Los grandes avances innovadores se logran repartiendo tareas y centrándose en encontrar soluciones a componentes más pequeños del problema en cuestión, de modo que cada uno de ellos contribuya al logro del objetivo más amplio. La propiedad intelectual es una herramienta flexible que puede servir de apoyo a dichos esfuerzos colectivos para responder a grandes desafíos.
Así se puso de manifiesto durante una conferencia de la OMPI, a saber, la Conferencia de la OMPI sobre la Innovación Abierta: los Proyectos de Colaboración y el Futuro del Conocimiento.” que tuvo lugar los días 22 y 23 de enero de 2013 en la sede de la OMPI en Ginebra, y en cuyo marco se dieron cita quince ponentes y se celebraron mesas redondas para los participantes. Una de las finalidades de la OMPI es ser un foro de debate acerca de la función de las innovaciones colectivas y de la relación de la P.I. con ese tipo de proyectos. La P.I. es un pilar de la mayor parte de las actividades de código abierto, también en las industrias creativas, y en particular, en los proyectos complejos de “crowd-sourcing” (proyectos con participación de un gran número de personas).
“Hay que empezar a nivel local y luego actuar a nivel mundial”, dijo en la Conferencia Richard Wilder, Asesor Jurídico Adjunto de la Fundación Bill y Melinda Gates, con sede en Seattle, Wáshington.
En su discurso de apertura, Wilder dijo que los grandes consorcios pueden ser difíciles de manejar pero hay formas de actuar para que la labor pueda realizarse sin contratiempos.
En su discurso puso de relieve, además, el proyecto de colaboración para descubrir la vacuna contra el SIDA, que la Fundación Bill y Melinda Gates lanzaron en julio de 2006 y en el que hoy en día colaboran 600 investigadores de 103 instituciones de 16 países. Cada cual trabaja en un aspecto de la vacuna contra el SIDA y todos tienen presente el objetivo global.
“Si en vez de este proyecto hubiera 103 instituciones al mismo nivel, sería muy difícil dirigir las cosas. De ahí que sea importante fraccionar el objeto en piezas más pequeñas y sin perder de vista la iniciativa en su conjunto”, observó Wilder, añadiendo: “la innovación colectiva es un eje de la labor de la Fundación Bill y Melinda Gates.”
Una solución reside en asignar a cada colaborador una pieza más pequeña del rompecabezas y velar por que todos sean conscientes de los objetivos globales. “Hay que centrarse en resolver esa parte del rompecabezas”, señaló Wilder.
Perspectiva de un país en desarrollo
Según Samir Brahmachari, ex Director General del Consejo de Investigaciones Científicas e Industriales de la India (CSIR) del que fue también Secretario del Departamento de Ciencias y Tecnología, dividir las tareas entre colaboradores es fundamental: “Hay que partir el problema en trozos”, dijo en su discurso de apertura.
Brahmachari, actual director de un proyecto de código abierto de descubrimiento de medicamentos, opina que las nuevas tecnologías de Internet y de comunicaciones han sentado los cimientos del proceso de descubrimiento de medicamentos, al poner a disposición de investigadores individuales y grupos de investigadores nuevas herramientas para entrar en contacto y contribuir al conjunto de investigaciones por lejos que se encuentren.
Brahmachari señaló, además que en su país, los jóvenes han crecido con herramientas de redes sociales como Facebook y Twitter, y que para ellos se trata de algo innato. “Para conocer gente nueva hay que traspasar fronteras”, dijo, además, añadiendo: “Los usuarios de Facebook
Según Brahmachari, unos cientos de programadores contribuyeron inicialmente al sistema operativo Linux de libre acceso al código fuente, y hoy son más de 1000, y el 95% de las supercomputadoras del mundo utilizan hoy ese sistema, que constituye un ejemplo concreto de innovación colectiva.
Función de la P.I.
El sistema de propiedad intelectual y sus activos, como las patentes, el derecho de autor, las marcas y los diseños industriales, pueden utilizarse como herramientas de apoyo de los proyectos de innovación colectiva. Así opinaron los participantes en la Conferencia, que estimaron también que para llegar a una situación de equilibrio habría que tener en cuenta tanto los intereses de los participantes como los de los beneficiarios.
“Nos servimos de la P.I. para respaldar las iniciativas de colaboración”, dijo Richard Wilder, añadiendo que para muchas de sus organizaciones, “esa P.I. es objeto de una amplia licencia”, en algunos casos “exenta de formalidades o pago de regalías”.
“La P.I. es un instrumento,” dijo a su vez Brahmachari, señalando, además: “Lo que hay que decidir es cómo utilizar ese instrumento y los proyectos de innovación colectiva son una forma de hacerlo”. De esa opinión se hicieron eco varios participantes, que destacaron la positiva contribución que puede hacer la P.I. a los proyectos de innovación de código abierto, en particular, a los complejos proyectos con participación de un gran número de personas (“crowd sourcing”)..
Los proyectos de colaboración colectiva en el ámbito cinematográfico
En la Conferencia se abordaron también los proyectos de colaboración colectiva en el cine. Entre los conferenciantes sobre el tema estaba la realizadora estadounidense Sarah Lotfi, la directora alemana Pia Marais, el productor británico Chris Auty, la artista argelina Zaphira Yacef, y el guionista francés François Confino, que abordaron los modelos de colaboración colectiva en el ámbito cinematográfico, en particular, en el mundo actual, en el que el alto costo que supone la producción de una película es desproporcionado en relación con el corto ciclo de vida que tiene dicha película en el mercado.