Exposición durante las Asambleas: Creatividad en Hong Kong
“La innovación es un elemento clave del progreso de un país. Constituye una fuente inagotable de inspiración que permite que un país alcance la prosperidad y el desarrollo”. Embajador Li Baodong, Representante Permanente de China ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra.
Honk Kong, la “perla de oriente”, es una puerta para el comercio internacional que atrae a lo mejor de oriente y occidente para completar su rico patrimonio cultural chino. La exposición “Creatividad en Hong Kong – Propiedad intelectual en Hong Kong (China)”, que tuvo lugar en la sede de la OMPI durante las Asambleas de los Estados miembros, rindió homenaje a la aportación que la propiedad intelectual ha realizado al desarrollo social y económico de Hong Kong, mostrando piezas de arte, diseño, moda y cine y destacando los esfuerzos desplegados para que se observen los derechos de propiedad intelectual.
Ponerle marca a Hong Kong
En 2000, Hong Kong encargó a un grupo de empresas de comunicación internacionales que elaborase una estrategia para conseguir que la ciudad se hiciese un sitio en el escenario mundial. Esto constituyó la plataforma de salida del proyecto “Ponerle marca a Hong Kong”. Tras someterla a un público internacional, se seleccionó la imagen del dragón que aparece a continuación, en la que figuran las letras H y K y los caracteres chinos correspondientes a Hong Kong.
Arte
Ah Chung debutó su carrera artística como uno de los primeros dibujantes políticos de Hong Kong. En 1984, empezó a crear una serie de dibujos en tinta negra y pintura de color, que lo convirtió en uno de los artistas más famosos de Hong Kong. En el Museo de Arte de Hong Kong, está expuesta una colección de sus obras.
Amplio de miras (1998). Cabalgando sobre las nubes y montando la bruma. El Río Amarillo se convierte en arroyo. (izquierda)
Despreocupado (2005). Qué fácil es ser perspicaz. Qué difícil es la indulgencia. (derecha)
Diseño
La Asociación de Diseñadores de Hong Kong (Hong Kong Designers Association, HKDA), que fue creada en 1972, defiende el interés público del diseño y aboga porque los diseñadores disfruten de un estatus profesional más elevado. La Asociación organiza numerosos actos para promocionar a los diseñadores de Hong Kong, como los Galardones de la HKDA, exposiciones y seminarios para enseñar a los diseñadores a proteger sus derechos de propiedad intelectual.
Enamorado del bambú, por Alan Chan, 2004. En el póster se repite la misma imagen que se va uniendo horizontalmente para formar una serie de líneas verticales que se parecen al bambú. El carácter chino para “ser humano” se representa a partir del carácter chino para “bambú”. (izquierda)
Flip: Chinese Contemporary Book Design por Freeman Lau, 2004. (derecha)
Caligrafía
La caligrafía china tiene más de 3.000 años de antigüedad y es una forma de arte que goza de una enorme admiración en China, Japón y Corea. Son muchos los que la practican (para realizarla, sólo se necesita papel, tinta y un pincel), pero pocos llegan a dominar verdaderamente este arte. Tsang Tsou Choi, un trabajador pobre que apenas sabía leer ni escribir, empezó a dejar su huella en las calles de Hong Kong con sus grafiti caligráficos cuando tenía 35 años. Aunque al principio se le consideró un alborotador, cuando murió este año a la edad de 86 años, su obra ya había sido elevada a una forma de arte. El diseñador de moda William Tang creó una línea con la caligrafía de Tsang Tsou Choi como tema central.
La caligrafía en grafiti de Tsang Tsou Choi ilustra la contribución del “Emperador de Kowloon”, título que se otorgó a sí mismo.
Los diseños de William Tang, inspirados en la caligrafía de Tsang Tsou Choi.
Hung Chuen Wa, un maestro de la caligrafía cuya obra se ha expuesto en China, Japón, Corea y toda Europa, creó tres obras a partir de temas relacionados con la OMPI para el Día Mundial de la Propiedad Intelectual.
“P.I. – Empieza con una idea” (izquierda)
““P.I. – Una herramienta para crear riqueza” (au milieu)
“Fomentar la creatividad – Proteger la P.I.” (derecha)
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.