La propiedad intelectual y las negociaciones sobre el cambio climático: de Bali a Copenhague pasando por Poznań
Para conocer la respuesta internacional a los problemas que acarrea el cambio climático deberemos hacer un recorrido que nos llevará por casi todo el planeta. Comienza en Río de Janeiro, en 1992, con la aprobación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida comúnmente por la “Convención Marco”. En dicha Convención Marco se establecen los objetivos generales y las bases institucionales de la labor internacional en materia de lucha contra el cambio climático.
En la Conferencia sobre el Cambio Climático celebrada en Kyoto en 1996 se aprobó el Protocolo de Kyoto, que entró en vigor en 2005 y en el cual se establecen compromisos hasta el año 2012. En la actualidad, la comunidad internacional se afana por lograr un acuerdo de alcance mundial que sustituya al Protocolo de Kyoto. La actual ronda de negociaciones comenzó con la Conferencia de Bali, en diciembre de 2007, en la cual se adoptó una amplia serie de decisiones, que se recogen en la Hoja de Ruta de Bali. Se destaca, en particular, el Plan de Acción de Bali, ambicioso programa de labor multilateral encaminado a abordar los problemas del cambio climático. Ello dio pié a una intensa serie de negociaciones que concluirán en la conferencia que se reunirá en Copenhague en diciembre de este año.
Diciembre de 2008 señaló la etapa media del camino que lleva de Bali a Copenhague, con la convocatoria de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Poznań (Polonia), en la cual se pasará revista a lo hecho hasta la fecha.
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Mayor importancia de la tecnología y la propiedad intelectual
En la reunión de Poznań se puso de manifiesto la gran importancia que posee la tecnología y se debatió asimismo sobre la función que cumple el sistema de propiedad intelectual para fomentar la creación y la difusión de nuevos adelantos técnicos. En efecto, la tecnología es la causa principal del cambio climático provocado por la actividad del hombre, el cual los especialistas denominan “cambio climático de origen antropogénico” y que comprende desde las industrias que trabajan con el carbón desde la época de la Revolución Industrial hasta la dependencia casi exclusiva de los hidrocarburos que se emplean para alimentar los medios de transporte. Sin embargo, al mismo tiempo, la comunidad internacional ha visto que la técnica es un elemento imprescindible que puede contribuir a resolver el problema del cambio climático, brindando medios que permitan mitigar o reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y que sirvan asimismo para adaptarse a la alteración del medio ambiente que provoca ese cambio. Aunque no constituyan una solución por sí solas, la aparición de nuevas tecnologías será la señal de una respuesta internacional efectiva al cambio climático. Todo acuerdo de carácter multilateral descansa en buena medida en la función que se asigne a la creación y difusión de los adelantos técnicos.
La cuestión de la transferencia de tecnologías que no contaminen está en el orden del día desde la Conferencia de Rio, y en la Convención Marco de 1992 se subraya la función fundamental que cumplen la transferencia de tecnología y el fomento de las tecnologías endógenas. En fechas últimas, en el Plan de Acción de Bali se exhortó a la “intensificación de la labor relativa al desarrollo y la transferencia de tecnología en apoyo de las medidas de mitigación y adaptación”. Ello conlleva adoptar las medidas siguientes:
- suprimir los obstáculos y crear incentivos para fomentar el uso de tecnologías que no sean contaminantes y de las que se pueda disponer a precio asequible;
- acelerar el despliegue, la difusión y la transferencia de dichas tecnologías;
- cooperar en materia de investigaciones para obtener tecnologías innovadoras y examinar la efectividad de los mecanismos establecidos en el plano de la cooperación técnica.
Hay un amplio debate sobre la manera más idónea de poner en práctica esos objetivos, sobre todo las nuevas formas de aprovechar el sistema de propiedad intelectual o las reformas que sea necesario hacer en él para velar por que se creen y difundan efectivamente las tecnologías necesarias. El presente debate se complementa con varias iniciativas prácticas encaminadas a fomentar la innovación y estimular la transferencia de tecnología en provecho del medio ambiente (véase el artículo titulado Compartir tecnología en pro del interés general)
En la Conferencia de Poznań prosiguió debatiéndose sobre la transferencia de tecnología y la función que cumple la propiedad intelectual. Se propusieron reformas u otras intervenciones para velar por que, en vez de constituir un obstáculo, el sistema de propiedad intelectual pueda fomentar la transferencia de tecnologías respetuosas con el medio ambiente. También se insistió en que el actual sistema de propiedad intelectual es imprescindible para el desarrollo y difusión efectivos de las nuevas tecnologías que serán necesarias para enfrentar el cambio climático. Aunque dichas cuestiones, que siguen suscitando el debate, quedaron sin resolver, la Conferencia de Poznań se congratuló de haber aprobado el Programa Estratégico sobre Transferencia de Tecnología. Esta iniciativa es fruto de las actuales actividades en materia de transferencia de tecnología que lleva a cabo el Fondo Mundial del Medio Ambiente (GEF), que, entre otras funciones, es el mecanismo financiero designado para la puesta en práctica de la Convención Marco, en otras palabras, el mecanismo central para financiar la transferencia de tecnologías respetuosas con el medio ambiente con arreglo a lo que se establece en la Convención Marco. El Fondo Mundial del Medio Ambiente ha financiado numerosos planes de transferencia de tecnología.
En actividad paralela se ponen de relieve los aspectos prácticos
Se dio cuenta de esta labor en una actividad paralela de la Conferencia de Poznań cuyo título fue el siguiente: “La transferencia de tecnología, el sistema de propiedad intelectual y el cambio climático: desafíos y opciones”. Participaron la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas y la OMPI. En esa reunión se ilustró la importancia de la labor práctica en curso encaminada a fomentar la transferencia y difusión de tecnologías respetuosas con el medio ambiente; se ventilaron inquietudes acerca del uso efectivo de la propiedad intelectual y la función de defensa del interés público que cumplen las instancias competentes; por último, se subrayó la necesidad y las oportunidades de hacer un uso más efectivo de la información sobre patentes para arrojar luz sobre la innovación respetuosa con el medio ambiente y orientarla. También se recalcó la importancia de contar con más datos estadísticos que permitan orientar el debate. Se entendió que es de importancia decisiva aclarar las necesidades de transferencia de tecnología que sienten los países en desarrollo para ordenar el debate y las iniciativas prácticas. El Fondo Mundial del Medio Ambiente ya presta apoyo a los procesos de evaluación de necesidades en numerosos países.
La ponencia de la OMPI versó sobre el uso de la información sobre patentes, particularmente el portal PATENTSCOPE®, por su utilidad para estudiar y formular medidas en materia de cambio climático. Asimismo se expuso un documento en el cual se esbozan las principales cuestiones que ponen de manifiesto el vínculo que existe entre el cambio climático y el sistema de propiedad intelectual, y dicho documento brinda útiles antecedentes sobre la materia para las instancias competentes y los negociadores. En él se explica que la lógica esencial del sistema de patentes suele presentarse en forma de “equilibrio” con respecto de numerosísimas cuestiones, en particular las referidas a los momentos previo y posterior a la concesión de la patente; esto es en primer lugar, la clase de tecnologías a las que se debería conceder una patente y las invenciones a las que se les debería denegar la protección; y en el segundo caso, el tipo de licencias y otros mecanismos de uso de la tecnología que se deberían estimular, los pasos necesarios para vigilar y regular la explotación efectiva de los derechos de patente en el mercado y, por último, las formas de intervención que sean necesarias.
En la ponencia se hizo hincapié en que hay un amplio espectro de tecnologías que tienen que ver con la mitigación y la adaptación al cambio climático. Se señaló la dificultad de resolver las cuestiones posteriores a la concesión de la patente, ya se trate de cuestiones de carácter jurídico, de naturaleza normativa o de aspectos prácticos, o bien sobre cómo encarar la evaluación de las necesidades, sin tener una mayor comprensión de la situación actual: en particular qué tipo de tecnologías están por patentarse y las tendencias en materia de elaboración y difusión de las tecnologías relevantes. Por su utilidad en la fijación de políticas, la información sobre patentes puede contribuir considerablemente a lograr dicha comprensión. Permite apreciar qué tipo de tecnologías se están gestando, en particular la parte que corresponde a la actividad del sector público y la del sector privado; el despunte de la innovación en los países en desarrollo; la contribución relativa de las empresas establecidas y la parte que corresponde a las nuevas compañías; las nuevas orientaciones que surgen en materia de investigaciones de los gigantes de la energía; y, por último, la reacción de los innovadores y los inversores ante las señales que emiten las administraciones competentes en lo que se refiere a emplear métodos de producción que contaminen menos.
Los sistemas de información sobre patentes constituyen un medio de conocer los mercados que interesan. Considerando que dichos sistemas publican las nuevas tecnologías poco después de que aparecen, pueden funcionar asimismo como una especie de mecanismo de alerta inmediata que pone en conocimiento del público toda nueva tecnología potencialmente dañina que se esté desarrollando.
Por Antony Taubman, OMPI, División de Cuestiones Globales de Propiedad Intellectual
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