16 de enero de 2015
Por Irene Kitsara, División de la OMPI de Acceso a la Información y al Conocimiento.
Cada vez más, la actividad de patentamiento en el campo de los recursos zoogenéticos gira en torno al mercado de los sectores médico y farmacéutico, antes que al de los productos destinados al consumo humano, según se desprende de un nuevo estudio de la OMPI.
El Informe de la OMPI sobre la actividad de patentamiento en el ámbito de los recursos zoogenéticos, el primer análisis cuantitativo en gran escala que recopila datos sobre la actividad de patentamiento relativa al ganado, se presentó en noviembre de 2014, en una reunión paralela de la 8ª Reunión del Grupo de Trabajo Técnico Intergubernamental sobre los Recursos Zoogenéticos para la Alimentación y la Agricultura.
En el informe se analizan más de 14 millones de documentos de patente correspondientes al período entre 1976 y 2013, relativos a 17 especies y subespecies animales fundamentales para la agricultura y la seguridad alimentaria en todo el mundo. Los documentos de patente analizados en el informe están agrupados en seis categorías de la tecnología relativas a animales y recursos zoogenéticos, a saber, inseminación artificial, selección asistida por marcadores, animales transgénicos, clonación animal, xenotransplantes y modelos animales.
En el informe se pone de manifiesto un declive prolongado del patentamiento en la esfera de los recursos zoogenéticos para la alimentación y la agricultura, tras haber alcanzado su apogeo en 2001. Es probable que ese declive esté vinculado al mayor carácter restrictivo de las legislaciones sobre patentes en algunos países, así como a la desaceleración de la demanda de consumo de animales genéticamente modificados.
En el informe también se analiza el uso de denominaciones de razas y conocimientos tradicionales, y se concluye que la mayoría de las actividades de investigación e innovación giran en torno a razas convencionales, como el ganado Holstein o las ovejas Merino, antes que a razas más raras.
Algunas de las nuevas y promisorias esferas que se señalan en el informe son las de la biología sintética, la ingeniería metabólica, la ingeniería del genoma y la edición del genoma, vinculadas al avance de los proyectos de secuenciación del genoma.