Del mar a la piel: en Fiji, una maravilla natural al servicio de la belleza
Decir que Debra Sadranu siempre ha seguido su corazón no es una exageración. Desde sus comienzos en Australia como ejecutiva de ventas hasta dirigir una próspera empresa de cosméticos en Fiji, su trayectoria refleja su inquebrantable compromiso con el empoderamiento de las mujeres y las comunidades locales.
Formada en ventas y promoción comercial, Debra dio un salto al vacío a comienzos de la década de 1990 y compró un salón de belleza cerca de Sydney. Tras un curso de talasoterapia, contrató a los mejores estudiantes que participaron en la formación y convirtió su salón en una empresa de éxito.
En 1997 se trasladó a Fiji, donde abrió una escuela de formación en estética en Lautoka, atendiendo a las necesidades del sector y ofreciendo oportunidades de empleo a las mujeres locales. Al final del primer año, varios complejos turísticos se pusieron en contacto con ella, y todos los alumnos que se habían graduado en su escuela consiguieron un empleo al instante.
Siguiendo con su expansión, creó una empresa de espás que operaba en los hoteles y complejos turísticos de Fiji y que servía también como centro de formación para los graduados.
Productos de belleza
Al principio, importaba costosos productos de belleza europeos, pero pronto cambió de enfoque y creó su propia marca de cuidado de la piel, basada principalmente en aceite de coco, papaya y esencias tropicales. Bautizó su marca, adaptada al clima local, con el nombre de Essence of Fiji y la utiliza en sus espás y escuelas de formación.
Algas, tesoro del mar, empoderamiento de las mujeres
En 2010, Debra vendió su cadena de espás y utilizó lo recaudado para desarrollar una línea de productos de belleza, Nama Fiji, basada en la uva de mar (nama en fiyiano), un alga que abunda en las islas Yassawa, donde vivía su difunto marido.
Colaboró con el Centro Australiano de Investigación Agrícola Internacional y la Universidad James Cook para investigar la nama y las propiedades que la hacen tan beneficiosa para el cuidado de la piel.
Pero la visión central de Debra era empoderar a las mujeres, crear empleo y mejorar los medios de subsistencia. A petición suya, un organismo gubernamental australiano con sede en Fiji, Market Development Facility, realizó un estudio de impacto con respecto a las cosechadoras de nama. Debra firmó contratos con las cosechadoras para asegurarles unos ingresos justos y estableció políticas de seguridad, que incluían el uso de elementos de protección para la piel. En el estudio también se analizó el impacto ambiental de la recolección de nama, y se suministraron anillos flotadores para que las bolsas de recolección no rasparan el lecho marino ni los corales.
El contratiempo causado por la COVID-19
Tras ocho años de preparación exhaustiva, que incluyó la investigación, el desarrollo, el envasado y la creación de la marca, así como la obtención de una marca comercial en los Estados Unidos, Debra estaba lista para lanzar su nueva marca, Nama Fiji, cuando sobrevino la pandemia de COVID-19. A pesar de verse obligada a cerrar durante dos años y medio debido a la naturaleza de alto riesgo de las actividades de formación, de turismo y de los espás, capeó el temporal, conservó la mayor parte de su plantilla y retomó el ritmo tras la crisis.
Del mar a la piel y... a la mesa
En la actualidad, Debra ofrece una gama de productos para el cuidado de la piel sin sustancias químicas destinados a mujeres de más de 40 años a través de sus dos marcas: Nama Fiji, que vende en puntos de venta de alta gama, y Nama Thalasso, que tiene un contenido elevado de nama y que vende a espás.
Próximamente se lanzará una nueva marca de alimentos, Nama Cuisine, que venderá conservantes nama a restaurantes y tiendas. Uno de los fundamentos de esta nueva marca es ofrecer más oportunidades de mercado a las cosechadoras de nama y apoyar a las comunidades.
Protección y creación de la marca para los mercados de exportación
Essence Group Fiji, con 25 empleados, vende productos de Nama Fiji más allá de las fronteras del país. Debra registró su marca en Hong Kong y en los Estados Unidos. También está contemplando obtener otros registros, empezando por los países de la Unión Europea, donde espera poner un pie en las próximas semanas a través de sus distribuidores mundiales.
Protege sus fórmulas mediante secretos comerciales. Debra se reunió con expertos de la OMPI en su lugar de trabajo y para recibir mentorías rápidas. Está previsto que participe en los próximos talleres sobre gestión de la PI organizados por la OMPI.
En un futuro próximo, Debra prevé seguir expandiéndose en los mercados internacionales, preservando al mismo tiempo la calidad y la reputación de su marca. En busca de canales de distribución acordes con su compromiso de apoyo a la comunidad y cuidado del medio ambiente, Debra aspira a que su empresa llegue a eliminar completamente la producción de residuos, y ya utiliza envases de vidrio y bambú sin plástico.