Innovación desde Kinshasa: la trayectoria de Tommy en el sector aeronáutico y el Safemaker
Kinshasa, la megaciudad energética y la capital de la República Democrática del Congo, es una ciudad llena de vida y potencial. Famosa por sus animados mercados, su alegre oferta musical y el rico patrimonio cultural, Kinshasa es un centro de creatividad e innovación a pesar de sus numerosos desafíos.
En las animadas calles de Kinshasa puede verse el espíritu innovador, decidido y empresarial de sus gentes.
“Aunque la República Democrática del Congo sea un país aparentemente en desarrollo desde el punto de vista estructural, no le faltan cerebros y mucho menos pasión” declara Tommy Panzu Mbumba.
Tommy Panzu, un inventor, ha trabajado diligentemente en el taller de su casa en un distrito popular de Lemba, en Kinshasa. Su ambición transciendo las fronteras locales.
Tommy quiere tener una repercusión internacional y resolver un problema crítico en la aviación: los accidentes aéreos. Su invención, el Safemaker, es un sistema anticolisión para aviones diseñado para mejorar la seguridad aérea en todo el mundo. Esta tecnología innovadora promete transformar el transporte aéreo para que sea más seguro y fiable.
En la actualidad, Tommy está trabajando para lograr su objetivo con el apoyo del Centro de Apoyo a la Tecnología y la Innovación (CATI) de la OMPI. Con el asesoramiento y los recursos proporcionados por el CATI en la República Democrática del Congo, Tommy está gestionando el complejo proceso de preparar una solicitud internacional de patente para el Safemaker. Esto le permitirá proteger su activo de propiedad intelectual y comercializar la invención en el mercado internacional.
La historia de Tommy es una de las muchas que destacan el papel que desempeña la propiedad intelectual para potenciar a los empresarios y promover la innovación. A través de programas como los CATI, la OMPI continúa apoyando a los inventores de todo el mundo, ayudándolos a transformar sus ideas en soluciones impactantes que beneficien a la sociedad en su conjunto.
No existen límites para lo que Tommy puede conseguir. Su trayectoria sirve de inspiración y nos recuerda el poder de la innovación a la hora de superar obstáculos y crear un futuro mejor para todos.
Contexto
El programa de centros de apoyo a la tecnología y la innovación de la OMPI (CATI) potencia a los innovadores de los países en desarrollo proporcionándoles acceso a información y servicios tecnológicos de alta calidad. Estos recursos ayudan a los innovadores a explotar su potencial y gestionar sus derechos de propiedad intelectual. Los CATI se encuentran en instituciones como oficinas de patentes, universidades, centros de investigación y parques científicos y tecnológicos.
Puesto en marcha en abril de 2009, el programa de CATI ayuda a los países a planificar y gestionar proyectos nacionales para establecer y ampliar estos centros de apoyo. La División de Apoyo a la Tecnología y la Innovación difunde experiencias y las mejores prácticas con las CATI, facilitando el acceso a las bases de datos, formando a instructores y usuarios locales, proporcionando información y material y apoyando iniciativas de sensibilización.
En la actualidad, casi 1 500 CATI operan en 93 países y la OMPI está continuamente trabajando para ampliar sus servicios y la transferencia de tecnología a fin de apoyar mejor a los innovadores. La División de Apoyo a la Tecnología y la Innovación forma parte del Sector de PI y Ecosistemas de Innovación de la OMPI.