La floreciente industria cinematográfica argentina
Argentina es conocida por el dinamismo y la diversidad de su producción artística. El pueblo argentino, acostumbrado a gozar de una dieta cultural rica y variada, reconoce en gran medida la valiosa aportación que realizan las industrias culturales del país a su calidad de vida, así como a la economía nacional. Estas industrias, como la del sector audiovisual, han atravesado tradicionalmente las fronteras de otros países aportando su contribución y recibiendo los beneficios consiguientes.
En los últimos años han crecido espectacularmente las dimensiones y la capacidad técnica de la industria cinematográfica, televisiva y publicitaria argentina. Una nueva generación de jóvenes directores de talento está despertando el interés a escala internacional, al igual que la enorme calidad que se observa en la producción de los autores, actores y productores del país. Las películas argentinas reciben los elogios de la crítica en festivales internacionales y en las pantallas de cine y televisión de todo el mundo.
Un gran impulso a los ingresos de la exportación
En los indicadores económicos del país correspondientes a 2004 se refleja ese dinamismo. En este año, los ingresos procedentes de las exportaciones argentinas en el sector cinematográfico aumentaron mucho más rápidamente que en cualquier otro sector, en el que se observó un aumento del 1.000% en comparación con las cifras de 2003. En ese período se produjeron o coprodujeron unas 70 películas en Argentina. El abrazo partido, película de Daniel Burman, obtuvo dos prestigiosos galardones en el Festival de Cine de Berlín de 2004, el Oso de Plata a la mejor película y al mejor actor. Los festivales cinematográficos de Buenos Aires y Mar del Plata, que se celebran anualmente, atrajeron la atención de las multitudes, e importantes productoras de Hollywood compraron los derechos de varios guiones argentinos: recientemente en Hollywood se ha hecho una nueva versión de Nueve reinas, la película de Fabián Bielinksy, con el título de Criminal. En mayo se estrenó en Nueva York La niña santa, la película que Lucrecia Martel presentó en competición en el Festival de Cine de Cannes de 2004. Mientras tanto, en numerosas ocasiones productoras cinematográficas de otros países han mostrado interés por trabar relación con los productores locales debido a la buena reputación de que goza el sector entre los profesionales.
El derecho de autor: un instrumento al servicio de la creatividad
A medida que las industrias culturales han crecido en importancia, también lo han hecho el derecho de autor y los derechos conexos como medio de proporcionar protección por P.I. a los creadores y a todos quienes participan en la distribución y comercialización de sus obras. Esta fue la conclusión compartida por los productores, directores, actores y abogados del mundo del espectáculo que asistieron el mes de abril a un seminario organizado por la OMPI en Buenos Aires con el título de “La obra audiovisual: creación, producción y explotación”.
El seminario tuvo lugar en la Universidad de Buenos Aires con el apoyo del Instituto Nacional de Cines y Artes Audiovisuales (INCAA) y la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales de España (EGEDA), así como otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de Argentina, España y América Latina. Se examinaron, entre otras, distintas cuestiones jurídicas, como las diversas formas de contratos utilizados en los distintos sectores, los aspectos financieros y fiscales, incluidos los subsidios financieros, y cuestiones relativas a la distribución y al acceso a los mercados internacionales. El seminario tenía por fin establecer una estrategia dinámica para la gestión de obras audiovisuales, basadas en el concepto del derecho de autor como instrumento que recompense la creatividad, promueva el acceso a los conocimientos y al espectáculo y fortalezca la diversidad cultural.
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