Los 10 principales errores en materia de propiedad intelectual que cometen las pymes y los empresarios
A la hora de definir una estrategia de PI, no hay lugar para el error, pero los propietarios de las empresas suelen cometer los mismos errores, poniendo en juego su propiedad intelectual. A continuación, los 10 principales errores en materia de PI que cometen los empresarios y las pymes:
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Divulgación de ideas
Divulgar las ideas innovadoras, en particular las invenciones, antes de solicitar la debida protección de PI puede impedir la protección de patentes o diseños y hacer que la innovación sea de dominio público. Ello impediría que el empresario se beneficiara de la ventaja competitiva que hubiera podido obtener a través de la PI, con lo que se estaría transfiriendo el conocimiento de forma gratuita y sin posibilidad de control a la competencia real o potencial.
- No realizar búsquedas de patentes, marcas y diseños
Antes de construir un modelo de negocio en torno a una actividad innovadora, ya sea una invención (patente), un nombre de producto o servicio (marca) o un diseño creativo, es aconsejable hacer una búsqueda detallada para determinar si existen derechos de terceros que obstaculizarían la obtención de la protección de la PI. Los empresarios tienden a confiar en su conocimiento del mercado y asumen que, simplemente porque no conocen un producto de la competencia, podrán conseguir la protección de los activos de PI. La búsqueda en las bases de datos suele revelar un estado de la técnica o un uso anterior que podría obligar al empresario a cambiar su planteamiento sobre la protección de la PI.
- No utilizar los mapas de PI para crear un proyecto de I+D
También se conoce como “entrar en un mar rojo” o poner en riesgo la libertad de acción. Siempre existe el riesgo de “reinventar la rueda”. El mercado no es un indicador preciso de las tecnologías existentes o protegidas por terceros. Un análisis del panorama tecnológico en materia de patentes puede proporcionar información valiosa sobre la tecnología antes de invertir importantes cantidades de tiempo y dinero en un proyecto de investigación. Es probable que la tecnología o un componente esencial de ella esté protegido por una patente. Un análisis del panorama tecnológico puede revelar que una universidad o una empresa emergente ya ha obtenido los derechos de patente pertinentes. Un análisis del panorama no solo evitará que se malgasten recursos en reinventar la rueda, sino que también proporcionará una valiosa información sobre el estado de la tecnología a fin de identificar otras áreas de mejora u oportunidades para innovar en torno a las tecnologías de terceros.
- No establecer disposiciones claras sobre la titularidad de la PI en los contratos de trabajo o con los proveedores
Según la jurisdicción nacional, es posible que el fruto del trabajo realizado por empleados o contratistas independientes no pertenezca a la empresa. Puede darse el caso de que la empresa no pueda utilizar el fruto de su proyecto, ya que los derechos de PI podrían no estar claros o pertenecer a un tercero. Es aconsejable introducir una cláusula sobre la PI en los contratos de trabajo para determinar la titularidad, incluso entre los cofundadores, y ser prudente con el trabajo esencial que se subcontrata. Por consiguiente, la empresa emergente debería ser la titular de la PI, en lugar de una persona física, por ejemplo, el fundador de la empresa.
- No estar al corriente de los activos de PI de la competencia
Un seguimiento de las solicitudes de PI de la competencia suele proporcionar información esencial sobre la competencia en el mercado. Esto puede hacerse mediante el análisis del panorama de las patentes, la búsqueda de marcas o de diseños. La información así obtenida no solo puede servir de alerta sobre nuevas tecnologías o productos que la competencia está a punto de introducir en el mercado, sino que también permite responder estratégicamente mediante iniciativas de I+D o de comercialización.
- No identificar los activos de PI existentes
La mayoría de las empresas emergentes y de las pymes no suelen identificar los valiosos activos existentes en la empresa. No ser consciente de un activo intelectual valioso impedirá a la empresa emergente elaborar una estrategia de protección. Suele ser el caso de las empresas emergentes muy técnicas que consideran sus conocimientos como genéricos o hacen caso omiso de la protección de los secretos comerciales disponibles como alternativa a las patentes. Una empresa emergente debería preguntarse periódicamente: “¿Qué es lo que hacemos mejor que los demás?”. Es probable que la respuesta apunte a un activo intangible que valga la pena proteger.
- Falta de documentación sobre PI
Ello puede incluir, por ejemplo, no documentar ni registrar las sesiones de lluvia de ideas. Es aconsejable desarrollar el reflejo de mantener un registro de las ideas y la investigación realizada antes de llegar a un resultado concreto que pueda ser objeto de protección de la PI. Esos documentos no solo pueden ser útiles más adelante en caso de que se cuestione la propiedad o la fecha de creación de la innovación, sino que constituyen una buena política como parte de la memoria corporativa.
- Innovación sin derechos (crear una empresa con tecnología propiedad de la universidad)
La mayoría de las empresas emergentes tendrán que desarrollar su producto sobre una plataforma de PI ya existente. Especialmente en el contexto de las innovaciones académicas, es posible que un investigador suponga que tiene derechos sobre la innovación por ser el inventor. No obstante, la mayoría de las veces no será así y es más probable que los derechos de PI sobre la tecnología pertenezcan a la universidad. El empresario/investigador debe asegurarse de que la empresa emergente tiene derecho a utilizar la innovación, a menudo mediante una licencia negociada con la universidad.
- Sin presupuesto para la protección de la PI / No recurrir a especialistas en PI (abogados de patentes y marcas) para obtener los derechos de PI
La obtención de la protección de la PI puede ser costosa, incluso si el coste se reparte en varios años. Las empresas emergentes suelen carecer de financiación suficiente y es probable que no destinen suficientes recursos a las solicitudes de PI, los costes de mantenimiento y los honorarios de los especialistas en PI que asistan a la empresa. Por lo general, los empresarios tratarán de gestionar los costes aplazando las solicitudes de PI, redactándolas internamente u optando por proveedores de servicios más baratos pero no cualificados. Una solicitud de PI mal redactada puede ser peor que no solicitar la protección; además, puede resultar muy caro rectificar los errores, de ser posible. Quedarse sin presupuesto para la PI a mitad de un proceso de solicitud (por ejemplo, en la fase nacional de una solicitud internacional de patente) puede ser tan perjudicial para el modelo de negocio de la empresa como un documento mal redactado. Las empresas emergentes deben presupuestar cuidadosamente el coste de la protección de la PI y se recomienda que ese coste, incluidos los honorarios de los proveedores de servicios, se tenga en cuenta a la hora de recaudar fondos.
- No proteger en las jurisdicciones adecuadas
Los derechos de PI son nacionales y están protegidos en la jurisdicción en la que se hayan concedido. Es importante proteger la innovación en las jurisdicciones correctas. Se trata de encontrar un equilibrio, ya que cuantas más jurisdicciones se añadan a la solicitud, mayores serán los costes. Normalmente se tratará de proteger la innovación donde la empresa emergente tenga un mercado o donde se encuentre la competencia. Es una decisión estratégica que requiere conocer el proceso de protección de la PI, el acceso a la información del mercado y la gestión del presupuesto. En este ámbito, un especialista en PI puede ayudar a la empresa emergente en la toma de decisiones.