El deporte, los artículos deportivos y la industria del deporte
Por el Dr. Jochen M. Schaefer, Asesor Jurídico de la Federación Mundial de la Industria de Artículos Deportivos (WFSGI)
Los aficionados al deporte de todo el mundo han quedado maravillados por los logros de los atletas que han participado en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres de 2012. En números anteriores, la Revista de la OMPI ha ofrecido una plétora de perspectivas sobre la importancia de la P.I. para distintas organizaciones deportivas. En este artículo se estudia la importancia de la protección de la P.I. desde la perspectiva de la industria de los artículos deportivos.
La industria del deporte constituye un negocio muy amplio que abarca desde la venta de alimentos y souvenirs deportivos hasta la venta de derechos de difusión y los acuerdos de patrocinio. En esta industria hay numerosas partes interesadas, desde los clubes, las ligas y los patrocinadores a los organismos de radiodifusión y, por supuesto, los fabricantes del equipamiento que hace posible el deporte de alto nivel: la industria de los artículos deportivos. Según un estudio de la consultora A.T. Kearny, se estima que el valor la industria mundial del deporte alcanza los 620 mil millones de dólares EE.UU.
Las empresas de artículos deportivos, tanto grandes como pequeñas, gastan millones de dólares cada año en desarrollar productos nuevos y mejorados no sólo en beneficio de los atletas de élite, sino también de los aficionados y de las personas a quienes les gusta llevar calzado y ropa de deporte cómodos a diario. Muchas de estas empresas invierten también grandes sumas de dinero en apoyar a jóvenes atletas con talento en comunidades de todo el mundo; jóvenes que prometen convertirse en los héroes deportivos del futuro. El sistema de P.I. y la protección que otorga desempeñan un papel fundamental en que los fabricantes de artículos deportivos puedan seguir invirtiendo en la investigación y creación de equipamiento más eficaz y asequible para los atletas de hoy y de mañana.
La carrera tecnológica
Prácticamente todos los deportes se han beneficiado de los avances que han experimentado los materiales y los procesos de ingeniería. Los materiales naturales (madera, cordel, tripa, caucho) empleados en la fabricación de los equipos de antaño han sido progresivamente sustituidos por una amplia gama de materiales sintéticos, muy sofisticados, como las aleaciones y los polímeros. Los equipos fabricados con estos materiales más ligeros y duraderos han permitido a los atletas de todo el mundo reducir al mínimo las lesiones y superar los límites de su rendimiento.
El empresario alemán Adolf "Adi" Dassler, fundador de Adidas, fue uno de los primeros en comercializar con éxito un artículo deportivo tecnológicamente mejorado al fabricar una bota de fútbol innovadora con suela de nylon ligero y tacos de rosca. Con estas botas, el equipo alemán consiguió la victoria frente a Hungría en la final de la Copa Mundial de 1954 en Berna (Suiza). Debido a las intensas lluvias, el terreno estaba muy resbaladizo, así que el equipo alemán optó por utilizar la botas innovadoras de Adi Dassler. Sus tacos más largos mejoraron el agarre de los jugadores, permitiéndoles un mayor control del balón, una ventaja que les ayudó a ganar el partido.
Desde entonces, los avances en el diseño del calzado deportivo han sido espectaculares gracias a una importante inversión en investigación y desarrollo (I+D). Hoy en día, los principales fabricantes de artículos deportivos, como Nike, Puma, Asics y otros, destinan más del uno% de su volumen de ventas anual a I+D.
En los (celosamente vigilados) laboratorios de ensayo de alta tecnología, equipados con los avances más recientes, las marcas deportivas trabajan en estrecha colaboración con atletas de élite, donde miden y registran los movimientos de éstos con el fin de desarrollar equipos para un rendimiento óptimo. Algunos cuentan incluso con instalaciones específicamente diseñadas para desarrollar y probar los equipos bajo condiciones diversas. Aqualab, el centro mundial de investigación y desarrollo de Speedo, por ejemplo, trabajó con atletas, entrenadores, científicos del deporte, expertos en hidrodinámica, ingenieros ópticos y psicólogos para crear su innovador sistema Fastskin Racing System®. Esta extensa gama de trajes de baño y equipamiento de natación trabajan en conjunto para que los nadadores puedan cortar el agua con la máxima eficacia. Es en estos complejos laboratorios donde se disputa la carrera tecnológica del deporte.
Las zapatillas deportivas más ligeras del mundo son ultralivianas y un “peso pluma” y son la suma de un sinfín de tecnologías. Las zapatillas de clavos de color amarillo neón Nike Zoom Victory Elite, que forman parte de la colección Volt de Nike, diseñada especialmente para los Juegos Olímpicos, y que son las que utilizaron el campeón de los 10.000 y los 5.000 metros, Mo Farah, y unos 400 atletas más, pesan tan sólo 98 gramos. Las zapatillas de clavos adizero Prime SP de Adidas, creadas en colaboración con el velocista estadounidense Tyson Gay y la heptatleta británica Jessica Ennis, también están por debajo de los 100 gramos.
Se trata del juego de la alta tecnología —la fórmula neurálgica que impulsa la creación de productos nuevos y sofisticados—. Estos, a su vez, permiten alcanzar un rendimiento ejemplar que bate marcas y que tanto gusta a los medios de comunicación y los aficionados al deporte de todo el mundo.
Ropa inteligente
La convergencia tecnológica y la ropa deportiva inteligente son la última moda en la innovación de artículos deportivos. Las perspectivas de crecimiento de la alta tecnología para el deporte son tales que muchas marcas no deportivas están deseosas de captar una porción del mercado. Los principales fabricantes de electrónica de consumo, como Apple, Nokia y Samsung, están trabajando en estrecha colaboración con las mejores marcas deportivas para desarrollar nuevas tecnologías relacionadas con el deporte (y nuevas fuentes de ingresos). Así, por ejemplo, Apple Inc. ya ha hecho incursiones en el sector con su paquete deportivo Nike + iPod, que, gracias a los sensores colocados en las zapatillas Nike+, permite a los usuarios de iPod obtener información en tiempo real durante las sesiones de entrenamiento y hacer un seguimiento del rendimiento.
En enero de 2012, Apple obtuvo una patente (patente estadounidense Nº 8.088.258) para una "prenda inteligente" en la que se fijan sensores avanzados que transfieren datos —como la información de la ubicación, datos fisiométricos del usuario, rendimiento de la prenda y datos de desgaste — a un dispositivo externo de procesamiento de datos, como un reproductor portátil de medios digitales conectado a un servidor informático.
Las estimaciones indican que las ventas de sensores deportivos aumentarán de 20 millones en 2011 a alrededor de 170 millones en 2017. No es de extrañar que haya tanto interés en este mercado boyante que promete el nacimiento de nuevas empresas conjuntas y acuerdos de licencia. El éxito de tales empresas dependerá, en gran medida, de la gestión eficaz de los activos de P.I. y del acceso a servicios de P.I. asequibles, eficientes y fáciles de usar, como el Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT).
Diseños ganadores
Los artículos deportivos del siglo XXI simbolizan deporte, estilo de vida y moda. El diseño del producto, ya sea retro o con visión de futuro, es fundamental para su éxito comercial. Proteger los derechos sobre esos diseños es igualmente importante. Los derechos de diseño (conocidos como patentes de diseño en los Estados Unidos) son un instrumento importante que permite a los fabricantes de artículos deportivos defenderse ante las infracciones. A principios de este año, por ejemplo, Nike interpuso una demanda ante el Tribunal de los EE.UU. del Distrito de Nevada contra una empresa asiática fabricante de calzado, alegando la infracción de 23 de sus patentes de diseño registradas.
No puede subestimarse la importancia de la P.I. en las estrategias comerciales de las empresas de artículos deportivos. Constituye un factor determinante para mantener su competitividad, y es un elemento fundamental de la lucha contra la falsificación, de la que, con demasiada frecuencia, son víctimas los fabricantes de artículos deportivos. La Asociación de Fabricantes de Artículos Deportivos (SGMA), asociación profesional de las principales marcas deportivas y de mantenimiento físico del sector, estimó que, solamente en los Estados Unidos, el valor al por menor de los artículos deportivos falsificados incautados por las autoridades aduaneras y del orden público en el año 2010 fue de alrededor de 1.400 millones de dólares EE.UU.
“Dejar marca”
Si bien las patentes y los derechos de diseño son muy importantes a la hora de proteger las tecnologías de vanguardia con gran atractivo para el consumidor, las empresas de artículos deportivos viven de las marcas en que se basa su identidad de marca. En el contexto comercial actual, resulta fundamental poder obtener la protección de marcas con rapidez y eficacia en múltiples mercados. Los servicios de registro internacional de marcas de la OMPI pueden ser particularmente útiles en este sentido. Ofrecen a las empresas de productos deportivos, grandes y pequeñas, una forma rápida, fácil y asequible de registrar sus marcas en varios países. Esto, naturalmente, supone sólo un primer paso fundamental para crear el valor de una marca y obtener su reconocimiento.
En sus 40 años de existencia, Nike y su icónico silbido han hecho mella en la imaginación de los consumidores y se ha convertido en una de las marcas deportivas más conocidas del mundo, disfrutando de un atractivo prácticamente universal, con un reconocimiento mundial del 97%. Esta marca simple y memorable, valorada por Interbrand en 2011 en unos 14.528 millones de dólares EE.UU., contribuye de forma considerable a la imagen, el valor y los resultados de la empresa.
Una ventaja fundamental de que gozan las marcas deportivas en los principales acontecimientos deportivos es el hecho de que, a diferencia de otros patrocinadores oficiales, se encuentran en el centro de la acción. En estos acontecimientos de gran resonancia, todas las miradas recaen sobre los atletas que llevan o utilizan equipos de marca. Algunas marcas tratan de aumentar aún más su notoriedad, por ejemplo, mediante el uso de colores llamativos —como el amarillo refulgente de la colección Volt de Nike— que destacan sobre los colores de un equipo. No obstante, esta práctica no siempre está bien vista por los principales organizadores de acontecimientos deportivos y los titulares de derechos.
Esta exposición sin costo alguno, no les parece adecuada, habida cuenta de las grandes sumas que desembolsan los patrocinadores oficiales —se estima que sólo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fueron mil millones de dólares EE.UU.— con el fin de verse asociados a acontecimientos deportivos de gran resonancia. Algunos órganos rectores del deporte tratan periódicamente de limitar esta exposición, por ejemplo, reduciendo el tamaño y la visibilidad de los logotipos en la ropa y el equipamiento deportivo. Asimismo, se hace un esfuerzo por suspender temporalmente antes, durante y poco después de un gran acontecimiento deportivo las campañas de publicidad donde aparecen los atletas de élite, aun cuando dicha publicidad no guarde relación con éste.
Sin embargo, la industria de los artículos deportivos y sus representantes piensan que la visibilidad de sus logotipos en estos acontecimientos es merecida y no debe verse limitada, especialmente si se tienen en cuenta las importantes inversiones que la industria sigue haciendo —tanto en especie como particularmente en apoyo de las federaciones deportivas, los clubes y los propios atletas—. Sin la continua inversión de la industria en el desarrollo de mejores productos, disminuiría el atractivo de los acontecimientos deportivos de primer nivel, y los consumidores en general dejarían de beneficiarse de desarrollos innovadores de referencia, principalmente en el campo de las mejoras continuas del producto.
Los artículos deportivos están presentes en casi todas las actividades deportivas. Pueden ayudar a los atletas de competición a alcanzar su máximo potencial, inspirando a las nuevas generaciones a participar. También hacen del deporte de base comunitaria una experiencia más cómoda, divertida y gratificante. A medida que crezca el interés mundial por el deporte, las relaciones comerciales que caracterizan a la industria se volverán más complejas. La gestión estratégica y eficaz de los activos de P.I. constituye un factor decisivo para establecer una cooperación intrasectorial fructífera y un comercio justo.
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