Proporcionar sistemas y servicios de P.I. de primer nivel
Entrevista con Francis Gurry
Mientras los países se esfuerzan por asegurar el crecimiento económico y el desarrollo a largo plazo, la innovación y la propiedad intelectual (P.I.) se han convertido en cuestiones prioritarias en la esfera de la formulación de políticas. Con el fin de ampliar el acceso a los conocimientos de P.I. para favorecer la innovación, la OMPI ha desarrollado una serie de soluciones para ayudar a las oficinas nacionales de P.I. a superar los muchos y variados retos operativos a los que se enfrentan. El Director General de la OMPI, Sr. Francis Gurry, expone su opinión sobre el progreso realizado en esta importante labor de la OMPI.
¿Por qué aumenta la necesidad de contar con un sistema de apoyo a la P.I.?
En los últimos 30 años, la base para la creación de valor ha pasado de ser el capital físico material al capital intelectual inmaterial. Como los activos intelectuales se vuelven cada vez más valiosos, los derechos de P.I. asociados con ellos cobran cada vez mayor importancia. Al mismo tiempo, los propietarios de tecnologías operan en mercados mundiales y solicitan la protección de la P.I. en un mayor número de países. El consiguiente aumento en la demanda de derechos de P.I. plantea cierto número de cuestiones prácticas: ¿Cómo pueden las oficinas asumir una mayor carga de trabajo y prestar servicios útiles y económicos? ¿Qué tipo de instrumentos y servicios se necesitan para mejorar la calidad general y la eficiencia operativa de los sistemas de P.I.? ¿Cómo se puede mejorar la cooperación internacional a fin de eliminar duplicaciones en el sistema?
La OMPI está trabajando con el fin de desarrollar soluciones operativas que ayuden a las oficinas nacionales de P.I. a ofrecer servicios profesionales, económicos y de buena calidad. Estas oficinas operan a nivel nacional pero un creciente número de empresas que utilizan la P.I. operan a nivel mundial. En este marco, la función de la OMPI es coordinar la cooperación entre las autoridades nacionales de P.I. para crear un sistema internacional óptimo, eficiente y accesible que responda a las necesidades empresariales modernas.
¿Cómo definiría el papel de la OMPI en la facilitación del acceso al conocimiento?
Una de las razones de ser del sistema de patentes es hacer pública la información sobre tecnología. El resultado es bastante sorprendente: gracias al sistema de patentes se cuenta con la reserva de tecnología más completa y sistemática del mundo. Una de las funciones clave de las autoridades públicas responsables del sistema de P.I. es asegurarse de que la información generada por el sistema se encuentre a disposición del público.
Para lograrlo, contamos con las bases de datos mundiales y gratuitas de la OMPI. Nuestra base PATENTSCOPE pone a disposición del público información sobre tecnología divulgada que figura en unos 32,5 millones de documentos de patentes. Y la Base Mundial de Datos sobre Marcas contiene más de 11 millones de entradas relacionadas con marcas registradas, denominaciones de origen, logotipos y emblemas.
La OMPI también proporciona acceso a bases de datos que suelen ser por suscripción. ARDI, el programa de Acceso a la Investigación para el Desarrollo y la Innovación, y ASPI, el programa de Acceso a la Información Especializada sobre Patentes son especialmente importantes para los países en desarrollo y los países menos adelantados. Colaboramos con importantes editores científicos, técnicos y médicos, y con proveedores comerciales de información de patentes para que los países en desarrollo o países menos adelantados puedan acceder a ARDI y a ASPI de manera gratuita o a muy bajo costo.
En 2009, la OMPI lanzó el programa Centros de Apoyo a la Tecnología y la Innovación (CATI) para desarrollar conocimientos técnicos a nivel local, y así utilizar y aprovechar la información que figura en estas bases de datos de P.I. Los programas CATI son una puerta de acceso a la reserva de conocimientos técnicos generados por el sistema de patentes, así como a material conexo publicado en periódicos científicos, tecnológicos y médicos. En colaboración con nuestros Estados miembros, hemos establecido más de 320 CATI en oficinas nacionales de P.I., centros de investigación y universidades de unos 40 países. Además, más de 4.000 personas han participado en programas de formación de estos centros. También hemos creado la plataforma en línea eTISC para facilitar el intercambio de información, ideas y conocimientos especializados entre centros participantes y para ofrecer oportunidades de enseñanza por medios electrónicos.
Ya estamos cosechando excelentes resultados: por ejemplo, en Marruecos, Filipinas y la Federación de Rusia, la aceptación ha sido rotunda, sobre todo en la comunidad universitaria. Los CATI se han integrado a las redes nacionales universitarias y de investigación y ya están cambiando la actitud hacia la P.I. en el sector universitario.
¿Qué está haciendo la OMPI para corregir el atraso en el tratamiento de las solicitudes de derechos de P.I?
El atraso en el tratamiento de las solicitudes de derechos de P.I sigue siendo un problema. En 2011 (las últimas cifras de que disponemos), las estimaciones mostraban unas 4,8 millones de solicitudes de patente sin tramitar en el mundo. Aun así, las perspectivas son prometedoras. En 2011, el número total de solicitudes sin tramitar disminuyó en un 4,9% y se suma a la reducción del 3,3% de 2010.
La OMPI busca aportar soluciones a través de una cooperación internacional más eficaz. El Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) el original programa de distribución de tareas en el ámbito de las patentes es una gran demostración de cooperación internacional. En 2012 se presentaron unas 194.400 solicitudes de patentes en virtud del PCT. Para este año, calculamos que serán más de 200.000.
También estamos poniendo en práctica nuevos sistemas para aumentar la cooperación internacional, reducir la duplicación de tareas y mejorar la calidad y la eficacia de las actividades de P.I. Por ejemplo, el Servicio de Acceso Digital a los Documentos de Prioridad (DAS) de la OMPI constituye una forma segura, sencilla, rápida y poco onerosa de intercambiar documentos prioritarios y otros similares entre oficinas de P.I. La plataforma de acceso centralizado a la búsqueda y el examen (CASE) facilita el intercambio de información confidencial sobre búsqueda y examen entre oficinas de P.I.
CASE proporciona una base más sólida para tomar decisiones sobre solicitudes de patentes presentadas paralelamente en varias jurisdicciones. Así, es más fácil analizar el trabajo de examen llevado a cabo y los fundamentos de otras oficinas para conceder o denegar derechos de patentes. Esto significa que las administraciones de patentes tomarán decisiones más fundamentadas, mejorarán su eficacia y las patentes serán de mejor calidad. CASE es una parte muy importante y compleja del sistema mundial de apoyo de tecnologías de la información (T.I.). Su creación nos está ayudando a comprender mejor que la naturaleza de la cooperación entre las oficinas de P.I. y los beneficios que derivan de ésta pueden estar relacionados con plataformas de T.I. Le retard dans le traitement des demandes de titre de propriété intellectuelle demeure un problème. Selon les derniers chiffres dont nous disposons, le nombre de demandes de brevet non traitées dans le monde s’élevait à 4,8 millions en 2011. Mais nous avons de bonnes raisons d’être optimistes. La même année, le nombre total de demandes non traitées dans le monde avait diminué de 4,9%, une baisse qui venait s’ajouter à la diminution de 3,3% enregistrée en 2010.
¿Cuáles son los principales problemas de las oficinas de P.I. de los países en desarrollo?
Los países en desarrollo se enfrentan a muchos problemas apremiantes y cuentan con escasos recursos para solucionarlos. Esto significa que la P.I. no siempre es la máxima prioridad, por consiguiente, las oficinas encargadas no suelen tener carácter prioritario dentro del gobierno. También está el tema de la capacidad. Aun con los recursos adecuados y el apoyo político, se necesita personal formado para aplicar el sistema de P.I. en los sectores público y privado. Los extensos programas de formación de la OMPI tienen por finalidad ayudar a responder a esta necesidad.
Estas oficinas también se enfrentan al desafío de crear capacidad de T.I. para poder prestar servicios rápidos y económicos. El Sistema de Automatización de la Propiedad Intelectual (IPAS) de la OMPI es una excelente solución para este problema. IPAS, que ya se encuentra implantado en distintas fases en 60 países en desarrollo, moderniza las operaciones de las oficinas de P.I. y les permite conectarse a las redes mundiales, entre otras, las bases de datos mundiales de la OMPI. Como es un programa extremadamente popular, el principal desafío es encontrar los recursos para ajustarse al ritmo de la demanda. Pero creo que ya superamos la peor etapa porque ahora muchos más países conocen este sistema y pueden ayudarnos a extender su puesta en marcha.
¿Cómo cree que evolucionará el trabajo de las instituciones de P.I.?
En los últimos años, las oficinas de P.I. han experimentado una importante transición. Ya no actúan como pasivas administraciones de registro sino que colaboran activamente con el sector empresarial en la protección y rentabilización de sus activos intelectuales. La OMPI apoya esta transición a través de sus programas de formación, y mediante la creación y respaldo de instrumentos de ayuda a la gestión como IPAS, DAS, CASE y otros programas de modernización.
¿Cómo pueden los países apoyar los esfuerzos de la OMPI a nivel nacional?
La aceptación de estos programas ha sido extraordinaria. Para poder satisfacer la enorme demanda de estos instrumentos y servicios, necesitamos encontrar el equilibrio justo entre las actividades que mejor realizan las oficinas nacionales de P.I. y aquellas donde la asistencia internacional añade mayor valor. De esta manera, la OMPI podrá destinar mayores recursos al desarrollo de la infraestructura técnica objeto de tanta demanda.
¿Cómo cree que se desarrollará la infraestructura de P.I. en el ámbito del derecho de autor?
La aplicación del Tratado de Marrakech para Facilitar el Acceso a las Obras Publicadas a las Personas Ciegas, con Discapacidad Visual o con otras Dificultades para Acceder al Texto Impreso, adoptado en junio de 2013, es una prioridad para el año en curso, así como la entrada en vigor del Tratado de Beijing sobre Interpretaciones y Ejecuciones Audiovisuales, adoptado en junio de 2012.
En cuanto a la infraestructura necesaria para apoyar la aplicación del Tratado de Marrakech, el proyecto de intermediarios de confianza TIGAR (en inglés, Trusted Intermediary Global Accesible Resources Project) establecido por los Estados miembros en 2008 en virtud de la plataforma de sectores interesados para las personas con discapacidades visuales, es un instrumento eficaz para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas con discapacidad visual. TIGAR complementa el marco propicio establecido en virtud del Tratado de Marrakech y aumenta la disponibilidad de las obras en formatos adaptados para las personas con discapacidad visual. (Véase Un tratado histórico abre paso a las personas con discapacidad visual).
"Una de las mayores dificultades en el ámbito del derecho de autor es la gestión de datos porque es el cimiento sobre el que se construirá el mercado global."
Resulta interesante destacar que en el mundo del derecho de autor, la mayor parte de la infraestructura proviene del sector privado, mientras que en el mundo de las patentes y las marcas, se encuentra más bien en el sector público. Generalmente, las oficinas nacionales de derecho de autor son pequeñas y tratan principalmente cuestiones de política legislativa y registro voluntario, según proceda. La administración cotidiana de las transacciones relativas al derecho de autor suelen estar a cargo de sociedades de gestión colectiva. Si bien estas sociedades cuentan con sistemas avanzados, no existe ningún mecanismo que facilite la cooperación internacional en cuanto a la gestión de derechos para todas las categorías de titulares de derechos.
En el mundo globalizado de hoy, conviene estimular la interacción de las sociedades nacionales de gestión colectiva y otros titulares de derechos a través de una plataforma de T.I. que abra el acceso a un mercado digital mundial óptimo. En lo que nos concierne, la iniciativa WIPOCOS pone a disposición de las sociedades de gestión colectiva de los países en desarrollo una plataforma de T.I. para facilitarles la participación en las redes mundiales de gestión de derechos. Se trata de un área de suma importancia. Uno de las mayores dificultades en el ámbito del derecho de autor es la gestión de datos porque es el cimiento sobre el que se construirá el mercado global. Ya se ha hecho mucho pero en los próximos años veremos muchas nuevas iniciativas en este ámbito, principalmente en el sector creativo.
¿Son las T.I. la clave para afianzar el sistema mundial de apoyo a la P.I.?
Muchos son los factores que han de tomarse en cuenta, pero las T.I. son un elemento fundamental de la solución pública. En el siglo XXI, las empresas deben estar en línea para poder sobrevivir y el sistema mundial de P.I. no es una excepción. Otros elementos importantes son el marco reglamentario y los recursos humanos. También es preciso contar con un sector empresarial capaz de utilizar la P.I. para promover sus propios intereses. Pero no hay que olvidar que unas T.I. eficaces favorecen procesos eficaces y éstos a su vez conducen a un sistema de P.I. más accesible, eficiente y fácil de usar.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.