CARTAS Y COMENTARIOS
La P.I. en la universidad – lejos del optimismo
Me gustaría saber en qué medida el artículo y las cartas sobre la P.I. en las universidades (Aplicación de las políticas – N.º 5/2006; Cartas y comentarios – N.º 6/2006) fue escrito por administradores o juristas, cuyos trabajos consisten en parasitar a los universitarios activos, cuyos productos intelectuales se abordaban en el artículo.
Desde la perspectiva del Reino Unido, el artículo describe una visión demasiado optimista de la interacción entre las universidades y la industria y es notable que no mencione los graves problemas que han ocurrido en el pasado. Frente a la noción idealista de que el mundo académico y la industria pueden – y tal vez deban – trabajar conjuntamente en beneficio mutuo, la realidad es que existe una disparidad fundamental de objetivos, que en muchos casos, aunque no siempre, impide la agradable simbiosis presentada en el artículo. El objetivo de la industria es generar ganancias para los accionistas. Una universidad debería ser un lugar en el que se forman mentes, preferentemente en un entorno desinteresado.
La gran industria está acostumbrada a pagar lo menos posible por la investigación que desea. La industria exige reserva, acuerdos de confidencialidad y demorar la solicitud de patente a fin de obtener un "tiempo de ventaja". Es capaz de interrumpir cualquier programa de investigación que no progrese lo suficientemente rápido. Estos factores, junto a la preeminencia de las exigencias a corto plazo de gran parte de la investigación industrial, entran en conflicto directo con las buenas prácticas de formación de los investigadores. Las Pymes son aun peor ya que en muchos casos no pueden costear el efectivo necesario para sus contribuciones, que por lo tanto a menudo terminan siendo "en especie". Los directores ejecutivos de Pymes con las que yo había emprendido programas de investigación en colaboración, en dos ocasiones diferentes, abandonaron los programas llevándose la totalidad de la P.I. para venderla en beneficio propio.
Además, se están erosionando los derechos básicos de los universitarios a poseer sus propias ideas. Si bien la mayoría de los sitios Web de universidades hoy describen cómo los ingresos procedentes de la P.I. de sus universitarios se reparten "equitativamente" entre los creadores y la universidad, nunca queda claro en qué medida los universitarios pueden opinar al respecto. Los universitarios de Cambridge lucharon, duramente pero sin éxito, para impedir que la Universidad cambie los contratos de empleo para que todos los derechos de P.I. del cuerpo docente le pertenezcan sólo a ella. Uno se pregunta cómo le habría ido a Isaac Newton en Cambridge en la actualidad.
Carta enviada por Bryan Harris, Profesor Emérito de ciencias materiales, Universidad de Bath, Reino Unido.
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Necesidades de P.I. en Nepal
Ejerzo derecho en el ámbito de la P.I. en Nepal desde hace 10 años y en mi calidad de lector desde 1998 de su mundialmente conocida Revista, me decepciona no haber visto nunca una mención de mi país. Nepal se ha convertido en miembro de la OMPI y de la OMC y se ha vuelto parte del Convenio de París y del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Sin embargo, desde la perspectiva de la protección de los derechos de P.I. en Nepal, no se comprenden bien los tratados multilaterales aplicables. La mano de obra inadaptada y los conocimientos insuficientes para ocuparse de la P.I. nos están causando muchos problemas.
Nepal, uno de los países menos adelantados, es rico en biodiversidad, conocimientos tradicionales y patrimonio cultural pero debido a nuestra falta de conocimientos sobre cómo protegerlos, durante años la reputación de nuestros activos intelectuales ha sido explotada por terceros. Dado que el crecimiento y el desarrollo dependen cada vez más de los conocimientos, el sistema de la P.I., que provee los medios para convertir las ideas y la creatividad humana en propiedad, ha cobrado una importancia crucial pero antes necesitamos un sistema de P.I. fuerte, con una asistencia técnica para promover los derechos de P.I. en Nepal.
Carta enviada por Ram Chandra Subedi, abogado, Corte Suprema de Nepal
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Enseñar a respetar los derechos de los creadores
Leí con interés acerca del manual de enseñanza del derecho de autor creado por un grupo de estudiantes en España (Dar clases de derecho de autor a adolescentes, N.º 6/2006). En Pro-Music France, también intentamos instruir a los jóvenes sobre estas cuestiones. ¿Cómo podemos explicarle a los niños y adolescentes – al igual que a los adultos – la idea de que existen "productos" intelectuales del mismo modo que existen productos físicos y que el hecho de que sean fáciles de obtener o de copiar no es una razón para no respetar los derechos de sus creadores o de los titulares de los derechos?
Si bien en el siglo XX la P.I. sólo tenía interés para las empresas, en la actualidad, en nuestro mundo digital, le incumbe directamente a todo ciudadano, consumidor y cliente. Hasta que el ciudadano medio no haya tomado conciencia de la importancia de esta noción, todos nuestros esfuerzos para condenar el intercambio de archivos en redes P2P o para aplicar medidas técnicas de protección como la Administración de Derechos Digitales (DRM) serán vanos.
En promusicfrance.com, tratamos de captar la atención del visitante hablando de todos los que participan en el negocio de hacer música. Un compositor o un artista no puede tener éxito sólo. Debe ser capaz de vivir de su música, al igual que sus productores, su representante y todos aquellos que permiten su éxito.
Carta enviada por Rémi Bouton, www.promusicfrance.com
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El correo de lectores es un éxito
Las distintas ideas de sus páginas de cartas y comentarios atraen la atención del lector como estrellas en el cielo. Para mí, en un país donde el derecho de autor no es tan complicado, la lectura del artículo y de las cartas sobre el caso de los perfumes de Lancôme y Kecofa (números 5 y 6/2006) fue como escuchar un éxito musical.
Carta enviada por Raúl N. Norbe, Filipino Inventors Solidarity For Christian Brotherhood, Manila, Filipinas
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La Redacción de la Revista de la OMPI agradece el envío de cartas con comentarios sobre cuestiones planteadas en los artículos de la Revista, o sobre cualquier otra evolución en el ámbito de la propiedad intelectual. En las cartas deberá indicarse "para su publicación en la Revista de la OMPI" y se dirigirán a la dirección de correo electrónico de la Redacción, WipoMagazine@wipo.int, a la dirección postal o al número de fax que figura en la contracubierta de la Revista. Tengan a bien incluir asimismo su dirección postal. Lamentamos que no sea posible publicar todas las cartas recibidas. La Redacción se reserva el derecho a revisar o acortar el texto de las cartas. Si fuera necesaria una revisión importante, se consultará con el autor.
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