El arte de la ficción: Hacer de lo conocido algo nuevo
Alaa Al Aswany, novelista egipcio aclamado
internacionalmente, autor de El edificio
Yacobián. (Foto: Andrea De Meo)
El internacionalmente aclamado novelista egipcio Alaa Al Aswany, autor de El edificio Yacobián, una descripción irónica de la sociedad egipcia moderna, se reunió con la Redacción de la Revista de la OMPI poco antes del Diálogo de alto nivel de la OMPI sobre derechos de autor en la industria editorial y del libro, celebrado en junio de 2011, en el que intervenía como participante, y expuso su mirada sobre la vida de un escritor de ficción en Egipto.
El Dr. Al Aswany es odontólogo en ejercicio y novelista. Su obra literaria ha acaparado una gran atención y ha sido traducida a 34 idiomas y publicada en 100 países.
¿Qué le llevó a escribir?
“Mi padre era escritor y, siendo niño, escribir era mi único sueño. Mi padre me dijo que sería imposible ganarse la vida en Egipto como escritor de ficción y que necesitaba otra profesión. Incluso el premio Nobel, Naguib Mahfouz, tuvo que trabajar como funcionario hasta que se jubiló. Por eso me hice dentista, para tener otra fuente de ingresos.”
¿Cómo ha influido en su narrativa el hecho de ser dentista?
“Existe un vínculo muy estrecho entre la medicina y la literatura. Ambas tratan con seres humanos. La medicina se ocupa de curarlos, en tanto que la literatura aspira a entender y explicar el comportamiento humano a través de la ficción. Así que, cuando trabajo como dentista o cuando escribo, realmente no tengo la sensación de estar pasando de un mundo a otro. Es el mismo circuito.
Resulta muy útil ser dentista. En primer lugar, me permite ser un escritor independiente, y esto es muy importante en Egipto. Al depender mis ingresos de la odontología, siempre he tenido la libertad de decir y escribir lo que quería. En segundo lugar, como dentista, estoy cerca del ciudadano de a pie. No soy un tipo de dentista corriente, dedico a mis pacientes todo el tiempo que necesitan. Se convierten en amigos, tomamos café juntos. Si cuando vienen a la clínica no tienen ganas de hacerse un tratamiento, nos dedicamos sencillamente a hablar. El contacto humano es muy importante y también muy útil para mí, como novelista.
Aunque no utilizo las historias de mis pacientes para mis novelas, ya que sería poco profesional, sí que aprendo de la gente. Un novelista debe estar siempre abierto a la gente; no se puede ser novelista si no quieres a la gente. A través de la literatura, los escritores tratan de explicar los sentimientos de las personas, sus vidas e incluso sus errores, sin ser críticos. La gente, los pacientes, incluso mi participación en la revolución egipcia, son cosas que pertenecen a la literatura.”
¿Qué es lo que hace que una novela sea un éxito?
“No existe una fórmula única para escribir ficción. Cada escritor tiene que hallar su propio camino. Mantengo un archivo con los detalles de cada personaje: si es mujer, qué aspecto tiene o cómo se viste; si fuma, la marca de cigarrillos que compra, etc. Esto me ayuda a dar vida a los personajes que imagino. En algún momento, comienzan a adquirir vida propia. Aquí es cuando me pongo a escribir. Es un poco como irte de viaje de la mano de unos amigos. Es algo realmente misterioso, pero mis personajes se independizan y, en lugar de ser yo quien los dirige en la pantalla de mi imaginación, son ellos quienes deciden qué hacen, y yo escribo lo que veo. Esto me produce un placer inenarrable. Es una sensación increíble dejar de tener control sobre tus personajes.
Por lo general, necesito entre dos y tres años para escribir una novela, pero tengo abiertos los archivos de los personajes de tres o cuatro novelas al mismo tiempo. ¿Por qué? Porque espero al "clic". De pronto, lo veo todo claro, y comienzo a escribir.
Es mucho más fácil ser odontólogo que escritor. En la odontología, por lo menos conoces las reglas. Cuando escribes, vas descubriendo las reglas sobre la marcha. Para ser escritor te tiene que gustar realmente escribir, ya que pasas muchas horas en soledad mejorando tu técnica y desarrollando tu propio estilo. Luego está el problema de conseguir que se publique tu material.”
¿En qué medida son importantes las editoriales?
“Una editorial es tu ventana al mundo. Sin una editorial, los lectores nunca llegarán a ver lo que has escrito. Eso fue parte de mi problema en Egipto durante la década de 1990, porque tenía que publicar a través de los canales gubernamentales y, por diversas razones, se negaron a publicar mis obras en tres ocasiones: en 1990, en 1994 y en 1998. En cada una de las ocasiones, financié la publicación de una tirada de 500 ejemplares. Mi obra tuvo muy buena crítica, pero era un escritor conocido sin lectores, porque la gente no podía encontrar mi libro. Las editoriales son muy importantes para poner en contacto a los autores con los lectores.
La tercera vez que rechazaron mi trabajo, estaba realmente desesperado. Incluso decidí dejar de escribir y emigrar. Fue un día nefasto en mi vida, y estaba realmente frustrado. Pero como tenía empezada una nueva novela, decidí terminarla. Imprimiría los 500 ejemplares habituales para mis amigos, y luego me iría. Esa novela fue El edificio Yacobián... y el resto, como suele decirse, es historia. Desde la primera semana fue un fenómeno. Se vendió en todas partes. Me cambió la vida.
Resulta realmente irónico. Yo había estado luchando por conseguir publicar a través del conducto oficial 3.000 ejemplares, y me habría quedado contento con eso. Hoy estoy celebrando la venta de un millón de ejemplares de mi libro. Pero no fue fácil. Realmente tuve que seguir luchando. Realmente he luchado por escribir, mucho más que por cualquier otra cosa.
"Escribir es como cortejar a una princesa en un castillo. Tienes que demostrar verdaderamente tu amor, y al final se abre la puerta."
En general, en cualquier obra de ficción hay dos elementos. Está el elemento "local", donde el novelista aborda los problemas sociales y políticos cotidianos. Luego está el elemento más importante, el elemento humano. El reto es crear personajes con sentimientos humanos con los que el lector pueda identificarse. Cuando fui a Noruega a presentar mi novela Chicago me sentía verdaderamente satisfecho, y las lectoras noruegas me dijeron que entendían realmente el sufrimiento de mi personaje femenino, una mujer egipcia del entorno rural que llevaba velo. Creo que este es un aspecto de la literatura con gran fuerza, ya que es una realidad humana, y eso es lo que cuenta.”
¿Qué hace que un autor sea bueno?
“Un novelista debe conocer la vida. Todo, cada detalle, me resulta muy útil. Leo la prensa, las revistas, todo, con mucho detenimiento, desde la sección de mujeres - sé un montón sobre maquillaje - a la sección de sucesos. Lo leo todo porque en algún momento escribiré sobre un personaje femenino que se maquilla y está enamorado. Voy por todas partes, a las zonas más pobres de El Cairo, incluso a los bares más sórdidos. Voy porque tengo que conocer la vida. Trato con la vida, por lo que debo conocerla para poder escribir sobre ella.
En mi opinión, el novelista nunca debe pensar en la reacción de los lectores al escribir. Si haces esto, se pierde algo muy honesto. Siempre me imagino a mí mismo escribiendo para un lector invisible e impotente. Esto me ayuda a escribir lo que quiero escribir. Fue difícil después del gran éxito de El edificio Yacobián. Dejé de escribir todo un año, porque cada vez que me sentaba a escribir me venía a la cabeza ese éxito.
Para mí, un novelista es como un soldado. Me levanto a las seis de la mañana seis días a la semana, y a las seis y media ya estoy sentado ante mi escritorio escribiendo. Escribo entre cuatro y seis horas cada día: dedico a la ficción cinco días; un día a la semana lo dedico a un artículo semanal y otro día me lo tomo libre. Escribo todos los días, añadiendo un poco cada día, y, al final, tengo una novela.”
¿Qué importancia tienen los derechos de autor para un escritor?
Foto: Alaa Al Aswany
“Los derechos de autor son muy importantes para cualquier escritor. Si hubiésemos tenido un sistema de protección de los derechos de autor más eficaz en Egipto, habríamos tenido muchos más escritores independientes. Afortunadamente, al tener otra profesión, yo tenía una fuente independiente de ingresos, pero muchos escritores profesionales que tenían perfecto derecho a vivir de su trabajo de escritores no pudieron hacerlo debido a la falta de una protección robusta de los derechos de autor.”
¿Cómo le gustaría ver evolucionar los derechos de autor en Egipto?
“Me gustaría ver un sistema muy eficiente de protección de los derechos de autor en Egipto, un sistema que cambiase completamente el panorama cultural. En Egipto, no sólo tenemos problemas en el campo de la literatura, sino también en el sector del cine. Egipto tiene la industria del cine más importante del mundo árabe, pero padece una falta de protección de los derechos de autor y de una piratería rampante a través de Internet. Del mismo modo, los productores de música han dejado de producir discos, ya que están disponibles en línea unas horas después de su publicación.
La situación es terrible y supone una amenaza real para todos los que tratan de crear algo para la humanidad. No se les puede culpar por salirse de la industria; no tiene sentido gastar mucho dinero en crear algo y que luego todos copien tu trabajo sin pagar por ello.
Para mí el tema está muy claro. En el caso de los estudiantes pobres que necesitan algo que no es caro, no hay problema. Haces concesiones especiales para ellos. He concedido los derechos de mis libros de forma gratuita a todos los alumnos del Instituto de Cine de Egipto. A cualquier estudiante que me lo pida, le cedo gratuitamente el derecho a utilizar uno de mis relatos breves para un proyecto de estudio. Pero debo tener la autoridad para aceptar o negarme a firmar esta cesión de derechos.
No puedes decirle a la gente que, por ser pobre, puede tomar lo que quiera. Esto es muy dañino para la sociedad. Con un sistema eficaz de derechos de autor, habría muchos más escritores independientes que se sentirían suficientemente seguros para defender sus principios. Esto revolucionaría el cine egipcio y la producción de música egipcia. Es un deber.”
¿Le ha resultado útil como creador el haber estado en contacto con diferentes culturas?
“Las personas son la parte más importante de mi vida. Me encanta la gente, y trato de entender a las personas y no juzgarlas. Esto es muy importante, y nos hace seres humanos mucho mejores.
Fui a un colegio francés y aprendí francés y árabe al mismo tiempo. También estudié odontología en los Estados Unidos. Yo no creo en el choque de culturas. Las personas son personas, y todos somos básicamente seres humanos con sentimientos similares. Una madre ama a su hijo de la misma manera en todas partes; dos jóvenes enamorados tienen los mismos sentimientos en cualquier parte del mundo. Todo el mundo quiere trabajar, criar a sus hijos y tener una buena familia. Esto es muy humano, y yo creo en eso.
¿Quién es su autor favorito?
Tengo muchos, pero, para mí, el novelista más grande de la historia es Fiódor Dostoievski; es un maestro con una visión muy penetrante y profunda de la humanidad.
¿Qué consejo le daría a un aspirante a escritor?
Que sea honesto. El Ché Guevara dijo en una ocasión: "Tener honor significa decir lo que se piensa y hacer lo que se dice".
CJ
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