Permanente sobre el Derecho de Patentes de la OMPI, Maximiliano Santa Cruz, quien dirigió los trabajos, se refirió a la necesidad de reconocer que la propiedad intelectual no constituye un fin en sí mismo sino un instrumento destinado a promover la innovación, la creatividad y la difusión del conocimiento. Añadió que, si bien el sistema de P.I. quizás represente ciertos desafíos, a la vez puede formar parte de las soluciones buscadas a las cuestiones del desarrollo.
El Sr. Santa Cruz señaló que la Conferencia giró en torno al tema central de la innovación y la tecnología, las que, gracias a la transferencia de tecnologías, son sin ninguna duda una contribución importante a la solución de los problemas que pueden surgir también en otros campos ligados al desarrollo. Dijo que muchas intervenciones habían demostrado la existencia de diferentes niveles de madurez de muchos temas relacionados entre sí que abordó la Conferencia, como por ejemplo, los cambios climáticos y el medio ambiente, la salud pública y la seguridad alimentaria. El Sr. Santa Cruz, recientemente designado al frente de la Oficina de Propiedad Industrial de Chile, observó que los efectos de los derechos de P.I. pueden sentirse más en los sectores donde no existen tecnologías sustitutivas, como la salud, en comparación con otros terrenos que, como las tecnologías ecológicas, ofrecen diversas opciones tecnológicas.
En sus comentarios finales, el Director General de la OMPI, Francis Gurry, dijo que la Conferencia había profundizado el diálogo sobre estas importantes cuestiones. El Sr. Gurry hizo notar que se generaliza la opinión de que el conocimiento es la base de la creación de la riqueza, junto con el papel enriquecedor de la propiedad intelectual. Se refirió asimismo a que la Conferencia había recogido en sus labores el esfuerzo de la comunidad de la P.I. por abarcar todos los aspectos del contexto económico y social que la P.I. está destinada a tratar. Observó que la innovación, después de todo, tiene por objeto producir un beneficio social y económico, el que puede captarse mejor allí donde la comunidad internacional tiene ante sí grandes desafíos de dimensión mundial.
En el curso de la jornada, los debates se centraron en cuestiones relacionadas con la salud pública y la seguridad alimentaria.
La Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dra. Margaret Chan, exhortó a adoptar enérgicas medidas de colaboración entre las organizaciones internacionales al tratar las cuestiones relacionadas con la salud pública, el comercio y la propiedad intelectual. Manifestó que, si bien corresponde a la innovación desempeñar un papel decisivo en el desarrollo de nuevos medicamentos, las fuerzas del mercado por sí solas son insuficientes para garantizar la distribución de soluciones asequibles y universales a los problemas sanitarios. Resumió su idea diciendo que las fuerzas del mercado y los incentivos tales como la protección de las patente, motores de dicho desarrollo, no pueden aisladamente satisfacer las necesidades sanitarias de los países en desarrollo.
Para la Dra. Chan, deben hallarse incentivos que superen los problemas a que da lugar la insuficiencia del mercado en este terreno. Se refirió a la gran cantidad de actividades innovadoras que tienen lugar a fin de mejorar los sistemas de innovación y de P.I., con el objeto de satisfacer las necesidades sanitarias del mundo en desarrollo, señalando que la I+D puede basarse tanto en las necesidades como en la rentabilidad, y que los acuerdos internacionales que rigen el sistema mundial de comercio pueden efectivamente ajustarse de modo que favorezcan las necesidades de la población pobre en materia de salud.
El Director General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, destacó también la necesidad de construir alianzas internacionales eficaces. Afirmó que es indispensable lograr la coherencia, la cooperación y el diálogo práctico en el seno del sistema internacional, a fin de abordar eficazmente los problemas interdependientes de la salud pública, los cambios climáticos, la biodiversidad y la seguridad alimentaria, ya que todos tienen una dimensión internacional. Observó que probablemente los cambios climáticos van a tener graves repercusiones en las características de las patologías y en la agricultura, de modo que la salud, la seguridad alimentaria y la adaptación a los cambios climáticos representan factores que están fundamentalmente ligados entre sí. Encerrarse en las fronteras, ya sean nacionales o las de carácter formal que separan a los organismos representados, dijo, no es una opción.
El Sr. Lamy destacó que la utilización del sistema de P.I. y las flexibilidades ofrecidas en el marco del Acuerdo sobre los ADPIC son importantes pero no bastan: el derecho y las políticas de P.I. deben combinarse con políticas sobre compra de medicamentos, salvaguardias de la competencia y una reglamentación de los productos farmacéuticos que favorezca la seguridad y la calidad. Según afirmó, ningún organismo internacional tiene el monopolio de estos diversos campos especializados y el desafío de lograr un acceso práctico a los medicamentos requiere un esfuerzo global y multidisciplinario.
Al hablar del papel de la P.I. en lo tocante a la agricultura sostenible, Kanayo F. Nwanze, Presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), expresó que si bien la investigación en la agricultura ha producido grandes resultados en términos de aumento de las cosechas y reducción de la pobreza y el hambre, hay una necesidad urgente de abrir el debate sobre los elementos, instrumentos y límites de la protección de la propiedad intelectual en el sector agropecuario, junto con la necesidad de reconciliar los intereses comerciales de los titulares de derechos de P.I. con las preocupaciones de orden público.
El Sr. Nwanze recordó que la propiedad intelectual desempeña un papel fundamental en la creación de un entorno fértil para el desarrollo de una agricultura sostenible y se refirió a la necesidad de fortalecer el desarrollo de nuevas formas de cooperación entre los sectores público y privado, con vistas a promover innovaciones destinadas a las poblaciones pobres. Señaló que la protección de las patentes y la investigación de bienes públicos a escala mundial, con el apoyo de alianzas estratégicas entre los sectores público y privado, puede servir de catalizador para un crecimiento agrícola sostenible sin socavar los acuerdos posibles en materia de acceso y de participación más equitativa en los beneficios.
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