Legendaria figura de la música “pop” insta a pasar a los hechos
Stevie Wonder, leyenda de la música “pop” de los Estados Unidos, añadió una nota brillante a las series de reuniones de las Asambleas de la OMPI de este año. El músico, galardonado en numerosas ocasiones, pronunció un apasionado llamamiento ante los 184 Estados miembros de la Organización, instándolos a que tomen medidas para que quienes viven con discapacidad visual tengan mejor acceso a las obras publicadas (se calcula que apenas cinco% de ellas se publican en formatos accesibles a los 314 millones de individuos que viven con esas discapacidades en todo el planeta).
Wonder, cantante y compositor, Mensajero de la Paz de las Naciones Unidas, perdió la vista cuando era niño. Ante los presentes proclamó la “Declaración de independencia de las personas con discapacidad” y explicó que se sentía inspirado por el deseo de llevar “la esperanza y la luz a los millones de seres de todo el mundo que viven con discapacidades”, y particularmente, a los ciegos o quienes tienen discapacidad visual. Se trata de “un plan para dotar de independencia a las personas con discapacidad, y con ese fin, brindarles los medios para que puedan aprender y superarse”.
Explicó a los delegados que “Gracias a la labor legislativa de todos ustedes, se podrán crear estímulos que hagan realidad la promesa de una vida mejor para los ciegos y las personas con discapacidad visual”. Subrayó que si pueden acceder a los “libros de ciencia, medicina, historia y filosofía”, los jóvenes con discapacidades “podrán estar bien preparados para un día hacer realidad el sueño de ser presidente, médico, escritor o profesor”.
Instó a la comunidad internacional a “declarar el estado de urgencia para poner fin a la carencia de información que padecen las personas con discapacidad visual y que las condena a vivir en la oscuridad”, y añadió que “¡hay más de 300 millones de personas con discapacidad visual! Esos seres tienen inmensas capacidades desaprovechadas y dependen por completo de nuestro amor y de que hagamos algo por ellos, hoy, no mañana”.
Reconociendo la importancia del derecho de autor para los autores y los músicos, Stevie Wonder urgió a los formuladores de políticas a que ideen soluciones para poner las obras protegidas al alcance de las personas con dificultades para acceder al texto impreso convencional. “Sé de sobra que estamos obligados a no perjudicar los intereses de los autores de cuyo esfuerzo surgen las grandes obras que iluminan y alimentan el espíritu, el corazón y el alma de los seres humanos; pero también estoy convencido, sin duda alguna, de que es preciso establecer un Protocolo para facilitar la importación y exportación de obras protegidas por derecho de autor de manera que las personas con dificultades para acceder al texto impreso convencional puedan entrar a formar parte del mundo de los eruditos. Ahora hay muchas propuestas sobre la mesa para establecer un Protocolo seguro que permita el intercambio y la creación de versiones accesibles de los libros”, expuso a los delegados.
Hay que curar “la ceguera de quienes no quieren que se produzcan versiones de los libros que puedan leer también las personas con dificultades para acceder al texto impreso convencional”, apeló el cantante, resaltando que “queda mucho por hacer”. Alentó a los formuladores de políticas a “dejar de lado las diferencias ideológicas y acordar una solución práctica” que brinde a las personas con dificultades para acceder al texto impreso convencional “los medios que les permitan salir de la penuria y la oscuridad en que vive el individuo cuando el espíritu no puede gozar de algo tan simple, pero tan poderoso, como un libro”.
Stevie Wonder gastó una broma pidiendo a los Estados miembros que “encuentren una solución o me veré obligado a escribir una canción para explicar lo que ustedes tenían que hacer y no hicieron”, y luego les recordó con toda seriedad que “Es el legado y el don que tenemos que dejar para el futuro. Pongámonos manos a la obra”.
Tras esas palabras, el carismático cantante interpretó al piano fragmentos de clásicos suyos como My Chérie Amour y I Just Called to Say I Love You. Explicó que “[L]a gente conoce las canciones por que ha podido escucharlas y conseguirlas, pero hay quienes... probablemente tienen mucho más que yo para ofrecer, pero que están encerrados en una especie de presión por que no les llega la información”.
Tras la oratoria, el artista relató las experiencias de sus comienzos en la música, con su ceguera: “no fue tan difícil, pues entré en la música gracias al oído… Mi madre tenía una radio, y yo podía escuchar la música y me preguntaba maravillado cómo podía caber tanta gente dentro del aparato”. Contó también que pudo salir adelante gracias a las leyes de “igualdad de oportunidades” aprobadas en los Estados Unidos para que todos los “ciudadanos tuviesen el mismo derecho a recibir una enseñanza digna”.
Explicó que se había propuesto “despertar… las conciencias” y que “el hecho de ser ciego no quiere decir que uno no pueda aprender”. Agregó que mucha gente con discapacidades también tiene “cosas magníficas que ofrecer, y por eso no se puede permitir que Internet sea una traba para sus oportunidades”.
Sobre las nuevas oportunidades para superar los problemas de la vida cotidiana que los avances de la técnica ofrecen a quienes viven con discapacidades Wonder opinó que se trata de “estupendas novedades”. Las aplicaciones para Internet y el teléfono portátil concebidas exclusivamente para los ciegos, como el lector de pantalla del IPhone, representan auténticas mejoras de la calidad de vida de quienes viven con discapacidades. Explicó que “Cuando las cosas… se ponen al alcance de todos uno experimenta una sensación de independencia y libertad…, pero todo se reduce a hacer que las cosas marchen, y estoy seguro de que se puede hacerlo”.
Ahora el cantante colabora con la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (ASCAP) para publicar en lenguaje Braille la letra de sus canciones y “ponerlas al alcance de todos”. “En definitiva, se trata de buscar el modo de hacerlo, que no es tan difícil”.
Stevie Wonder instó a los formuladores de políticas a que encontrasen una solución antes de un año, y les prometió que, si lo hacían, volvería a las próximas Asambleas para darles un concierto.
Los Estados miembros de la OMPI examinan ahora, en el seno del Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos (SCCR), propuestas para crear un entorno jurídico propicio para favorecer el acceso de las personas con discapacidad para la lectura a las obras protegidas por derecho de autor.
Stevie Wonder |
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Stevie Wonder es un prolífico cantante y compositor, que lleva vendidos cien millones largos de ejemplares de sus obras y tiene en su haber 49 discos en la lista de los 40 principales y 32 “singles” en el primer puesto. En una entrevista difundida en el canal de la OMPI el artista habló de su inspiración: “la vida misma es lo que me estimula, pues siempre aparecen cosas nuevas”. Sobre la importancia del derecho de autor para los músicos, explicó que “No puedo imaginar un mundo sin protección del derecho de autor…, pues con él nos ganamos la vida”. Preguntado si podía imaginar un mundo sin música, respondió que “No puedo ni quiero y espero que nunca ocurra algo así”. |
La iniciativa TIGAR |
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En una reunión de la Plataforma de sectores interesados1 habida en Nueva Delhi (India) en octubre de 2010 se anunció el lanzamiento de una iniciativa sin precedentes encaminada a poner las obras publicadas a disposición de los 314 millones de personas con discapacidad visual que hay en todo el mundo. El proyecto se denomina Trusted intermediary global accesible resources project (TIGAR) y es un acuerdo de carácter público-privado por el cual los editores pondrán sus títulos a disposición de intermediarios de confianza quienes las distribuirán en formatos accesibles para que las personas con discapacidad visual en cualquier parte del mundo puedan buscar la obra deseada en los catálogos y descargarla en el formato elegido. El proyecto TIGAR durará tres años y es fruto de la estrecha colaboración de la OMPI y organizaciones que representan a los autores, editores, las personas con discapacidad visual e instituciones que atienden a las personas con dificultades para acceder al texto impreso convencional: la Unión Mundial de Ciegos (WBU), la Unión Internacional de Editores (IPA), la Federación Internacional de Organizaciones de Derechos de Reproducción (IFRRO), la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas y Bibliotecarios (IFLA) y el Consorcio Daisy. |
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1 La Plataforma se compone de representantes de los titulares de derechos y de las personas con discapacidad visual y tiene por fin examinar las necesidades propias de dichas personas y facilitarles el acceso a las obras en formatos especiales para ellas.
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