Crecimiento constante del sistema internacional de marcas en el 2003
Ginebra, 1 de marzo de 2004
Comunicado de prensa PR/2004/376
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) recibió 23.872 solicitudes de marca en 2003, en virtud de un procedimiento que simplifica el proceso de obtener protección para una marca en varios países a la vez. Dicho procedimiento se conoce con el nombre de Sistema de Madrid para el Registro Internacional de Marcas. La cantidad de solicitudes recibidas el año pasado supone un aumento del 3 por ciento respecto a 2002, año en el que se inscribieron en el Registro Internacional 21.847 nuevos registros y 6.637 renovaciones. Por décimo primer año consecutivo, Alemania encabezó la lista de mayores usuarios con 4.999 registros internacionales (el 22,9%), seguida de Francia (3.281, o lo que es lo mismo, el 15%), Suiza (2.204, el 10,1%) y los países del Benelux: Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos (con 2.104 registros, el 9,6%).
El sistema internacional de marcas, administrado por la OMPI, permite al titular de una marca obtener protección para la misma en un total de hasta 74 países a la vez, mediante la tramitación de una sola solicitud, en un solo idioma y abonando únicamente un solo conjunto de tasas en una sola divisa (el franco suizo). Después, el registro se mantiene y renueva mediante un solo trámite. El registro internacional en virtud del Sistema de Madrid surte los mismos efectos que si se presenta una solicitud para registrar una marca en cada uno de los países designados por el solicitante. Si la solicitud de protección no resulta denegada por la oficina de marcas de uno de los países designados, la protección será la misma que si el registro se hubiera efectuado en esa oficina. Se trata de un sistema rentable por el consiguiente ahorro de costos que conlleva, y asegura a los titulares la protección de sus marcas en varios países a la vez con la tramitación de una única solicitud.
Regulan este sistema dos actos jurídicos de alcance internacional: el Arreglo de Madrid relativo al Registro Internacional de Marcas y el Protocolo concerniente a dicho Arreglo, que empezó a funcionar en 1996 y en el que se introdujeron algunas medidas - como la posibilidad de presentar las solicitudes en inglés y la ampliación a 18 meses del plazo legal para notificar la denegación de los derechos relativos a una marca- , con las que el sistema ganó en flexibilidad y cobró más interés para un mayor número de países.
"En el mercado sumamente competitivo en el que vivimos, las marcas son un instrumento indispensable para que las empresas comercialicen y promocionen sus productos de manera efectiva, tanto a escala nacional como en el ámbito de la exportación", dijo el Sr. Ernesto Rubio, Subdirector General de la OMPI responsable de supervisar el sistema internacional de marcas. "El Sistema de Registro Internacional de Marcas de la OMPI es una opción rentable para las empresas que pretendan proteger sus marcas en varios países", añadió.
Las perspectivas de crecimiento del Sistema de Madrid son prometedoras si se tienen en cuenta los últimos acontecimientos. "El hecho de que el país del mundo en el que más actividad se genera en torno a las marcas, los Estados Unidos de América, sea hoy miembro del Protocolo de Madrid; el que la Comunidad Europea haya manifestado su intención de adherirse al sistema este año y la inclusión del idioma español como lengua de trabajo son datos por los que puede augurarse que serán muchas más las empresas que extraigan el máximo provecho de las ventajas que comprende este sistema", afirmó el Sr. Rubio.
Entre los veinte primeros usuarios del Sistema de Madrid en 2003 figuran los siguientes: Henkel (Alemania), Novartis (Suiza), Sanofi (Francia), Unilever (Países Bajos), Janssen Pharmaceutica (Bélgica), L'Oréal (Francia), Nestlé (Suiza), Bayer (Alemania), Siemens (Alemania), ITM (Francia), Boehringer (Alemania), Biofarma (Francia), Philips Electronics (Países Bajos), BASF (Alemania), Merck (Francia), Syngenta (Suiza), Fiat (Italia), Kodak (Francia) y Bongrain (Francia) y Migros (Suiza).
El Protocolo de Madrid fue suscrito por los Estados Unidos de América el 2 de noviembre de 2003. Otros tres países, a saber, Chipre, Irán y la República de Corea, también se adhirieron a este instrumento en 2003, y en enero de 2004 vino a sumárseles Croacia, con lo que el número de países que son parte en este protocolo asciende a 62, y en la actualidad son 74 los países miembros del Sistema de Madrid.
En el 2003 la Comunidad Europea hizo pública su intención de adherirse al Protocolo de Madrid, y en la Asamblea de la Unión de Madrid se aprobaron enmiendas al Reglamento de Madrid, a fin de establecer un vínculo entre el Sistema de la Marca Comunitaria y el Sistema Internacional de Marcas para funcionar de manera conjunta una vez tenga lugar la adhesión de la Comunidad Europea al Sistema de Madrid, prevista para finales del año en curso.
También en el 2003 la Asamblea de la Unión de Madrid adoptó el español como idioma de trabajo del Protocolo de Madrid, con lo que el sistema resultará ahora más interesante sobre todo para los países de América Latina, que apenas están representados entre los miembros en la actualidad. Desde el 1 de abril de 2004 los titulares de marcas podrán presentar en español las solicitudes internacionales.
A finales del 2003 figuraban inscritos en el Registro Internacional 412.000 registros internacionales de marcas pertenecientes a 134.000 titulares diferentes. Dicha cantidad de registros internacionales supone el equivalente a 4,9 millones de registros nacionales considerando que, de media, cada registro internacional surte efecto en unos 12 países designados.
Las marcas son un componente clave de cualquier estrategia fructífera de comercialización. Son indispensables para las empresas a la hora de diseñar sus estrategias comerciales porque les permiten identificar, promocionar y autorizar las transacciones de sus productos y servicios en el mercado, así como distinguirlos de los de sus competidores, con lo que afianzan la fidelidad de sus clientes. Una marca simboliza la promesa de que el producto que la lleva es de calidad, y en el mercado de hoy día, cada vez más global y electrónico, con frecuencia es el único medio por el que los clientes reconocen los productos y servicios de una empresa determinada. Al proteger una marca se impide que los competidores desleales se aprovechen de la buena voluntad de las empresas y utilicen signos distintivos parecidos para comercializar productos o servicios de calidad inferior o similar. Por el contrario, si una marca de prestigio se debilita con los usos fraudulentos y pierde su valor, las consecuencias pueden ser devastadoras para la empresa.
El sistema internacional de diseños industriales en 2003
En el sistema para el depósito internacional de diseños industriales, administrado por la OMPI y regulado por el Arreglo de La Haya, en el 2003 se inscribieron 2.474 nuevos depósitos (cada depósito puede incluir un máximo de 100 diseños) y 3.463 renovaciones. En total, a lo largo del año, se solicitó protección en virtud del Arreglo de la Haya para 13.512 diseños industriales.
Gracias al sistema internacional de diseños industriales (el Sistema de La Haya), los titulares de diseños industriales pueden solicitar protección para sus creaciones en cualesquiera países miembros, presentando una sola solicitud internacional y abonando una tasa reducida. Se trata por tanto de un método sencillo, rápido y de bajo costo.
Seis países (Belice, Estonia, Gabón, Georgia, Islandia y Kirguistán) se adhirieron al Arreglo de La Haya en 2003, y un séptimo país, Croacia, lo hizo el 12 de febrero de 2004, con lo que el número total de miembros asciende a 37 en la actualidad.
Entre los veinte primeros usuarios del Sistema de La Haya en 2003 figuran los siguientes: Swatch (Suiza), Interior´s (Francia), Daimlerchrysler (Alemania), Hermès (Francia), Unilever (Países Bajos), Nokia (Finlandia), Hansgrobe (Alemania), Salomon (Francia), Volkswagen (Alemania), Philips Electronics (Países Bajos), Villeroy y Boch (Alemania), Rehau (Alemania), Henkel (Alemania), Stekelenburg (Países Bajos), Braun (Alemania), Sanford (Alemania), Fonkel (Países Bajos), Tefal (Francia), Robert Bosch (Alemania) y Siemens (Alemania).
A finales del 2003, figuraban inscritos en el Registro Internacional de Diseños Industriales 35.208 depósitos, cantidad que equivale a unos 400.000 depósitos nacionales.
En el Acta de Ginebra del Arreglo de La Haya, que entró en vigor el 23 de diciembre de 2003, se introdujeron una serie de medidas que dotan al sistema de mayor interés, como la posibilidad de aplazar la publicación de un diseño hasta un máximo de 30 meses y la de presentar muestras del diseño, en vez de fotografías u otro tipo de reproducciones. Estas medidas revisten un interés especial para la industria textil.
También en el Acta de Ginebra, que empezará a ser operativa el 1 de abril de 2004, se contempla la posibilidad de establecer un vínculo entre el Sistema Internacional y diversos sistemas regionales, como el Sistema del dibujo o modelo registrado de la Comunidad Europea, al disponer que las organizaciones intergubernamentales puedan ser partes signatarias del Acta. Hasta la fecha, son 13 los países que han firmado el Acta de Ginebra.
Un diseño industrial, por formar parte de la estética o apariencia externa de un producto, le añade valor al hacerlo más atractivo a los ojos de los clientes. Cuando se registra un diseño industrial en una oficina de propiedad intelectual de ámbito nacional o regional, su titular obtiene el derecho a impedir la copia o imitación no autorizada por parte de terceros. Dada la importancia de los diseños como argumento de venta de muchos productos, la protección de los diseños industriales es un componente clave de la estrategia comercial de muchas empresas.
Desde que empezó a funcionar el Sistema de La Haya en 1928, se han depositado 2.000.000 de diseños industriales en el Registro Internacional de Diseños Industriales.
Para más información, diríjase a la Sección de la OMPI de Relaciones con los Medios de Comunicación y el Público, tel.: (+41 22) 338 81 61 ó 338 95 47.