El Sistema de Lisboa entra en una nueva era
El 50° aniversario de la adopción del Arreglo de Lisboa relativo a la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional se celebró con una ceremonia que tuvo lugar en Lisboa el 31 de octubre de 2008. La ceremonia coronó un foro de dos días de duración, organizado por la OMPI en colaboración con el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) de Portugal, celebrado en la ciudad que dio nacimiento al Arreglo en 1958, después de muchos años de difíciles negociaciones.
El Director General de la OMPI, Francis Gurry, dirigiéndose a los más de 200 participantes de cerca de 50 países, señaló la importancia de las indicaciones geográficas como medio de diferenciar los productos en un mercado cada vez más global y normalizado. Hizo hincapié además en el enorme potencial que ofrecen las indicaciones geográficas, en particular para los países en desarrollo, por cuanto les permiten cosechar los frutos del valor añadido por las características únicas de determinados productos procedentes de esos países, incluidos los productos obtenidos a partir de conocimientos tradicionales. El Sr. Gurry instó a los Estados miembros a demostrar la misma determinación y espíritu pionero de los grandes exploradores portugueses para contribuir a la evolución futura del Sistema de Lisboa.
La ceremonia de celebración del 50º aniversario del Sistema de Lisboa estuvo presidida por el Sr. Christophe Guilhou, Presidente de la Asamblea de la Unión de Lisboa, el Sr. Francis Gurry, Director General de la OMPI y el Sr. António Campinos, Presidente del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) de Portugal. (Foto: INPI)
Lisboa atrae a nuevos candidatos a la adhesión
Los consumidores perciben las indicaciones geográficas como indicadores del origen y de la calidad de los productos. Aunque muchas indicaciones geográficas y denominaciones de origen atañen a productos agrícolas, otros productos con identidad exclusiva de una región específica también pueden beneficiarse de este tipo de protección que ofrece el sistema de propiedad intelectual. El Arreglo de Lisboa establece un marco jurídico internacional para cuya aplicación los Estados miembros disponen de un amplio margen de flexibilidad sin que ello afecte la eficacia de la protección acordada a las indicaciones geográficas registradas internacionalmente.
Durante sus primeras cuatro décadas de existencia, el Arreglo de Lisboa atrajo solamente a un pequeño número de Estados miembros. Durante ese período, se produjeron varios intentos infructuosos de crear un nuevo sistema para el registro internacional de indicaciones geográficas que tendría una cobertura geográfica mucho más amplia. Sin embargo, a partir de 1997, se han adherido 10 nuevos países al Arreglo de Lisboa y hay varios otros que están estudiando su adhesión.
¿A qué se debe este renovado interés? En primer lugar, muchos países han creado sistemas nacionales para la protección de las indicaciones geográficas que se centran en la delimitación de la zona geográfica en cuestión basándose en criterios que corresponden a los aplicables en virtud del Arreglo de Lisboa respecto de las denominaciones de origen. En segundo lugar, a diferencia del Acuerdo sobre los ADPIC1, que prescribe un mayor grado de protección a las indicaciones geográficas respecto de los vinos y bebidas espirituosas que de otros productos, el Arreglo de Lisboa requiere que los Estados miembros protejan todas las denominaciones de origen, con independencia de la categoría de producto a la que pertenezcan. Esto sin duda es importante para la gran cantidad de países cuyas indicaciones geográficas se refieren a productos que no son vinos ni bebidas espirituosas.
Las posibles formas de mejorar los procedimientos vigentes de conformidad con el Arreglo de Lisboa se examinarán en una serie de debates internacionales de carácter más formal programados para marzo del próximo año en el marco de un grupo de trabajo creado en septiembre de 2008 por la Asamblea de la Unión de Lisboa. Esto brindará la oportunidad de consolidar un Arreglo que combina de forma elegante la protección efectiva con la aplicación flexible, un instrumento al que le ha llegado su momento y que bien puede seguir vigente en los próximos 50 años.
El foro examina los retos
Entre las cuestiones que se debatieron durante el foro figuran los retos a los que se enfrenta el Sistema de Lisboa, la interpretación de las disposiciones del Arreglo, habida cuenta de su historial de negociaciones, y su posible vínculo con sistemas regionales como los que existen en la Comunidad Europea y la Organización Africana de la Propiedad Intelectual. En el foro también se debatieron las oportunidades que ofrecen las indicaciones geográficas y las denominaciones de origen a los productos de los países en desarrollo y la importancia de facilitar su protección internacional. El foro sirvió para fomentar una comprensión más adecuada del Sistema de Lisboa, en adelanto a la serie de debates internacionales de carácter más formal programados para marzo de 2009.
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