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Llamadas para el desarrollo: de cómo los teléfonos móviles están transformando la vida de millones de personas

Septiembre de 2010

Desde que el Sr. Martin Cooper y su equipo de Motorola inventaran el primer teléfono celular en 1973, su uso ha ido ganando adeptos hasta convertirse en uno de los bienes de consumo que más gente posee. En el mundo existen más de 4.000 millones de conexiones móviles y las redes terrestres GSM cubren alrededor del 80% de la población mundial; por ese motivo, hay quien piensa que la telefonía móvil será en 2015 una tecnología cuasi-universal.

El primer celular portátil era un dispositivo bastante aparatoso que pesaba 2 kg y cuya batería no duraba más de 20 minutos. Los modelos actuales de tercera generación (3G) son asequibles, ligeros y versátiles, y permiten comunicarse de múltiples maneras (por voz, fax y correo electrónico), así como acceder a información y a formas de entretenimiento. De hecho, cada vez se asemejan más a los ordenadores portátiles. Antes, los móviles eran cosa de ricos, pero cada vez más se están convirtiendo en un elemento básico de nuestro día a día. En muchos países en desarrollo, la tecnología inalámbrica es la llave para toda una serie de servicios que suponen una mejora en la calidad de vida y que tienen un gran potencial como alicientes para el desarrollo comunitario.

A principios de junio, Nokia lanzó una nueva gama de productos diseñados específicamente para usuarios con un acceso limitado a la electricidad, entre ellos un modelo con dos tarjetas SIM que se pueden intercambiar y quitar con el teléfono encendido, cubriendo así las necesidades de varios usuarios, y otro modelo con una batería de hasta seis semanas que se acompaña de un cargador para bicicleta. Estas novedades han llamado la atención de la Revista de la OMPI, que ha decidido estudiar algunas de las ingeniosas soluciones de la telefonía móvil para conectar a quien todavía no estaba conectado, y mejorar así la calidad de vida de muchas personas, sobre todo en zonas aisladas y rurales de los países en desarrollo.


Kit cargador para bicicleta de Nokia - El
cargador empieza a funcionar cuando la
bicicleta alcanza una velocidad de 6 km/h
y se detiene cuando llega a los 50 km/h.
El ciclista puede comprobar el nivel de
carga en la pantalla del móvil. El cargador
está hecho a prueba de humedad y suciedad.(
Fotos: Copyright 2010. All rights reserved)

Nuevas aplicaciones inspiradas en la tecnología móvil

En muchos países en desarrollo, los móviles son el sustituto de las líneas fijas. Sirven para impulsar el crecimiento económico, ya que fomentan el desarrollo empresarial y permiten un mayor acceso al mercado. Son una alternativa más fiable a las carreteras y los servicios de correos para aquellas comunidades situadas en zonas remotas y mal comunicadas. La tecnología no deja de avanzar: hoy, los usuarios de teléfonos móviles pueden hacer llamadas de voz y acceder fácilmente a una impresionante variedad de novedosas aplicaciones. En los países en desarrollo, los móviles permiten, por ejemplo, acceder a información sobre los mercados, realizar un seguimiento médico y ordenar transferencias, y sirven asimismo para fomentar la alfabetización.


El Nokia C1-00 es un dispositivo
móvil capaz de albergar dos
tarjetas SIM. Viene además con
linterna, radio FM y despertador,
está programado para funcionar
en varios idiomas locales y cuenta
con múltiples agendas. Tiene un
tiempo en espera de hasta 48 días,
un tiempo en conversación de hasta
13 horas, y sólo pesa 72,9 g,
incluida la batería.

Los móviles se utilizan hoy de mil maneras distintas. En el Senegal, los pescadores los usan para averiguar el precio y las existencias de pescado en las lonjas y decidir en qué puerto les sale más rentable descargar. También para emitir y recibir señales de socorro, lo que ha mejorado la seguridad de las flotas pesqueras locales. En Sudáfrica, los agricultores de la provincia de Limpopo han conseguido evitar las grandes pérdidas derivadas del transporte a larga distancia de productos perecederos hasta los mercados usando los móviles para tratar directamente con los clientes de una zona determinada, mejorando además notablemente sus ingresos (según los cálculos, han pasado de 700 a 4.000 dólares mensuales1).

Según un estudio de 2005 del Sr. Leonard Waverman, de la London Business School, en un país en desarrollo, un aumento de 10 móviles por cada 100 personas permitió un incremento del PIB2 del 0,6% entre 1996 y 2003.

El fácil acceso a servicios financieros puede ser fundamental para estimular la actividad económica local y combatir la pobreza. Muchos habitantes de zonas rurales apartadas y aisladas no tienen cuenta en ningún banco ni pueden acceder a los servicios bancarios tradicionales. La telefonía móvil está demostrando ser una forma de lo más indicada para superar esas dificultades y reducir al mismo tiempo los costos de operación de las instituciones financieras.

“Los móviles son una puerta al saber, el entretenimiento y las comunicaciones, a menudo el único medio de acceso a todo ello del que disponen las personas en los mercados emergentes. Se han convertido en una parte imprescindible de la vida y la actividad económica de quienes los usan”.  Nokia

La banca en su pantalla

Kenya se situó a la vanguardia de la banca móvil cuando Safaricom y Vodafone pusieron en marcha en 2007 el sistema de envío de dinero M-PESA (“m” de móvil y “pesa”, que en swahili significa “dinero”). En febrero de ese año, con ocasión del lanzamiento del servicio, el Sr. Michael Joseph, Director General de Safaricom, declaró: “El sistema de envío de dinero a través del móvil M-PESA es un ejemplo del liderazgo de Kenya en materia de tecnología para móviles y sus aplicaciones”.

Este novedoso sistema permite a los clientes enviar dinero entre usuarios de móviles prescindiendo de los bancos, y está pensado para aquellas personas que no disponen de una cuenta porque no tienen fácil acceso a los bancos o porque carecen de fondos suficientes.
Conocido como “el primer y más eficaz servicio de envío de dinero a través del móvil del mundo”, M-PESA cuenta actualmente con 9,48 millones de usuarios registrados, unos 17.000 establecimientos y 290 entidades afiliadas para la realización de pagos. En los tres años que lleva en funcionamiento, este sistema ha ido ampliando su gama de servicios y ahora permite liquidar salarios, pagar facturas, sacar dinero cómodamente de la red de cajeros y hacer transferencias internacionales.

Basta con que los usuarios de M-PESA se den de alta en un establecimiento autorizado de M-PESA indicando su número del móvil con Safaricom y presentando su documento de identidad. La aplicación M-PESA se instala en la tarjeta SIM y funciona con terminales de cualquier marca. Una vez inscritos, los clientes pueden:

  • ingresar dinero en su cuenta mediante un depósito de efectivo en un establecimiento local;
  • enviar dinero a otros usuarios de móviles (aunque no sean abonados de Safaricom) mediante mensajes de texto;
  • canjear mensajes por efectivo en un establecimiento local;
  • comprar saldo de llamada Safaricom para sí mismos o para otros abonados.

Sólo pueden enviar dinero a través de M-PESA los abonados a Safaricom, pero cualquiera que tenga un móvil que acepte mensajes de texto puede recibir dinero mediante este servicio. No es preciso tener una cuenta bancaria.

El dinero se ingresa en metálico en M-PESA y se retira en los establecimientos M-PESA (distribuidores locales de Safaricom, gasolineras, supermercados o comercios locales).

Habilitación de las comunidades

En 2008, el organismo de ayuda irlandés CONCERN Worldwide tenía ante sí la difícil tarea de hacer llegar ayuda alimentaria a las comunidades vulnerables del remoto valle del Kerio, en Kenya. En CONCERN habían oído hablar del servicio M-PESA y enseguida se dieron cuenta de las mejoras que podía aportar a su acción en situaciones de emergencia. Se pusieron de acuerdo con Safaricom para crear un servicio a medida y fueron los primeros en usarlo para enviar efectivo en situaciones de emergencia.

En CONCERN opinan que, como demuestra claramente esta experiencia, “la tecnología móvil es un instrumento de capacitación único que permite brindar asistencia de manera eficiente a los más vulnerables en zonas rurales inseguras y apartadas”. Así pudieron mejorar su gestión de riesgos, recortar considerablemente los gastos —M-PESA supuso un ahorro de un 16 % con respecto al método clásico— y dar lugar a toda una serie de beneficios adicionales.

Al suministrar móviles, tarjetas SIM y cargadores, los beneficiarios pudieron comunicarse como nunca antes lo habían hecho y pasaron de ser receptores pasivos de la ayuda a tomar parte activa en el proceso. En resumen, la experiencia de CONCERN demuestra que los móviles pueden contribuir, y mucho, a crear soluciones innovadoras para mejorar la eficacia de la asistencia al desarrollo y apoyar la habilitación de las comunidades.

Gracias a la espectacular popularización de los móviles en África, los gobiernos, organizaciones sin ánimo de lucro y empresas pueden elaborar nuevas soluciones para responder a las necesidades y estimular el desarrollo comunitario.

Apoyo a las iniciativas de recuperación en casos de desastre en Haití

Los móviles fueron de gran ayuda en las actividades de socorro tras el terremoto que asoló Haití el 12 de enero de 2010. Esta y otras tecnologías ciudadanas, como las herramientas cartográficas en línea, los GPS y las redes sociales, complementaron considerablemente las comunicaciones tradicionales durante las actividades de recuperación, al facilitar el flujo de información clave y la recaudación de fondos en una situación de extrema necesidad. Según el Huffington Post, cada vez es mayor el porcentaje sobre el total de donativos hechos a través de móviles particulares. Sólo en los Estados Unidos, las aportaciones a la campaña de socorro a Haití de la Cruz Roja Americana mediante mensajes de texto ascendieron a unos 32 millones de dólares. La campaña Red Alert de Vodafone recaudó más de 5,2 millones de euros (8 millones de dólares) para las actividades de socorro iniciadas tras el terremoto de Haití.

 

Comprobación de medicamentos gratis por SMS

La tecnología móvil también está demostrando ser un medio eficaz para proteger a los consumidores de la lacra de los medicamentos falsificados. Aunque es difícil calcular con exactitud las cifras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que más de un 10% de los medicamentos en el mercado mundial son falsos y que, en los países en desarrollo, un 25% están adulterados o son de una calidad inferior. Estos productos no sólo se cobran vidas humanas a diario; también aumentan la resistencia a los patógenos, imponiendo así una carga todavía más onerosa a unos sistemas de salud pública ya de por sí escasos de recursos.

Dado lo alarmante de la situación y ante la creciente inquietud de los fabricantes de medicamentos y de la población, mPedigree, una organización sin ánimo de lucro con sede en Ghana, ofrece a los compradores de medicamentos una forma gratuita y rápida de verificar, in situ y a través del teléfono móvil, su autenticidad.

La plataforma de mPedigree es un servicio “asequible en términos económicos, técnicos y de alfabetización” que ha despertado el interés de las autoridades africanas como instrumento para combatir la venta de medicamentos falsificados. En junio, la Organización de la Salud del África Occidental anunció que había adoptado la plataforma tecnológica de mPedigree como elemento de referencia regional en la lucha contra los medicamentos falsificados. Las empresas farmacéuticas también están negociando con mPedigree implantar la plataforma en sus filiales en África.

mPedigree está resultando muy útil como herramienta de concienciación sobre los problemas de falsificación de medicamentos en la región. En opinión del Sr. Bright Simmons, Presidente de la Red mPedigree, se trata de un mecanismo que sirve para “vincular los intereses de la sanidad pública a la protección de la P.I. del sector público y del privado y permite a los vendedores presentarse como proveedores de calidad y empresas respetuosas con los derechos de la P.I.”.

mPedigree se estrenó en Ghana en 2008 y conecta redes móviles GSM a un registro central (gestionado actualmente por Hewlett-Packard) que almacena la información sobre los medicamentos de marca de los fabricantes que participan en el sistema. La plataforma pretende “autenticar la cadena de suministro de un nivel a otro hasta llegar al consumidor”. Los fabricantes pueden identificar cada envase con un código único que los consumidores pueden enviar mediante un mensaje de texto a un número gratuito, desde el que reciben una respuesta casi inmediata sobre la autenticidad del producto. Sólo los medicamentos debidamente certificados pasan ese control, y la utilización de códigos “de un solo uso” impide que entren en la cadena de suministro falsificaciones de medicamentos auténticos.

El sistema graba cada envase con un código alfanumérico único. Los consumidores rascan la superficie para ver el código y a continuación lo envían por mensaje de texto al número gratuito cedido por los operadores de telecomunicaciones, desde donde pasa a la aplicación mPedigree. Los fabricantes asumen el costo de los mensajes de texto, y se benefician de unas tarifas especiales de las compañías de telecomunicaciones asociadas que prestan el servicio.

Allí donde ha fallado la tecnología holográfica y donde no llega el bolsillo de muchos países en desarrollo, que no pueden permitirse los sistemas de identificación por radiofrecuencia empleados para identificar medicamentos y tenerlos localizados mediante ondas de radio, mPedigree representa una solución eficaz. Según el Sr. Simmons, la plataforma de mPedigree “aporta toda la seguridad de los sistemas de identificación por radiofrecuencia a una décima parte de su costo”.

Habilitación de los consumidores


(Foto: iStockphoto.com / Mathias Wilson)

El Sr. Simmons destacó la importancia de esta iniciativa diciendo que, “por vez primera en los anales de la historia del comercio, contamos con la colaboración directa en la lucha contra las falsificaciones de quienes más se juegan en la seguridad farmacéutica, los pacientes y los consumidores, gracias a la transformación que han traído consigo los móviles a los países en desarrollo”. Opina que el sistema “remedia una antigua injusticia del mercado” y permite a los compradores comprobar que les están dando aquello por lo que han pagado, en este caso, medicamentos que salvan vidas humanas. Supone un “cambio monumental en la forma de ver… los derechos de los consumidores”.

Los avances de la telefonía móvil y los precios asequibles de los terminales han acercado la era de la información a millones de personas, abriendo la puerta a muchas oportunidades para lograr una vida mejor.

Para el padre de los móviles, el Sr. Cooper, “el futuro de la telefonía celular pasa por mejorar la vida de la gente.” Cree que, “a largo plazo, llevaremos un teléfono móvil subcutáneo detrás de la oreja conectado a un potente ordenador que, de hecho, será nuestro subordinado”.

Mientras los operadores de telefonía celular insisten en poner a prueba los límites de la innovación para lograr más abonados, seguirán surgiendo aplicaciones novedosas que continuarán transformando las vidas de millones de personas.

Un potencial de mercado enorme y un amplio beneficio social

La rapidez con la que han calado los teléfonos móviles entre los usuarios de los países en desarrollo —se calcula que cada día hay 1,5 millones de nuevos abonados— supone para las compañías de telefonía móvil la posibilidad de ampliar su cuota de mercado y generar ingresos, aportando al mismo tiempo un importante beneficio social.

Se prevé que, en 20113, el valor del mercado móvil mundial ascienda a 211.900 millones de dólares (un 103,1-% más desde 2006) con un volumen estimado de 1.804,1 millones de unidades (un 125,5-% más que en 2006).

A la vista de ese enorme potencial de mercado, los fabricantes han comprendido la importancia de diseñar terminales de bajo coste y aplicaciones acordes con las necesidades y las circunstancias de los consumidores de los mercados emergentes, como:

  • iconos en lugar de palabras para las comunidades con un índice de alfabetización bajo;
  • baterías de larga duración y linternas para las zonas sin electricidad o con cortes frecuentes del suministro;
  • laterales de caucho para una mejor sujeción en lugares muy húmedos;
  • teclados con protectores contra la suciedad para los entornos con más polvo;
  • radios con altavoces para el entretenimiento colectivo;
  • múltiples agendas en un mismo dispositivo;
  • seguimiento del gasto y de las llamadas para facilitar un uso múltiple y controlar los costos;
  • interfaz en idioma local;
  • aplicaciones útiles para microempresas, como calculadoras, alarmas o calendarios.

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1 http://www.manobi.net/foundation
2  Producto interno bruto – expresa el valor de los bienes y servicios finales producidos en una economía durante un período de tiempo (normalmente un año), y es usado como una medida del bienestar material de una sociedad.
3  InfoEdge (http://www.infoedge.com/lanpag/mobile_phone_market.asp)
 

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