Sleeping Queens – Nuestra vida en una baraja
Las vacaciones son el momento perfecto para que las familias y los amigos se reúnan y disfruten con sus juegos favoritos, o prueben uno completamente nuevo, como Sleeping Queens (las reinas durmientes). Habiendo sido uno de los juegos más populares del año, Sleeping Queens constituye la prueba de que una niña de seis años, con las cartas adecuadas, puede convertirse en una inventora y conceder en licencia sus derechos de propiedad intelectual. Sleeping Queens fue creado por Miranda Evarts, la primera niña inventora de un juego comercializado en el mercado internacional. Creó la idea original y desarrolló las reglas con la ayuda de su familia. Luego acabó consiguiendo un acuerdo de concesión de licencias muy satisfactorio con la galardonada empresa de juegos Gamewright.
En una noche de insomnio, Miranda, con su fantasía desbordada, jugó en su imaginación a un juego en el que rescataba a unas reinas que habían caído bajo un encantamiento de sueño. Se levantó, fue a ver a sus padres y dijo: “Me he inventado un juego”. Rápidamente arropada de vuelta en la cama, defendió la causa de las reinas durmientes en sueños durante toda la noche. A la mañana siguiente, una entusiasta Miranda explicó sus ideas a sus padres, a su hermana mayor, Madeleine, y a su hermano pequeño, Stephen. Sleeping Queens fue acogido y adoptado como un proyecto familiar.
“Mi familia y yo habíamos jugado a un montón de juegos de cartas para aprender cálculos matemáticos sencillos”, explica Miranda. Su madre, Denise Evarts, añade: “los juegos reúnen a las familias y a los amigos. Una vez a la semana toca noche de juegos y los amigos que nos visitan deben estar dispuestos a jugar”.
Los Evarts comenzaron a jugar al nuevo juego dibujando primero las reinas, luego los reyes, los caballeros y los dragones en naipes normales, añadiendo toda una panoplia de personajes para hacerlo más divertido. Basaron estos personajes en su vida cotidiana, inventando el rey del teñido con nudos a partir de la ropa teñida con esta técnica del Sr. Evarts, y la reina bebé a partir del trabajo de partera de la señora Evarts . “Tenemos a la reina de las tortitas; siempre hemos comido tortitas”, explica Madeleine. “Sencillamente, es nuestra vida en las cartas”.
Cuando terminaron de crear completamente el juego, el Sr. y la Sra. Evarts se pusieron en contacto con Gamewright a través del correo electrónico. “Sabía desde el principio que quería dirigirme a Gamewright porque nos encantaban los demás juegos que tenían”, dice la Sra. Evarts. A la empresa le pareció que Sleeping Queens era un juego único e interesante y nos pidieron un prototipo. “Bastó con un par de sesiones de prueba para darnos cuenta de que teníamos en nuestras manos un juego único”, dice Jason Schneider, Director de desarrollo de producto y comercialización de Gamewright.
“Desde el primer momento les encantó el nombre y la idea”, dice la Sra. Evarts. “Me dijeron lo que les gustaba y lo que no les gustaba y volvimos al trabajo. No siempre resultó fácil volver atrás y cambiar las cosas, especialmente para Miranda, pero mantuvimos constantemente presente la idea del juego”.
Las negociaciones con Gamewright sobre los derechos de propiedad intelectual se desarrollaron de forma muy satisfactoria. “De hecho, resultó una transacción muy fluida, y solamente se necesitaron seis meses para pasar de la idea al acuerdo de concesión de licencia”, explica la Sra. Evarts.
Tras el éxito de la versión original inglesa, Sleeping Queens está siendo traducido a otros idiomas diferentes. En lo que respecta a Miranda, su imaginación sigue desbordada, soñando nuevos juegos.
Susie Chang, División de la OMPI de Comunicación y Sensibilización del Público.
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