Preservar el arte de la cestería indígena en los Estados Unidos de América
Les presentamos a Theresa Secord, una cestera penobscot de 63 años del estado de Maine, en los Estados Unidos de América. Theresa se inició en la cestería cuando tenía 30 años en Indian Island como aprendiz de la difunta Madeline Tomer Shay, una anciana penobscot. Sus cestas se comercializan con la marca Wikepi Baskets.
Los penobscot son un pueblo indígena de la región de los Bosques del Noreste de América del Norte. Llevan más de 200 años tejiendo y vendiendo cestas de madera de fresno y hierba de búfalo que representan una fuente vital de ingresos para quienes las tejen. Sin embargo, la cestería penobscot estaba en peligro, ya que el número de artesanos ancianos iba menguando. En 1993 Theresa ayudó a fundar la Maine Indian Basketmakers Alliance con el objetivo de contrarrestar la situación y revivir este arte tradicional, lo que permitió que la edad media de los 125 cesteros pasara de 63 a 40 años.
Su marca, Wikepi Baskets, proviene del término “wikepi”, que en lengua penobscot significa “tejedor”, y de “fresno”, que es el principal material que se emplea en este tipo de cestería. Cuando Theresa tenía 40 años, otra anciana penobscot hizo que se enamorara de su nombre indio, Wikepi, y le explicó que ese nombre se debía a que ella era “la que unía a todos”.
Theresa ha recibido varias distinciones por su labor artística y su apoyo a la preservación de las prácticas tradicionales y el patrimonio cultural. Entre los reconocimientos más destacados se encuentra la Beca de Patrimonio Nacional, un premio a su trayectoria vital que le otorgó el Fondo Nacional para las Artes en 2016. Este año obtuvo la prestigiosa Beca Luce a los Conocimientos Indígenas, para que trabaje la cestería y la lengua indígena local con un aprendiz.
Como participante en el Programa de la OMPI de formación, mentoría y establecimiento de contactos en materia de propiedad intelectual para emprendedoras de pueblos indígenas y comunidades locales, Theresa ha estado documentando los distintos tejidos tradicionales de las tribus Penobscot y Passamaquoddy de Maine. Esta es la primera vez que una persona indígena emprende esta tarea desde una perspectiva netamente nativa.
Con la labor que desarrolla en organizaciones nacionales de arte nativo, Theresa sigue ayudando a otros a alcanzar sus propios objetivos artísticos y la autosuficiencia económica. Ha enseñado a más de una docena de aprendices a tejer cestas de fresno y hierba de búfalo. De hecho, no solo utiliza formas y herramientas de madera de finales del siglo XIX heredadas de su bisabuela, sino que también garantiza que este arte en peligro de extinción continúe en su propia familia, empezando por su hijo mayor Caleb, que ahora tiene 30 años, al que enseñó a tejer desde que tenía 5 años.
Nosotros tenemos un dicho: ‘¿cómo puedo ser un buen antepasado?’ Esa ha sido mi filosofía este último año, en el que he tratado de modelar un sentido de continuidad cultural a pesar de que el momento sea complicado.
Theresa Secord, tejedora de cestas tradicionales penobscot y creadora de la marca Wikepi Baskets
La situación derivada de la pandemia de COVID-19 ha provocado el cierre temporal de muchos museos y exposiciones conexas, lo que ha interrumpido las vías tradicionales de comercialización. Mientras tanto, Theresa centra sus iniciativas empresariales en potenciar su presencia en Internet. Su nuevo sitio web sirve de exposición en línea y exhibe algunas de las cestas que ha elaborado recientemente, lo que le permite llegar a sus mercados incluso cuando los museos y los eventos conexos están cerrados o aplazados temporalmente.
Theresa sigue recibiendo orientación personalizada sobre cuestiones de propiedad intelectual en el marco de la fase de mentoría del programa de la OMPI. Uno de sus grandes objetivos inmediatos es registrar el nombre de su marca, Wikepi Baskets, y su nuevo logotipo en el que aparecen los símbolos del arte de la cestería por el que es conocida: el fresno, la hierba de búfalo y un motivo tradicional penobscot.