Los últimos envites a la observancia
La razón de ser de los derechos de propiedad intelectual es proteger las obras de los creadores e innovadores ante la apropiación indebida o la reproducción no autorizada por parte de terceros. Esta protección no sólo va en provecho de los creadores a título individual, sino también del desarrollo económico en general y de los intereses de los consumidores. La falsificación y la piratería obstaculizan el crecimiento de las economías nacionales al usurpar volumen de negocio a las empresas legítimas y beneficios al estado. Este fenómeno disuade la inversión y la innovación y con frecuencia infringe la legislación laboral, sanitaria y de seguridad. En el plano transnacional, la falsificación a menudo conlleva la delincuencia organizada, a la que da sostén.
Cambio de tendencias en la falsificación y la piratería
Actualmente, la falsificación y la piratería afectan a una enorme gama de productos diferentes, desde piezas de aviones hasta detergentes, desde el alcohol y los perfumes hasta los hologramas de seguridad. No se libra ningún sector. Mientras que antes los productos de marca con terminación de calidad eran uno de los objetivos principales, la última tendencia es la de copiar también productos de marca de consumo corrientes, incluso tan prosaicos como los cepillos de dientes. El tipo de productos que se falsifica varía constantemente de acuerdo con las tendencias del mercado.
Los falsificadores son cada vez más listos. Se aprovechan de los avances tecnológicos para obtener reproducciones que a duras penas se distinguen de los originales, y que en algunos casos llegan a engañar a los propietarios. Utilizan Internet con profusión, lo que posibilita la venta y distribución de productos falsificados a gran velocidad y sin limitaciones geográficas. Tratan de burlar las medidas en frontera al transportar los productos de imitación "desmontados", es decir, esperan hasta que las remesas hayan pasado los controles aduaneros para poner las etiquetas de marca que, de otro modo, dejarían patente que se trata de productos falsificados.
Este problema va en aumento, como demuestra la cada vez mayor cantidad y tipos de productos que se decomisan cada año. En 2004, la confiscación de productos de alimentación y bebidas alcohólicas de imitación se duplicó en las fronteras exteriores de la Unión Europea, en tanto que la confiscación de equipos informáticos se multiplicó por nueve con relación al año anterior (véase el cuadro). La escala y naturaleza del problema exigen la adopción de una estrategia coordinada respecto de las medidas de observancia en los ámbitos nacional, regional e internacional.
Unión Europea – Decomiso de falsificaciones (comparación entre 2003 y 2004)
- Equipos informáticos (computadoras) 899%
- Equipos eléctricos 707%
- Productos de alimentación, bebidas alcohólicas y de otros tipos 197%
- Ropa y accesorios 102%
- Juguetes y juegos 47%
- Perfumes y cosméticos -22%
- Relojes y joyería –27%
- CD de audio, juegos, programas informáticos, DVD, etc. -43%
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Aumento de percentil en el número de artículos decomisados
Cálculo del costo: OMO
OMO es un detergente que vende y distribuye Unilever. En 2004, apareció durante algunos meses en Mozambique una versión de imitación en el mercado. En el producto falso, denominado AMO, se imitaba el diseño gráfico de OMO, en su etiqueta figuraba la dirección de Mozambique de Unilever y se vendía en paquetes idénticos de un kilogramo.
Durante el breve periodo en que estuvo el producto falso en el mercado, las ventas de OMO
descendieron a un 40 por ciento de su nivel habitual de venta mensual, una pérdida no sólo para
Unilever sino, lo que es más importante, para Mozambique, uno de los países menos adelantados. La
caída de las ventas en un 60 por ciento supuso una pérdida total estimada de ingresos para el
estado de 588 000 dólares estadounidenses en concepto de impuestos sobre el valor añadido, derechos
de importación e impuestos de sociedades que nunca pagaron los falsificadores.
Fuente Unilever
La función de la OMPI
En estrecha colaboración con los Estados miembros, representantes de la industria y otras partes interesadas, la OMPI asiste a los gobiernos y al sector privado a elaborar estrategias efectivas contra la falsificación y la piratería. Se centra en actividades de sensibilización, asistencia jurídica, aumento de la coordinación e intercambio de información entre los titulares de derechos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley y en la creación de capacidad.
A nivel internacional, la OMPI aborda estas prioridades a través de su constante cooperación con organismos como la Organización Mundial de Aduanas (OMA), la Interpol, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, en calidad de observadora, con el grupo del G-8. La intensa colaboración que la OMPI mantiene con la OMA, la Interpol y ONG en el marco del Grupo de Dirección del Congreso Mundial ha dado lugar a la celebración en Bruselas (2004) y en Lyon (2005) del Congreso Mundial de alto nivel para Combatir la Falsificación y la Piratería (véase el número de Enero/Febrero de la Revista de la OMPI), así como a conferencias regionales en Roma, Shanghai y Río de Janeiro. Este año se celebrarán dos foros regionales más en Rumania y los Estados del Golfo con antelación al tercer Congreso Mundial, que organizará la OMPI en Ginebra en enero de 2007.
Colaboración internacional: Declaración de Roma sobre la lucha contra la falsificación de medicamentos |
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" La falsificación de medicamentos…es un delito vil y grave que pone en riesgo la vida humana y socava la credibilidad de los sistemas de salud … Debido a sus consecuencias directas sobre la salud…debe ser combatida y castigada correspondientemente". Estas palabras están extraídas de la Declaración de Roma, realizada en la Conferencia Internacional de la OMS sobre "La lucha contra la falsificación de medicamentos: establecer una colaboración internacional efectiva" que se celebró el 18 de febrero. La OMPI participó en la Conferencia y acogió con satisfacción la declaración, en la que se reconoce la necesidad de "un esfuerzo coordinado de las diferentes partes interesadas de los sectores público y privado que se ven afectadas y están capacitadas para abordar los diferentes aspectos del problema". Termina diciendo que la OMS debe establecer un grupo de trabajo internacional para combatir la falsificación de productos medicinales, formado por organismos gubernamentales, no gubernamentales e internacionales, con la finalidad de:
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Capacitación
La capacitación de los organismos encargados de velar por el cumplimiento de la ley constituye una parte fundamental de la labor que desarrolla la OMPI. Estos programas de capacitación permiten reunir a los diferentes organismos públicos y a jueces y magistrados, de modo que todas las partes que intervienen tengan la posibilidad de conocer mejor el trabajo de sus interlocutores y de entender la necesidad de que los organismos cooperen entre sí. La cooperación con el sector privado es una de las piedras angulares del éxito de gran parte de estos programas de capacitación.
Las sesiones de capacitación suelen incluir el examen de las obligaciones internacionales con relación a las disposiciones de la legislación local, así como un debate sobre la importancia de las sanciones penales y las órdenes de destrucción disuasorias, y de la concesión de daños y perjuicios adecuados en favor de los titulares de derechos perjudicados. Los talleres dirigidos a los jueces suelen centrarse posteriormente en el análisis de la jurisprudencia en materia de propiedad intelectual, tanto del propio país como de otros países. Los talleres destinados a los fiscales se centran en cómo preparar la acusación, presentar pruebas y en solicitar a los tribunales que fallen sentencias disuasorias, como la orden de destruir los productos falsos y los instrumentos empleados en su fabricación. La capacitación dirigida a los investigadores policiales tiene como fin transmitir una comprensión clara de qué elementos requieren prueba, con vistas a aumentar la probabilidad de que llegue a buen fin el procesamiento. Los funcionarios de aduanas disponen de sesiones de capacitación en profundidad sobre cómo descubrir esos envíos que con probabilidad contienen productos falsificados, así como la forma de detectar dichos productos y asegurar la cooperación de los titulares de los derechos en el subsiguiente procedimiento aduanero de cumplimiento de la ley.
Comité Asesor sobre Observancia
Los Estados miembros de la OMPI se reunirán en breve en el seno del Comité Asesor sobre Observancia (ACE), que celebrará su tercera sesión entre el 15 y el 17 de mayo en la sede de la OMPI. Los objetivos principales del ACE son mejorar el intercambio de información entre organismos encargados de velar por el cumplimiento de la ley, evaluar las necesidades de formación y educación, y preparar material didáctico y metodologías docentes, con vistas a contribuir a la creación de un marco jurídico, organizativo y técnico para lograr la observancia efectiva de los derechos de propiedad intelectual. La próxima sesión se centrará en el tema de la educación y la sensibilización, en la que varias delegaciones presentarán con detalle su labor actual en este campo.
A través del conjunto de sus actividades, y a petición de los Estados miembros, la OMPI seguirá ofreciendo asesoramiento, capacitación y facilitación con el fin de asistir a los Estados miembros en su esfuerzo por hacer más efectiva la cadena de la observancia, mejorar la gestión de las controversias en materia de propiedad intelectual, establecer mecanismos adecuados contra la falsificación, y reforzar asociaciones fundamentales entre los sectores público y privado.
Operación Júpiter, América del Sur
La primera Operación Júpiter de la Interpol se desarrolló entre noviembre de 2004 y abril de 2005, con la participación de los cuerpos de policía nacional de Argentina, el Brasil y el Paraguay, funcionarios de aduanas del Brasil y representantes de organismos transectoriales de la industria farmacéutica, fonográfica, cinematográfica y tabaquera. Esta era la primera vez que se unían cuatro sectores industriales diferentes a representantes de la policía federal y organismos de aduanas de tres países para luchar contra la delincuencia en el ámbito de la propiedad intelectual. Los resultados fueron impresionantes y se produjeron beneficios inmediatos para los sectores industriales que participaron, entre ellos la especificación de habilidades compartidas, medidas de prevención de la delincuencia, metodologías de investigación y prácticas óptimas.
En el Brasil, las autoridades aduaneras efectuaron 36 confiscaciones por un valor total estimado de 3,5 millones de dólares estadounidenses, y detuvieron a 79 sospechosos de delitos de contrabando y falsificación. En su frontera con el Paraguay, las aduanas brasileñas confiscaron 2,24 millones de CD, lo que supone un aumento del 80 por ciento con respecto a los niveles anteriores. La policía federal de carreteras del Brasil confiscó también en la zona fronteriza de forma rutinaria cargamentos de CD y DVD vírgenes transportados en camiones y autocares, destinados a ser utilizados en el pirateo de discos ópticos. En el Paraguay, se decomisaron unas 8.700 cajas de tabaco que contenían más de 87 millones de cigarrillos falsificados.
El éxito de las operaciones se debió a una estrecha colaboración entre los organismos encargados del cumplimiento de la ley de ámbito nacional y transnacional y a la disposición de las industrias participantes para emprender un intercambio franco de información con sus interlocutores de otros sectores industriales en pro del bien común. Los resultados de la primera Operación Júpiter han animado a otros países a solicitar la puesta en marcha de operaciones similares en sus fronteras. Está previsto que en 2006 se inicie una segunda operación.
(Fuente: www.interpol.int/public/FinancialCrime/IntellectualProperty/Cases/ )
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.