Marruecos da a conocer su riqueza cultural
En dos exposiciones celebradas paralelamente a la serie de reuniones de las Asambleas de la OMPI de este año se dieron a conocer las culturas del Reino de Marruecos, famosas por su profundidad, diversidad y carácter inconfundible. La Revista de la OMPI ofrece al lector un pantallazo de ambos eventos.
Un deleite para los sentidos
Fotos: OMPI/C. Jewell
La exposición fue auspiciada por el Gobierno de Marruecos y brindó una suntuosa panorámica del inconfundible patrimonio cultural con que cuenta el país, sumamente diverso, así como de sus abundantes recursos biológicos.
El Reino de Marruecos se extiende en el cruce de los caminos que unen el África subsahariana con Europa y el Medio Oriente, constituyendo un auténtico “punto de convergencia de civilizaciones y culturas”. Gracias a esa privilegiada ubicación geográfica y herencia histórica, el país pudo moldear su peculiar personalidad y amasó así una impresionante riqueza de formas artísticas, que van desde la arquitectura, la caligrafía y la orfebrería a la alfarería, la marroquinería y la ebanistería, pasando por la joyería y los tejidos, en las cuales la tradición se combina con la modernidad. Fue expuesto un extenso surtido de objetos de artesanía, cerámicas, caftanes, azafrán y tajines (el típico recipiente de cocina marroquí), entre otros.
“País que procede de lo más profundo de la historia, en que el arte es cultura, fortalecido por su diversidad cultural, dotado de excepcionales recursos genéticos, con la mirada puesta en el futuro, tierra de hospitalidad.” (Sr. Anis Birrou (Secretario de Estado de Artesanía))
La exposición permitió apreciar el dinamismo y la vitalidad de la cultura marroquí, en la que se reflejan tradiciones centenarias a la par que las corrientes de la creación moderna. Marruecos ha instrumentado diversas medidas para resaltar la “excelencia y autenticidad” de sus productos y proteger y preservar “el patrimonio material e inmaterial de la nación”. Por ejemplo, en materia agrícola está el plan denominado “Marruecos Verde”, orientado a fomentar la producción nacional como medio de impulsar el desarrollo sostenible y viable del país y alentar un sector “verdaderamente moderno” que ofrezca “un extenso surtido de productos de calidad con elevado valor añadido” en los mercados nacional e internacional.
En la ceremonia de inauguración de la muestra, celebrada el mismo día que comenzaran las Asambleas de la OMPI, el Embajador de Marruecos ante las Naciones Unidas en Ginebra, Su Excelencia Omar Hilale, puso de relieve que proteger el patrimonio nacional es una de las prioridades de su Gobierno y agregó que una eficaz protección jurídica constituye una salvaguarda imprescindible contra la reproducción ilícita y permitirá que siga floreciendo la industria artesanal.
El Director General de la OMPI, Sr. Francis Gurry, afirmó que la rica y variada muestra de la cultura marroquí brinda “un prisma” para “apreciar su inconfundible patrimonio creativo que es parte inseparable de la identidad de Marruecos”. Aplaudió el compromiso del Gobierno marroquí para fomentar y preservar la riqueza cultural de la nación, que da trabajo al 20% de la mano de obra nacional y representa más del 10% del producto interno bruto.
Cuando comenzó la recepción, los invitados fueron recibidos por un conjunto de música tradicional, cuyos integrantes, acompañados de tambores y cuernos, ejecutaron una vibrante danza de la victoria.
En la tarde, los invitados pudieron presenciar un sensacional desfile de modas, con los coloridos modelos de la diseñadora marroquí Samira Hadouchi, cuya obra aúna tradición y modernidad, refinamiento y elegancia.
La Sra. Hadouchi, que ha diseñado para estrellas como Whitney Houston, afirmó que la creatividad de su obra le ha permitido alcanzar nuevas cimas de expresión y diseño. “Marruecos es un país en el que se puede encontrar un variado espectro de influencias culturales y, gracias a mi obra, puedo expresar nuestra inconfundible identidad cultural y realzar su valor”, explicó. “Es imprescindible proteger la creatividad de los artistas y diseñadores como yo, y la propiedad intelectual constituye sin duda un importante medio para hacerlo.”
Figuraban en la muestra también las coloridas e inconfundibles obras del artista y maestro calígrafo Mohammed Amzil, quien explicó la trascendencia del antiguo arte de la caligrafía para su propio arte: “la caligrafía es el oxígeno para mí… es un inmenso mar lleno de secretos… hay equilibrio, movimiento, todo, por que es muy flexible”. El Sr. Amzil destacó la importancia de respetar los derechos de los creadores: “para velar por el futuro de la creatividad”. “Copiar la obra es imperdonable”, recordó. “Cuando uno ama el arte, hay que amar también al artista, y para amarlo hay que pensar en sus intereses.”
Durante la velada, los invitados pudieron disfrutar el cautivante ritmo de la música gnawa, pueblo para el que la música tiene importancia religiosa, pues les permite entrar en una especie de estado de trance. Esas representaciones musicales fueron apenas una muestra de las ricas tradiciones musicales del país, donde hay tantos conjuntos de danzas como tribus, y están vinculadas a la poesía popular.
La exposición no descuidó la abundante diversidad genética con que cuenta Marruecos y que se destina a fines medicinales, cosméticos y culinarios: azafrán, alheña, aceite de argán, aceite de oliva, higos, dátiles, miel, rosas y especias. Esos recursos son fundamentales para impulsar el desarrollo rural sostenible.
La exposición puso de manifiesto que el sector cultural de Marruecos no cesa de explorar nuevos medios de expresión acompasando las nuevas ramas de creatividad que manan de la cultura tradicional del país. Los diseñadores, creadores y artesanos contemporáneos conciben novedosos diseños y emplean inéditos materiales y combinaciones de color para renovar y modernizar sus creaciones y mantenerse al día de los nuevos gustos del público consumidor, sin que ello suponga abandonar la autenticidad que imprime a sus obras el sello inconfundiblemente marroquí.
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