Abejas, indicaciones geográficas y desarrollo

Miel blanca de Oku, Camerún

El éxito de algunos de los productos más famosos del mundo está vinculado a la región en la que se producen. Tanto els tequila de México, como el queso parmesano de Italia, o el café de Colombia, deben sus cualidades únicas a las características geográficas igualmente únicas del lugar de donde son oriundos. Las indicaciones geográficas son una forma de derecho de propiedad intelectual (P.I.) que protege estos productos y potencia el desarrollo económico (Yale University, 2003).

Los bosques de Camerún poseen un ecosistema único y una flora muy diversa (Fotografía: Flickr/Sarahtz).

Si bien el continente africano está dotado de uno de los ecosistemas más ricos del mundo (Banco Mundial, 2012), las correspondientes indicaciones geográficas aún carecen del impulso idóneo (Taller de la Comisión Africana y de la Comisión Europea sobre indicaciones geográfica, 2011). No obstante, la Organización Africana de la Propiedad Intelectual (OAPI) ha prestado su ayuda para registrar las indicaciones geográficas de un pequeño número de productos procedentes de diversos países africanos, con miras a ampliar el alcance de su mercado y fomentar el desarrollo de los medios de sustento de sus productores (Agence Française de Développement (AFD), 2013).

La miel blanca de OKU, recolectada en el bosque protegido de Kilum Ijim cerca del monte Oku, en la República de Camerún (Camerún) es uno de los tres primeros productos que goza de esa protección (Centro francés de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el desarrollo (CIRAD), 2013). Los productores y cooperativistas que participan en la producción de la miel blanca de Oku esperan que, en último término, estos primeros registros de indicaciones geográficas que amparan su producto favorezcan la competitividad del mismo en el mercado internacional e impulsen el desarrollo económico, tal y como ha ocurrido con otras famosas indicaciones geográficas.

Productos con origen geográfico determinado

La singularidad de la miel blanca de Oku es fruto del peculiar ecosistema del bosque en el que se produce (AFD, 2014). En general, la miel se consigue de dos maneras: se recolecta la que producen las abejas silvestres o se recurre a la cría de abejas domésticas, o apicultura (conforme con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 2009). Si bien la imagen habitual que viene a la mente cuando se habla de apicultura es la de un recolector (apicultor) vestido con un traje especial de protección que cosecha la miel en las granjas de abejas, existe otro tipo de apicultura que consiste en situar colmenas artificiales en el bosque (V.J. Ingram, Universidad de Amsterdam, 2014). La miel y demás productos recogidos en dichas colmenas se consideran productos forestales no maderables.

En Adamaoua, región centro septentrional del Camerún, la apicultura forestal se practica desde hace siglos. En vez de ocuparse de sus colmenas en un solo lugar, quienes practican la apicultura en esa región las desplazan, seleccionando diversos emplazamientos en el bosque de Kilum Ijim. ¿Por qué lo hacen así y no dejan los panales en un solo lugar para facilitar el acceso y la cosecha? La respuesta reside en las características geográficas específicas y en el ecosistema de la región de Adamaoua y del bosque de Kilum Ijim cuyas plantas, una vez polinizadas por las abejas, dan una miel con propiedades únicas.

La captura de las abejas destinadas a poblar las colmenas hechas a mano que luego se instalarán en el bosque puede ser una tarea peligrosa. Sin embargo, los conocimientos tradicionales permitirán que los productores la lleven a cabo con seguridad. (Fotografía: Flickr/Umberto Salvagnin)

Situado hasta 2000 metros por encima del nivel del mar, el bosque de Kilum Ijim brinda un ecosistema de gran riqueza y diversidad que abarca más de 20.000 hectáreas (CIRAD, 2013). Cuenta con más de 150 especies de plantas melíferas (V.J. Ingram, Universidad de Amsterdam, 2014), es decir plantas que los insectos podrán transformar en miel una vez hayan recogido los ingredientes pertinentes de éstas (FAO, 2011), Asimismo, en el producto final influirá la cantidad de precipitaciones pluviales, la luz solar, las temperaturas, la altitud y la calidad del suelo del bosque (V.J. Ingram, University of Amsterdam, 2014).

En particular, cabe mencionar, dos plantas con flores blancas la schefflera abyssinica y la nuxia congesta que, en combinación con el entorno, contribuyen a las propiedades únicas de la miel Blanca de Oku y, especialmente, a su color blanco cremoso (Slow Food Foundation, 2014). Estas dos especies abundan en el bosque de Kilum Ijim en donde son polinizadas por las abejas que los apicultores locales van desplazando al interior del mismo. Cuando los insectos regresan con ellas a su colmena para procesarlas, sus efectos favorecen la creación de una miel de considerable rareza (conforme con un estudio realizado por el Institute of Agricultural Research for Development) dulce, blanca y cremosa, ligeramente ácida, con una nota de zumo de uva y de cítricos (Slow Food Foundation, 2014).

Además de esas dos especies, las abejas polinizan muchas otras flores del bosque, que la población local emplea desde hace siglos (The Farmer’s Voice, 2012), añadiendo así propiedades benéficas adicionales a sus virtudes medicinales o herbales y aumentando su eficacia y atractivo (FAO, 2011).

Conocimientos tradicionales

En la región de Adamaoua se practica desde hace al menos 150 años las mismas técnicas de apicultura, que forman parte esencial de las tradiciones familiares y comunitarias (V.J. Ingram, University of Amsterdam, 2014). University of Amsterdam, 2014). Además de la apicultura, estos conocimientos tradicionales abarcan también el uso de la miel y el manejo de las colmenas. En las zonas rurales de Adamaoua, en particular, son bien conocidas las virtudes de la miel para tratar la tos, heridas, infecciones cutáneas, asma, dolores estomacales y otras afecciones de la piel (V.J. Ingram, University of Amsterdam, 2014).

La calidad de la miel blanca de Oku depende considerablemente de los conocimientos tradicionales con respecto a la captura de las abejas, la construcción de las colmenas y la elección del lugar del bosque en donde colocarlas. La producción de esa miel no es tarea fácil y los conocimientos al respecto se transmiten oralmente en el seno de las familias y de las comunidades (V.J. Ingram, University of Amsterdam, 2014). Se trata de un procedimiento tedioso. En primer lugar, con los recursos locales disponibles se fabrican las colmenas que luego se llevan a zonas de pastizales para capturar los enjambres de abejas. Éste puede ser un trabajo peligroso (según Bang George, director de la Cooperativa de Miel de Oku.

Entre septiembre y abril con las abejas capturadas se colonizan las colmenas hechas a mano (Slow Food Foundation for Biodiversity, 2014), Entre septiembre y abril con las abejas capturadas se colonizan las colmenas hechas a mano (egún Bang George, director de la Cooperativa de Miel de Oku).

Los productores fabrican las colmenas con los materiales locales disponibles para luego instalarlas en lugares estratégicos del bosque (Fotografía: Flickr/ilovebutter)

Durante mucho tiempo la miel blanca de Oku ha sido un producto destacado en Camerún y, además de transmitirse entre generaciones, los conocimientos tradicionales acerca de su producción son únicos y propios de la región (V.J. Ingram, University of Amsterdam, 2014).

Indicación geográfica

La indicación geográfica ofrece un importante recurso para proteger esos conocimientos tradicionales mediante la vinculación de éstos y de la región con el producto (Michael Blakeny, Universidad Nacional de Australia, 2012). La protección de la indicación geográfica permite a los productores aportar un valor añadido a sus productos que se pueden vender en determinados mercados a los consumidores que deseen adquirir artículos de alta calidad y estén dispuestos a pagarlos, lo que a su vez redundará en precios más elevados y en la mejora de los medios de vida de estos productores (Bibi de Lange, Universidad y Centro de Investigación de Wageningen).

Gracias a la iniciativa de la OAPI, la financiación de la AFD y el apoyo del CIRAD, Camerún ha sido el primer país del continente africano en proteger indicaciones geográficas mediante su registro (FAO, 2011). La miel blanca de Oku es una de las primeras indicaciones geográficas registradas en 2013 y, como tal, goza del reconocimiento de hasta 16 países (CIRAD, 2013). Una vez vigente esta indicación geográfica protegida sólo los granjeros, productores y cooperativas que trabajen en la región tendrán autorización para producir y comercializar su miel bajo la denominación oficial de miel blanca de Oku.

Con miras a garantizar la coherencia y un alto nivel de calidad, la indicación geográfica especifica las normas aplicables a los métodos de producción de la miel blanca de Oku. Se han de acatar los requisitos para la fabricación de la colmena, la localización de los lugares del bosque en donde se instalarán y el equipamiento y prácticas idóneos para la recolección de la miel (conforme señala Bang George, director de la Cooperativa de Miel de Oku). Una vez se haya transportado la miel desde el bosque, las técnicas de procesamiento se deben también ajustar a unos criterios específicos. Entre éstos, cabe mencionar abstenerse de efectuar la recolección durante las lluvias, asegurarse de que se utilizan cubos limpios y secos para transportar la miel, y procesarla según el método tradicional prescrito.

En una ponencia en el Cameroon Tribune, con ocasión de un seminario regional sobre indicaciones geográficas, Ayite Juliette, directora general adjunta de la OAPI, señaló “que "este modo de proteger un producto reduce las probabilidades de piratería, fraude y falsificación, además de potenciar de forma significativa los ingresos de los productores".”

Desarrollo de marcas y comercialización

Un aspecto esencial de la indicación geográfica protegida de la miel blanca de Oku reside en un desarrollo de la marca que suponga su estrecha vinculación con el concepto de una miel rara, única y de gran calidad, procedente de una región específica. A diferencia de la pimienta de Penja, otra indicación geográfica camerunesa famosa en el mundo culinario internacional, la miel blanca de Oku se ha comercializado sobre todo en el mercado nacional (V.J. Ingram, University of Amsterdam, 2014), por lo que el desarrollo de la marca resulta fundamental para su éxito y el de los productos forestales no maderables conexos.

Habida cuenta de este enfoque limitado al ámbito nacional (que es habitual en la producción de miel en los países africanos) en particular hasta el momento en que se registra la indicación geográfica resulta complicado desarrollar una marca singular para productos como la miel blanca de Oku u otros derivados de la apicultura en África (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, 2006). Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (The Farmer’s Voice, 2012).

Su textura cremosa y blanca hace de la miel blanca de Oku un producto exclusivo (Fotografía: Flickr/Ninacoco)

Es asimismo necesario reforzar la capacidad de formación y mejorar los procedimientos de envasado y procesamiento del producto (Cameroon Tribune, 2014). Dicho esto, cabe mencionar que para 2014 se han establecido cuatro importantes cauces de comercialización a los que pueden recurrir los productores oficiales de la miel blanca de Oku, a saber: la Cooperativa de Miel de Oku, el Programme d’Appui aux Initiatives Locales à L’Auto-Emploi que ayuda a los agricultores a cumplir con las normas para la exportación a Europa y Norteamérica, Tropical Forest Products, una pequeña empresa de importación del Reino Unido y Guiding Hope, una organización no gubernamental (ONG) que se centra principalmente en el mercado nacional y ayuda cada vez más a los productores en el desarrollo de productos forestales no maderables conexos que aportan un valor añadido, como los jabones y los propóleos (FAO, 2010).

Junto con la miel blanca de Oku, estos productos forestales no maderables han resultado lucrativos para los agricultores y las cooperativas locales que los comercializan tanto en el ámbito local como en el extranjero(FAO, 1998). En 2014, los productores, las ONGs y las cooperativas, como la Cooperativa de Miel de Oku, se han dedicado a impulsar en el ámbito nacional e internacional esos esfuerzos de comercialización de la miel blanca de Oku y de los productos conexos (Agricultures Network, 2009).

Resultados en el comercio y la industria

En Camerún, la apicultura se ha ejercido sobre todo en las áreas rurales (FAO, 2007). La ampliación de las oportunidades de explotación del valor de la miel blanca de Oku mediante la protección de su indicación geográfica, así como el enfoque hacia mercados internacionales específicos (además de seguir atendiendo al mercado nacional), ha permitido a los agricultores, los productores, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y las cooperativas, como la Cooperativa de Miel de Oku, proseguir con el desarrollo del sector apícola y reforzar sus medios de sustento (Ecology and Society, 2011).

Pese a diversos problemas, como la deforestación a raíz de talas que amenaza el bosque de Kilum Ijim y el hábitat de las abejas(The Farmer’s Voice, 2014), la protección de la indicación geográfica de la miel blanca de Oku ha fomentado una creciente concienciación con respecto a esta y a los demás productos forestales no maderables derivados de su producción Conforme señala Bang George, director de la Cooperativa de Miel de Oku, en 2014 se han producido entre ocho y diez toneladas métricas anuales de miel blanca de Oku bajo la protección de la indicación geográfica, y ello representa una aportación anual de hasta 40 millones de francos centroafricanos (aproximadamente 75.000 dólares estadounidenses, en 2014) a la economía local.

Only a few years after the PGI was registered, sale prices per kilogram have increased by up to 40 percent and hundreds of new apiculture NGOs, SMEs, and other groups have sprung up (Centre for International Forestry Research, 2010). As of 2014, one liter of processed Oku white honey commands a price of FCFA 4,000 (approximately US$7.50 as of 2014), whereas before the PGI one liter sold for only FCFA 1,500 (approximately US$2.83), representing a significant increase (according to the Cameroon Tribune, 2014).

Beyond these individual enterprises, thousands of people are involved in producing official Oku white honey through the cooperatives such as OHC and the Oku White Honey Producers Association, and the increased income they have received thanks to the PGI - which allows Oku white honey to command a premium - has brought many positive economic and social changes to those involved in its commercialization (according to the Cameroon Tribune, 2014).

Bees pollinate the white flowers of the forests in Oku, which gives Oku white honey its well-known white color and qualities (Photo: Flickr/Tom Phillips)

Making a buzz with a PGI

As apiculture skills are passed down from generation to generation, they can empower rural youth and enhance their economic and social outlook (FAO, 2012). Moreover, the PGI for Oku white honey can be used as an instrument for increased economic development in the region by maintaining quality standards, increasing market share, and encouraging future investment (Joint Research Unit Innovation, CIRAD, 2011). The experiences, both positive and negative, of the Oku white honey PGI could also serve as an example for how the richness of the African continent can be effectively exploited.


Last update:

24 de noviembre de 2014


Country/Territory:
Camerún

Company name:
Oku White Honey

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